Reservas: El Gobierno confía en los dólares del campo

El Gobierno confía en su estrategia hasta la llegada de los dólares de diciembre. Consideran desde el equipo económico que los problemas de divisas continuarán durante el resto de octubre y noviembre. Pero ya en diciembre desde el Banco Central se tiene cronometrada la llegada de dólares provenientes de las campañas de cosechas fina y gruesa.

El Gobierno confía en que su estrategia cambiaria se mantendrá hasta fin de año y que no hay mayores motivos para alterar lo ya planificado para el 2022. Consideran desde el equipo económico que los problemas de divisas continuarán durante el resto de octubre y noviembre. Pero ya en diciembre desde el Banco Central se tiene cronometrada la llegada de dólares provenientes de las campañas de cosechas fina y gruesa, lo que hará que vuelva la calma al mercado cambiario y se revierta la tendencia negativa actual de mayor demanda que oferta, algo que, afirman desde el oficialismo, era esperado por cuestiones estacionales.

Mientras tanto, y hasta el regreso de los dólares trigueros (desde diciembre) y sojeros y maiceros (desde marzo), se sabe que habrá que enfrentar una batalla cada día, en búsqueda de equilibrios permanentes que eviten alteraciones inoportunas. Menos en tiempos electorales. Nada que la experimentada conducción del BCRA no haya vivido antes. Pero que en las circunstancias políticas actuales merece atenciones particulares.

Es en este sentido que se decidió desde el directorio de la entidad que maneja Miguel Pesce actuar para terminar con una operatoria importadora que estaba alterando la estrategia oficial: el adelantamiento de pago de importaciones, especulando con alteraciones cambiarias futuras y que afectaban el equilibrio de pagos vs. despachos de mercaderías. Hacia delante, la aceptación para la liberación de divisas destinadas a importaciones obedecerá a un mecanismo de relojería fina, buscando que sólo salgan de las reservas del BCRA divisas que realmente tengan destino los insumos para la producción industrial y los bienes de consumo finales que efectivamente sean colocados en el mercado interno. Afirman en la entidad que no habrá mayores restricciones técnicas o legales para importar, pero no se podrá comprar mercadería al exterior sin que esta ingrese al mercado interno.

Tampoco si tienen mercadería ya comprada y no ingresa al país. Las empresas y particulares que quieran adquirir e ingresar productos desde el exterior, no podrán hacerlo si aún no tienen los certificados sellados y aprobados que determinen que no poseen mercadería similar ya adquirida en el exterior pero no colocada en el mercado interno. Este mecanismo ya comenzó ayer, en una rueda donde la entidad compró unos u$s100 millones, y sólo quedaron sin participación los importadores que aún todavía tienen mercadería comprada sin ingresar al país. Se aclaraba ayer que no habrá ninguna persecución ni limitación legal a la importación de insumos ni para bienes finales, y que no se aplicará ninguna traba aduanera para el ingreso de mercadería. Pero que mientras duren las restricciones de divisas y el cuello de botella entre demanda y oferta de dólares por cuestiones temporales vinculadas a la falta de liquidación de exportadores, habrá sintonía fina para habilitar divisas.

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