Argentina vs Uruguay, dos maneras de enfrentar el alza de los alimentos

Mientras en Argentina se intervienen mercados y se suben impuestos, en Uruguay se bajan impuestos y se vende más.

POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- PARA DIARIO LA VERDAD

La “guerra” contra la inflación que propuso el Presidente Alberto Fernández, a priori, no estaría dando los resultados esperados. Quizás uno de los ejemplos más elocuentes hayan sido las imágenes dantescas que se vieron cuando casi un centenar de personas faenaban y robaban cerdos de un camión volcado en la Ruta 9 en cercanía de Marcos Juárez, Córdoba.

Esta semana el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti reunió lo que en las redes se llamó “la Mesa 10 de Marzo” compuesta por el Gobierno, las empresas fabricantes de alimentos y los supermercadistas con la idea de retrotraer el precio de 580 productos de la canasta básica al día 10 del mes pasado. También Feletti se estuvo reuniendo con el sector panadero para cerrar un acuerdo que sostenga el precio del kilo de pan por debajo de los 300 pesos.

Estas medidas indican que Feletti está firme en su misión de intervenir los eslabones de la cadena agroalimentaria para bajar el precio de los alimentos. A su vez, también está convencido, y así lo manifiesta abiertamente, que se deberían aumentar los derechos de exportación a todos los granos, es decir a la soja, el maíz y el trigo, algo en lo que no concuerdan ni el ministro de Producción Matías Kulfas, ni el ministro de Economía Martín Guzmán.

En concreto, su propuesta es mayor intervención del Gobierno en la composición del precio de los productos y al mismo tiempo, y si lo dejan, aumentar la presión impositiva a los productores primarios, algo que va a contramano de producir más y bajar los precios. Es decir, todo lo contraria a lo que está haciendo Uruguay.

El caso Uruguay

Está claro que el país vecino está planteando otro tipo de “guerra” que la que aquí se proyecta. Por estos días, se conoció que el gobierno uruguayo también manifestó preocupación por el aumento de precios en los productos de canasta básica, como el corte de asado, los huevos y la harina de trigo. Aunque estas alzas, obedecen a la invasión rusa a Ucrania y la grave sequía sobre los cultivos que dispararon los precios en los mercados internacionales y no a la emisión de dinero, principal causa de la inflación local.

Lo cierto es que la sequía, una de las más importantes en la historia del Uruguay, y las altas temperaturas golpearon duro a los productores charrúas, principalmente a las granjas avícolas que sufrieron miles de muertes de gallinas ponedoras.

En este marco, el Gobierno uruguayo decidió hacer todo lo contraria que aquí. Así resolvió eximir el impuesto del IVA (22% sobre el precio del producto) a los fideos y a los productos panificados durante 30 días, con posibilidad de extenderlo por más tiempo.

No solo esto, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, también redujo el IVA al asado vacuno lo cual hizo caer el precio en un 10 por ciento a valor de mostrador.

Esta medida tuvo impacto inmediato en el precio de la carne vacuna. Tal es así que hace unas horas se conoció que el Instituto Nacional de Carnes (INAC), de ese país, a una semana de implementación de la medida comunicó que aumentó la venta del asado en un cincuenta por ciento.

“El balance de las medidas es positivo. Los distribuidores y carniceros reportan ventas de asado un 50% por encima de la demanda normal para la última semana del mes y en este momento del año”, dijo Conrado Artagaveytia, presidente del Instituto.

Dicen algunos economistas que la historia indica que intervenir mercados contrae la oferta y la eliminación de impuestos la aumenta. Roberto Feletti acá, como Don Quijote de la Mancha, sigue peleando contra los molinos de viento.

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