El hotel Hilton Buenos Aires se abastece de verduras orgánicas de una villa

Cuenta la web redaccion.com.ar que el hotel Hilton Buenos Aires se comprometió a comprar lo que produce el vivero del barrio Rodrigo Bueno, un proyecto cooperativo que llevan adelante 15 vecinas. ¿Cómo hicieron para generar un emprendimiento que ofrece productos, servicios y crea empleo? Visitamos la huerta para conocer cómo gestaron un plan que podría ser replicado en otras villas.

Desde marzo de este año el hotel Hilton Buenos Aires ofrece, todos los días a sus clientes, distintos platos elaborados con productos cosechados de la producción de plantas y hortalizas procedentes de una huerta barrial. La noticia me llama la atención porque, de tantas notas que hice en restaurantes de categoría, en muchísimas entrevistas a chefs de restaurantes, aprendí que la mayoría son muy exigentes en la contratación de sus proveedores. Desde hace un tiempo, la tendencia los lleva a buscar productores orgánicos, capaces de cumplir con las entregas de alimentos de excelente calidad, en tiempo y forma.

El barrio Rodrigo Bueno queda en la Comuna 1. Se lo ve desde la Avenida España al 1800, en el extremo sur de la Reserva Ecológica de Buenos Aires. Se encuentra a unos 350 metros de la orilla del Río de la Plata y hacia el sur limita con un canal formado por un desagüe pluvial que lo separa del predio de la ex Ciudad Deportiva de Boca.

El terreno en el que se formó este asentamiento popular en 1979 formaba parte del Parque Natural y Zona de Reserva Ecológica Costanera Sur y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires inició y promovió varios intentos de desalojo que no prosperaron. Finalmente, desde 2016 se desarrolla un plan de urbanización para integrar al barrio al resto de la ciudad. Aquel año, en un censo se contabilizaron cuatro manzanas en las que vivían 2.665 personas, agrupadas en 996 familias alojadas en 563 viviendas precarias (el plan actual contempla la construcción de unas 600 viviendas).

¿Puede una huerta en este barrio cumplir con todos los requisitos de calidad que demanda el Hilton? ¿Darle al chef esas hojas verdes de color, textura y sabor especial que ellos buscan para engalanar sus platos? ¿Estarán a la altura de cumplir con exigencias de los estándares de calidad superiores que maneja una cadena de prestigio?

Por lo que conversamos con las protagonistas de la Vivera Orgánica del barrio Rodrigo Bueno, la respuesta es un alentador “sí”. Además, según manifiestan entusiasmadas quienes llevan adelante el proyecto, este promete sostenerse en el tiempo e, incluso, crecer hasta transformarse en un modelo de gestión que podría replicarse en muchas otras oportunidades, en otros lugares del país.

“Empezamos aprendiendo jardinería, a cuidar plantas ornamentales y después, con el transcurrir de los días, pensamos que quizás sería posible cultivar hortalizas en casa. Pero nuestra falta de experiencia hizo que exagerásemos con la cantidad de verduras que plantamos y después no teníamos dónde ponerlas”, recuerda Elizabeth Cuenca, una de las 15 vecinas del barrio que cultivan la huerta y el vivero instalado sobre un predio de 800 metros cuadrados. “Más tarde, cuando tuvimos una cantidad exagerada de plantines le pedimos apoyo al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), que ya nos venía acompañando para la urbanización del barrio, y nos prestó un espacio, que es donde armamos nuestra primera huerta a la entrada del barrio, que todavía existe”.

La que llaman la “huerta chiquita” es un espacio en el que hay frutales, árboles de papaya, limoneros, plantas nativas y flores. Está en una esquina poco visible para personas ajenas al barrio y la conservan como testimonio vivo de los difíciles comienzos, cuando ellas mismas cargaban herramientas, bolsas de tierra y los pesados pallets de madera para armar el espacio de cultivo.

En cambio, el nuevo predio, de unos 800 metros cuadrados en el que funciona la Vivera Orgánica ya como emprendimiento afianzado, tiene una oficina propia instalada en un container pintado con un colorido mural, dispone de un vivero espacioso amoblado con estanterías y mesas donde se exhiben plantines que exudan aromas y refrescan el aire, mantiene una compostera para elaborar abono con residuos orgánicos y un sistema de riego por goteo basado en mecanismos para reciclar el agua de lluvia.

Esta enorme huerta ubicada al final del Patio Gastronómico, un paseo de foodtrucks destinado a los visitantes, está abierta al público que llega los fines de semana para conocer o comprar algunas plantas. Es allí donde se cultiva el kale, las hojas de mostaza, las lechugas, los tomates y las 40 variedades de hortalizas que luego entregarán, cada 15 días, en 2 cajones a la cocina del Hilton. Además, obtienen un cajón por semana para cada una de las integrantes y comercializan kits de plantines para las huertas caseras de cientos de clientes que les compran a través de su cuenta en Instagram
https://www.instagram.com/viveraorganica.r/?hl=es-la

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