Biotecnológica china apuesta por el maíz transgénico para ser la próxima Monsanto

Mientras China se prepara para abrir su mercado de maíz de 120.000 millones de dólares a semillas genéticamente modificadas (GM), la poco conocida Dabeinong Biotechnology espera cosechar los beneficios de las primeras inversiones en biotecnología y una ley que mantenga al margen a las empresas extranjeras.

La comercialización tan esperada de maíz transgénico en el segundo productor mundial aumentará significativamente los rendimientos, reduciendo la necesidad de importaciones. También puede estimular la reforma esperada de un sector de semillas caótico y con exceso de oferta, dicen los expertos de la industria, creando un nuevo mercado multimillonario que eventualmente puede abrirse a los gigantes mundiales de semillas.

Las nuevas regulaciones, redactadas el mes pasado, establecen por primera vez los pasos necesarios en China para la aprobación de variedades de maíz que integran rasgos transgénicos, allanando el camino para que el mercado se abra tan pronto como el próximo año.

Beijing ha dejado en claro que defenderá a las empresas locales en tecnología de semillas, y Dabeinong es la empresa más grande con un maíz resistente a insectos y tolerante a herbicidas ya aprobado como seguro por el Ministerio de Agricultura.

Dabeinong Biotechnology se fundó en 2011 como una unidad de negocios del gran productor de alimentos para animales, Beijing Dabeinong Technology Group Co. Ltd.

La empresa matriz llegó a los titulares en los Estados Unidos después de que un alto ejecutivo se encontrara entre varias personas acusadas de robar semillas de maíz de los campos de Iowa e Illinois. Por ese delito, el ejecutivo que es familiar del fundador del grupo, Shao Genhuo, fue encarcelado durante tres años en 2016.

Desde la empresa Dabeinong dicen que cumplen estrictamente con la ley y están tratando de reconstruir su imagen. Por ahora, los rasgos del maíz de Dabeinong utilizan genes que fueron descubiertos y comercializados por otras empresas, pero que no tienen patente. Y destacan que la firma de biotecnología está trabajando en sus propios genes, aunque aún no se han aprobado.

Para garantizar su ventaja de ser el primero en actuar, Dabeinong está contratando más personal comercial y en septiembre invitó a las empresas de semillas a visitar las parcelas de prueba en Mongolia Interior y la provincia de Henan plantadas con maíz que contiene los rasgos de la marca Fengmai. De todas formas, ya tienen acuerdos de licencia con casi 200 empresas de semillas.

La competencia
China cosechó 261 millones de toneladas de maíz en 2020/21 de unas 41 millones de hectáreas, principalmente para alimentar a sus enormes granjas de cerdos y pollos. Sin embargo, cada hectárea rindió solo alrededor del 60% de la cantidad de maíz en promedio que se producen en los Estados Unidos.

Otro dato indica que alrededor del 70% de las semillas de maíz que se venden en el noreste de China ya son semillas transgénicas criadas ilegalmente. Es por esta demanda que se estima que Dabeinong no estará sola por mucho tiempo.

Aunque los gigantes mundiales de semillas como Corteva Inc, con sede en EE. UU., y Bayer no pueden ingresar al mercado de transgénicos de China, Syngenta, el tercer productor de semillas del mundo propiedad de Sinochem Holdings de China, espera convertirse en líder del mercado.

Syngenta es un actor importante en semillas transgénicas, pero como fue comprada en 2017, todavía está poniéndose al día en China en el prolongado proceso para obtener certificados de bioseguridad por parte de los reguladores.

Otra competencia es la de Hangzhou Ruifeng Biotechnology, una pequeña empresa fundada por el profesor universitario Shen Zhicheng, quien tiene una línea de semillas resistentes a insectos y tolerantes a herbicidas aprobado como seguro por Beijing. La empresa también utiliza algunos genes nuevos.

La otra es Yuan Longping High-tech Agriculture Co Ltd, respaldada por el conglomerado estatal CITIC, la cual también está desarrollando transgénicos. Mientras tanto, el momento exacto del maíz transgénico aún es incierto.

Finalmente destacar que, bajo las nuevas reglas, las variedades de semillas que integran rasgos transgénicos deben someterse a una prueba de producción de un año, y no está claro si Beijing aceptará los datos ya recopilados por Dabeinong.

«Tenemos dos planes, uno más agresivo para la producción comercial de semillas en 2022 y otro para 2023», dijeron de s de la empresa y cerraron con un «Estamos esperando el mensaje del gobierno».

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