La Secretaría de Comercio avanza con el fideicomiso del trigo. Todo en función en la idea de “desacoplar” precios. Dicen que esta será la única herramienta y que no habrá cambios en retenciones o cupos de exportación.
El Gobierno sigue el minuto a minuto del precio internacional de los alimentos por el impacto que puede tener en los precios locales. La guerra entre Rusia y Ucrania llevó a un alza histórica en los commodities y, dentro del oficialismo, creen que todavía no llegaron al techo. La inflación en alimentos cerró en enero en 4,9%, el valor más alto en esa categoría desde que asumió el gobierno del Frente de Todos en 2019.
Por este motivo, la Secretaría de Comercio Interior aceleró el cierre de un mecanismo para “desacoplar” precios internacionales, a través del lanzamiento del fideicomiso del trigo. Mientras tanto, en el Ministerio de Agricultura descartan nuevas medidas, como cupos de exportación o retenciones. La cartera que conduce Julián Domínguez asegura que su objetivo es dar “previsibilidad” a los productores y exportar más. Anticipan que, en caso de tener que tomar alguna medida, será una “administración fina y concertada” con el sector.
“Si no hubiera sucedido lo de Rusia y Ucrania, los precios de la soja y los cereales estarían bajando en 2022”, explicó Federico Vaccarezza, economista especializado en comercio exterior. Sin embargo, desde que se desató el conflicto, los commodities volvieron a trepar a valores récord, dado que “estos países representan el 18% de las exportaciones mundiales”, agregó. El trigo cotizó a u$s388,9 la tonelada, lo que representó un aumento diario del 5,4% y el valor máximo de los últimos 14 años.
Ante este panorama, la Secretaría de Comercio, que encabeza Roberto Feletti, aceleró las negociaciones para cerrar el fideicomiso para el trigo, que venían trabajando desde hace tres meses, sin acuerdo entre las partes. Para Feletti, se trata de un mecanismo para “desacoplar” los precios del mercado interno de los valores internacionales de uno de los principales cultivos de exportación. En la práctica, funciona como un subsidio cruzado entre privados, dado que los exportadores ponen parte de la renta para atenuar saltos de precios en las materias primas y así evitar shocks en productos de primera necesidad.
“Aunque ya se venía trabajando, el conflicto en Ucrania demuestra la necesidad del instrumento”, afirmaron fuentes del Ministerio de Desarrollo Productivo. Pese al rechazo del sector agropecuario, quedarán afectadas 750.000 toneladas de trigo para que el subsidio cruzado contenga los precios de la harina 000 y del paquete de fideos de medio kilo. Si no, los aumentos en góndola deberían ser de alrededor del 22%, según Comercio, por lo cual no podrían ser abastecidos en el listado de Precios Cuidados.
Pese al pedido de Feletti de avanzar con otros mecanismos de “desacople”, como son los derechos de exportación o los cupos, en el Ministerio de Agricultura descartaron tomar nuevas medidas. Así lo aseguró Julián Domínguez en una conferencia de prensa: “Este Ministerio quiere dar certeza y previsibilidad al productor, hasta el cansancio lo estamos diciendo. Se eligieron otros mecanismos, como el fideicomiso, que nosotros planteamos que lo administre el sector privado”. Además, agregó: “Vamos a resolver estas contingencias producto de la volatilidad. Bienvenido que tengamos precios altos. El instrumento es el fideicomiso para asistir a la producción de la harina y el pan, no vamos a tocar retenciones”.
También Domínguez aseguró que está a favor de “acercar el productor a la góndola”, pero dijo que las propuestas de empresas nacionales productoras de alimentos no forman parte de su cartera y que “no conoce” las iniciativas de Desarrollo Social o Comercio Interior. “Este Ministerio quiere que se exporte más. El que decide la política agropecuaria es este ministro con el Presidente. Los mercados internacionales se respetan todos”, afirmó Domínguez, consultado sobre el futuro de la carne, ante la menor oferta que habrá tras los incendios en Corrientes.
Dentro del equipo de Domínguez consideran que los precios internacionales podrían seguir altos y hasta se podrían “profundizar” las subas. Fuentes oficiales comentaron que este panorama obligará al Gobierno a una “administración muy fina e inteligente entre oferta, producción, exportación y consumo interno, sin posiciones rígidas”. Cualquier medida será “concertada con el sector privado” y “basadas con sustento técnico”, comentaron dentro del ministerio.