Con un ternero que pierde pesos, el feedlot disfruta el momento

El valor de la categoría de 180-200 kilos cae un 22% con respecto a noviembre pasado. Los corrales tienen una relación de compra/venta (invernada/gordo) positiva que se ha dado sólo en 10 ocasiones en los últimos 170 meses.

POR IGNACIO IRIARTE

Según el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), al 1° de mayo de 2024 se registraban 1,75 millones de cabezas encerradas en 1.101 feedlots, con un promedio de 1.590 bovinos por establecimiento.

En Buenos Aires había 550 mil cabezas encerradas; en Córdoba, 327 mil; en Santa Fe, 275 mil; en San Luis, 104 mil; en Salta, 127 mil; en Entre Ríos, 65 mil, y en La Pampa, 53 mil cabezas.

Tomando los distritos con más de 10 mil animales en corrales, en la provincia de Buenos Aires se registraron 60 mil cabezas encerradas en Trenque Lauquen en 13 feedlots; 30 mil en Saladillo (en siete feedlots); 20 mil en Rivadavia (8); en Carlos Tejedor, 19 mil (5); en Ameghino, 17 mil (3); en Mar Chiquita, 17 mil (8); en Villegas, 16 mil (10); en Lincoln, 16 mil (7); en Lobos, 15 mil (5); en Marcos Paz, 14 mil (3); en 9 de Julio, 13 mil (9); en San Andrés de Giles, 13 mil (5); en San Pedro, 13 mil (2); en Tandil, 12 mil (7); en 25 de Mayo, 12 mil (11); en Yrigoyen, 11 mil (5), y en Monte, 11 mil cabezas en cinco feedlots.

En Córdoba hay 107 mil cabezas encerradas en 61 corrales en el departamento de Río Cuarto; en Totoral, 30 mil animales (13); en Río Seco, 24 mil (11); en Juárez Celman, 22 mil (9); en Calamuchita, 21 mil (3); en Tercero Arriba, 19 mil (9); en Gral. Roca, 16 mil (11); en General San Martín, 16 mil (5); en Río Primero, 14 mil (16); en San Justo, 14 mil (18), y en Colón, 13 mil animales en 14 feedlots.

En Santa Fe, y siempre considerando sólo los departamentos con más de 10 mil cabezas, se destaca Caseros, con 55 mil cabezas (en 47 feedlots); Gral. López, 44 mil cabezas (42); Constitución 39 mil (16); Obligado, 31 mil (19); Iriondo 23 mil (16); en Rosario 17 mil (18); en Belgrano 12 mil (12) y San Justo, con 11 mil animales en 10 corrales.

En San Luis, en el departamento Pringles, hay 84 mil cabezas en dos feedlots, mientras que en Salta hay 37 mil cabezas en Anta (7); en Gral. San Martín, 47 mil (4), y Rosario de la Frontera, 17 mil cabezas (5). En Santiago del Estero, se destaca el departamento Robles, donde en siete feedlots hay 26 mil cabezas en engorde.

El momento que atraviesa la invernada

A causa de las lluvias, que demoran la comercialización, la salida de los terneros de los campos de cría viene atrasada; pese a presentarse una oferta inferior a la de años anteriores, el precio de la invernada no sólo no reacciona, sino que ha experimentado –en un contexto de alta inflación– algunas caídas en términos nominales.
En enero-marzo la comercialización de terneros fue un 18% inferior al año pasado, acentuándose la caída en abril, con una salida de los campos un 21% por debajo de igual mes del año pasado.

Por un lado, la zafra es menor, porque se están destetando 530 mil terneros menos que la zafra pasada; y por el otro, hay voluntad de recriar; además, las lluvias demoran la salida del destete.

Pese a la caída de la oferta, los precios reales del ternero se alejan cada vez más de los precios esperados por los criadores.

El valor del ternero de 180-200 kilos cae un 22% con respecto a noviembre pasado, y se aleja cada vez más del máximo contemporáneo, que se dio en mayo del 2022: unos $ 2.950 por kilo vivo, a plata de hoy (-25%).

Esta fuerte baja en términos reales se da pese a que invernadores y feedloteros disfrutan de una relación de compra/venta (invernada/gordo) muy favorable, cociente positivo que se ha dado sólo en 10 ocasiones en los últimos 170 meses.

La demanda por invernada está fría, cautelosa. La caída del precio de la invernada no es mayor porque la oferta es baja con respecto a otros años. Hay cierto desencanto en el mercado.

¿Por qué se demora la recomposición de los rodeos? Los criadores han sufrido en los últimos meses un impacto muy fuerte, sobre todo por la importante caída del precio real del ternero y del precio de la vaca de refugo.

El clima está jugando a favor, pero la inflación todavía es alta y la situación político-institucional sigue incierta.

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