El Gobierno negocia en secreto un acuerdo por el maíz con los exportadores

En privado, y al margen del paro lanzado por la Mesa de Enlace, busca crear con los exportadores un fondo como el del girasol que garantice precios cuidados a los productores locales. Planea sumar más actores para atomizar el reclamo liderado por la Sociedad Rural. El uso de YPF Agro será clave.

El Gobierno le ofreció a los exportadores de cereales llegar a un acuerdo que garantice precios cuidados del maíz para reabrir la exportación, dijeron dos personas con conocimiento directo de las conversaciones.

El acuerdo debería ser similar al que se firmó la semana pasada entre el Gobierno y la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) para el girasol, dijeron las personas que pidieron no ser nombradas porque las conversaciones entre las partes aún son privadas. El acuerdo del girasol garantiza precios locales a través de un mecanismo de financiamiento y compensación para productores que abastecen al mercado interno.

Los exportadores, aun cuando ven difícil implementar un fideicomiso de esas características con el maíz, aceptó reunirse con el Gobierno para analizar un esquema que garantice precios locales. Ambas partes acordaron que la reunión deberá incluir a toda la cadena, no solo a la Mesa de Enlace, sino también a asociaciones como Maizar y los compradores de maíz, en su mayoría feedlots, y a Coninagro, que no adhirió al paro lanzado por la Mesa de Enlace.

Voceros del gobierno declinaron comentarios. La Cámara desmintió que haya “conversaciones secretas para llegar a acuerdos sobre el maíz o el trigo» y aseguró que está «dispuesta, como siempre, a buscar mediante el diálogo las soluciones a las dificultades que el país enfrenta», en una serie de tweets en su cuenta oficial.

El convenio del girasol fue firmado por los ministros Luis Basterra (Agricultura, Ganadería y Pesca) y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Gustavo Idigoras, presidente de CIARA.

El objetivo que busca el Gobierno es asegurar el abastecimiento del mercado interno. Los exportadores procuran que sea sin distorsionar las condiciones de competencia de la producción, la comercialización y la exportación. El encuentro se está organizando y las conversaciones se mantendrán aun cuando la mesa de enlace haya llamado a un lockout de 72 horas a partir del lunes, dijeron las personas.

El paro comercial agrario no será atendido por el Gobierno y como expreso el Ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis: “el Gobierno no se va a mover un centímetro”, de la resolución que a fines de diciembre suspendió las exportaciones hasta fines de marzo. Quedan pocas semanas hasta la llegada de la próxima cosecha de maíz y el gobierno no teme desabastecimiento. Si no es aprobado para esta cosecha, el mecanismo que garantice precios locales del maíz desacoplados del dólar se aprobará para la próxima campaña.

Tanto la soja como el maíz cotizan a precios máximos de los últimos seis años. Y la suba se aceleró en diciembre, cuando el precio de la soja en el mercado de Chicago aumentó un 14%. El maíz un 15%. Por la suba de los precios internacionales los exportadores de soja y maíz tuvieron su tercer mejor diciembre en 10 años y se llevaron US$ 1.690 millones pese a los 21 días que las exportaciones estuvieron paradas por el paro de los aceiteros.

Desde agosto hasta hoy, el aumento del precio del maíz es del 50%, lo que explica la resolución del Gobierno que impide su exportación hasta marzo, cuando llega la nueva cosecha, para evitar que el precio internacional de la materia prima impacte en la venta en el mercado local, donde es usado para alimentar pollos, cerdos y ganado.

«El mundo demanda alimentos y suben los precios,» dijo Alberto Fernández el miércoles por la mañana en entrevista con Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos. «Pero los productores argentinos producen en pesos argentinos. Y hace años que no tienen aumentos de luz, gas, además tuvieron bajos aumentos en combustibles, tuvieron ayuda de la ATP. Entiendo que el maíz creció mucho y es una gran oportunidad para exportar, pero no entiendo por qué quieren cobrarle al argentino al mismo precio que paga el mundo. El mundo demanda carne, producen en pesos, pero ¿por qué los argentinos pagan el kilo de asado como lo paga un alemán?»

La suba de los precios internacionales de la soja y el maíz continuará al menos hasta marzo ya que la sequía por la que atraviesa Sudamérica, donde están Brasil y Argentina, que son dos de los tres mayores productores mundiales, continuará al menos hasta ese mes, según las Bolsas de Rosario y Buenos Aires. Los dólares extraordinarios que lleguen con la soja serán bienvenidos. Durante todo 2020, los productores obtuvieron ingresos por US$ 20.274 millones por sus exportaciones, y con estos precios el piso para 2021 queda en US$ 23.000 millones según cálculos del gobierno.

Pero si bien el aumento de la soja es buena noticia para las arcas de Argentina, con el maíz la situación será diferente porque la caída en la producción en la cosecha 2020-2021 será casi de un 10%, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y pasará de 51,5 millones de toneladas en 2019-2020 a 47 millones. Por ese faltante, la decisión de bajar la persiana está tomada y no se reabrirá la exportación a menos que haya un mecanismo que garantice precios locales no dolarizados para los productores de carnes que consuman maíz, aseguró una de las fuentes.

El papel de YPF

El gobierno, por último, no le teme al paro ordenando por la Mesa de Enlace reducida porque ahora tiene una herramienta para intervenir el mercado de comercialización de granos que no tenía en el 2008, la última vez que se enfrentó al campo. Se ilusionan con usar a YPF Agro para regular el precio del maíz. YPF Agro, una unidad de la petrolera nacida como consecuencia de la crisis del 2001 en la que los productores no tenían dinero para comprar gasoil y comenzaron a usar el trueque de granos por combustible, tiene stock de maíz para abastecer el mercado local, dijo una tercera persona con conocimiento de los planes del gobierno. En el 2008, cuando ocurrió la guerra con el campo, YPF Agro era de Repsol, pero desde el 2012 es del Estado Argentino y es una herramienta que podrá ser usada, dijo esa persona. Por lo pronto YPF declinó hacer comentarios.

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