Radiografía del agro argentino

Breve, pero real radiografía de la tenencia de la tierra en Argentina.

Según el Registro Nacional de Tierras Rurales de la Argentina, creado por la ley 26.737 del año 2011, el 0,89 % de los propietarios poseen el 33,89% de la superficie con una extensión promedio de 22.000 hectáreas y el otro 99,11 % de propietarios se reparte el 66,11% restante.

El registro afirma que 26 millones de hectáreas corresponden a 1.250 titulares (0,1% de los propietarios privados), de los cuales 11.790.229,15 hectáreas son de firmas extranjeras, y de ellas, 1.877.885 hectáreas son propiedad de firmas que tienen domicilio en guaridas fiscales.

La nueva configuración de la producción agropecuaria, según el informe del Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) de la ex AFIP (ahora ARCA), en la Argentina actual, hay plantado, en producción agrícola, 34,3 millones de hectáreas, de las cuales 24 millones son arrendadas, administradas principalmente por los pool de siembra, que son los mayores contratistas del campo, asociados a grandes capitales estadounidenses, cotizan en la Bolsa de Nueva York, y los que financian esos pool de siembra son básicamente los mismos que compraron los títulos de deuda de la Argentina.

El SISA es un régimen de declaración obligatoria de datos de siembra ante la ex AFIP (hoy ARCA). De allí surge que en la campaña que pasó hubo 88.527 productores agrícolas en la Argentina, que sembraron un total de 37 cultivos. La mayoría de ellos sobre campos alquilados. La cantidad de productores se mantiene más o menos estable en los últimos años. Lo que sí se nota es un leve pero paulatino pase de hectáreas propias a arrendadas. Solo 10,3 millones de hectáreas siguen siendo explotadas por sus dueños.

El SISA presenta una oportuna estratificación, donde se refleja que la necesidad de alquilar tierras predomina en los segmentos de productores de mayor escala.

Los que siembran de 800 a 3.000 hectáreas tienen una relación de tres hectáreas alquiladas por cada una propia. Y algo parecido sucede con los productores de más de 3.000 hectáreas. Poseen 1,37 millones de hectáreas, pero alquilan otras 4,9 millones.

Si tomáramos de manera moderada diez quintales de soja por hectárea como un costo promedio para esos alquileres (que usualmente son pactados en plazos cortos de una campaña), se podría estimar que los productores agrícolas destinaron en el año 2024 unos 20 dólares por hectárea arrendada y que la renta percibida por los dueños de los campos suma un total de aproximadamente 4.800 millones de dólares en el año.

El informe de SISA asevera que en la Argentina son muchos los productores que no disponen de campo propio y arriendan toda la superficie que producen.

Los datos de la tenencia de la superficie implantada muestran que hay más personas involucradas en el negocio, ya que existen 88.527 CUIT, de los cuales no todos son productores. Sobre ese universo, se registraron 37.641 casos de personas o empresas que producen sobre campo propio, otros 40.274 casos que lo hacen sobre campo exclusivamente arrendado y 10.612 personas que combinan ambas situaciones.

¿Qué pasó con los precios de los granos?

La caída de los precios internacionales de la soja (y en menor medida del maíz y del trigo), la apreciación del tipo de cambio real y los derechos de exportación (las retenciones) generaron una crisis incipiente entre las empresas del sector agropecuario. Son varias las empresas que entran en renegociación de los pagos con sus proveedores.

Respecto de los precios internacionales, en el acumulado del año 2024, la soja sufrió un derrumbe del 23,3%, para situarse en torno a los 360 dólares por tonelada, la cifra más baja en términos reales desde octubre de 2006. Variaciones más acotadas, pero negativas al fin, tuvieron el trigo (-12,3%) y el maíz (-3,4%).

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