A las puertas de una campaña gruesa de dudosa rentabilidad

Si bien las esperadas lluvias llegaron a gran parte de la región núcleo, preocupan los resultados económicos de la campaña 2024/25, que ahora depende de los precios a cosecha y del manejo agronómico.

POR JOSÉ LUIS AMADO –PERIODISTA AGRO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD

Con la siembra de maíz ya en marcha en gran parte del país y la región núcleo, los precios de los granos continúan muy bajos. A la vez, ha aumentado el costo en quintales por hectárea de los cultivos, pese a la caída en el precio de los insumos. Los márgenes en la región núcleo muestran un escenario preocupante para todos los cultivos y en particular para la soja de primera.

Las lluvias, se hicieron esperar, pero llegaron en el momento justo. En el preciso momento que los cultivos de trigo comenzaban a perder potencial de rinde y mientras el maíz de primera ya comenzaba a sufrir. Además llegaron en el exacto momento en que se comienza con la siembra de soja de primera. Por esto, ahora echemos una mirada al negocio agrícola.

En este sentido, no hay novedad si uno dice que los precios de los granos siguen bastante bajos a lo esperado para esta fecha. Al mismo tiempo, el costo en quintales por hectárea de los cultivos aumentó, a pesar de la reducción en el precio de los insumos. De esta forma, los márgenes en la región núcleo presentan un panorama preocupante para todos los cultivos, especialmente para la soja de primera.

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario, destacaron que en campos arrendados, que representan cerca del 70% de la producción, en soja de primera se necesitan obtener al menos 4300 kilos por hectárea para cubrir los costos y en campo propio se necesita lograr unos 3000 kilos por hectárea.

Ante esta realidad, el productor se ajusta al máximo a lo planificado y los asesores hacen malabares para respetar esa lógica decisión, pero a la vez lograr un manejo que no perjudique el rendimiento de los cultivos.

Números al rojo

Un dato no menor es el que indica que la soja de primera tiene un costo total de implantación y protección que ronda los 300 dólares por hectárea (USD/ha), para manejos promedios en la región. En dónde el costo de los herbicidas representa en términos medios valores de 110 a 130 USD/ha, al cual hay que sumarle el costo del trabajo de pulverización, con lo cual habría que calcular una inversión de entre 4000 y 5000 kilos por hectárea de soja.

Y el tema se complica aún más con el cultivo de maíz, dado que para salir hecho hoy se necesitan 7800 kilos por hectárea en campo propio y de hasta 9800 kilos por hectárea en campo alquilado.

¿Cómo se llega a estos valores?

La respuesta es sencilla, porque además del costo en herbicidas que puede representar entre 6000 a 8000 kilos en maíz, hay dos costos muy importantes, uno es la semilla que puede variar desde 130 a 230 USD/ha y el otro es la fertilización que representa un costo de 200 a 220 USD/ha.

En cuanto al cultivo de trigo, y hablando en números redondos, el productor necesita hoy de 3300 a 3500 kilos por hectárea en campo propio y 4300 kilos por hectárea en campo alquilado para cubrir los costos.

Por último, en soja de segunda, y en campo propio son necesarios 1100 a 1200 kilos para salir hecho, mientras que en campo alquilado se eleva de 1800 a 2300 kilos por hectárea.

Fuerte caída anual

Ahora va el dato más preocupante. Respecto a un año atrás, la caída en la rentabilidad de la soja de primera en campo propio es de aproximadamente unos 150 USD/ha. Mientras que en campo alquilado, la caída es menor, rondando los 30 USD/ha.

Este desplome se debe principalmente a la evolución negativa del precio de la oleaginosa en los últimos meses, reflejada en el precio a cosecha (mayo de 2025) que se ubica en 290 USD/TN, frente a los 332 USD/TN de hace un año.

El maíz en campo propio también cae: la diferencia entre los márgenes (de hoy vs un año atrás) es de 30 USD/TN. El cereal cotiza para abril 2025 a 184 USD/TN mientras que hace un año estaba en 180 dólares.

Del análisis se desprende que los bajos márgenes obligan a ajustar el manejo de los cultivos, más aún en campos alquilados. Y, tal como puede apreciarse, los resultados no dependerán solo de la parte agronómica sino de qué precio tendrán los granos en el momento de la cosecha 2025 y fundamentalmente de lo que ocurra en materia climática. Demasiadas variables.

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