Gral. Villegas: Docentes y alumnos reactivaron una fábrica de quesos abandonada

Estudiantes y docentes “reviven” una fábrica abandonada para producir lácteos. La comunidad educativa de la Escuela Agraria Nº1 de General Villegas avanzó con un proyecto que no solo sirve como aprendizaje práctico, sino que también abastece de alimentos al comedor estudiantil.

Estudiantes y directivos de la Escuela Agraria 1 de General Villegas, provincia de Buenos Aires, transformaron una fábrica de productos lácteos abandonada en un nuevo emprendimiento productivo.

La iniciativa proporciona una salida laboral valiosa para los jóvenes de la Escuela Profesional Secundaria (EPS), también abastece de alimentos al comedor estudiantil y beneficia a toda la comunidad, según destacaron desde la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires (DGCyE).

Desde que la fábrica cesó sus operaciones en 2017, el renacimiento de sus actividades marcó un paso en la educación técnico-profesional local.. Los estudiantes no solo aprenden técnicas de producción láctea, como la elaboración de quesos y dulce de leche, sino que también practican habilidades prácticas como el ensachetado, contribuyendo activamente al proceso productivo.

El proyecto, impulsado por el fondo de Educación Técnico Profesional provincial, permitió la adquisición de equipos modernos, como una caldera, facilitando así las prácticas educativas y productivas dentro de la escuela. “Esta revitalización no solo fortalece la industria local, sino que también cumple un rol crucial en la formación integral de los jóvenes, preparándolos para un futuro laboral con alta demanda en el mercado nacional e internacional”, explicaron.

La Escuela Agraria, fundada en 1971 con enfoque en lechería

En la escuela rural, comisiones cerradas de 15 estudiantes aprenden ejerciendo el oficio en el circuito productivo lácteo ganadero. “Queremos que nuestros estudiantes sean agentes transformadores de la realidad. El conocimiento que impartimos debe ser una llave para cambiar la realidad de su entorno, de su pueblo, a través de la elaboración de productos como quesos, dulce de leche, manteca o yogurt”, afirmaron desde el establecimiento educativo.

En este contexto, destacaron el orgullo palpable en los alumnos cuando ven el resultado de su trabajo: “Cuando los chicos consumen lo que ellos mismos han producido, se nota la alegría y el orgullo. Todo el esfuerzo vale la pena”, resaltaron.

En tanto, la Escuela Agraria, fundada en 1971 con enfoque en lechería, enfrentó desafíos significativos, como la inundación devastadora de 2017 que afectó severamente a la región. A pesar de los contratiempos, continúa formando técnicos agropecuarios con orientación lechera, adaptándose a las necesidades cambiantes del entorno, señalaron.

Finalmente, subrayaron que la escuela emerge como “un bastión de educación técnico-profesional y desarrollo comunitario, superando desafíos históricos para promover un futuro próspero y sostenible para sus estudiantes y la región”.

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