Cayó el precio global del trigo, ¿bajará el precio del pan?

Ahora que cayó el precio mundial del trigo, ¿bajará el precio del pan en las panaderías?.

El 22 de febrero de este año, en la antesala de la invasión de Rusia a Ucrania, el trigo cotizaba en el mercado de Chicago a 310 dólares por tonelada. Pocas semanas más tarde, con los tanques rusos bien adentro de la frontera ucraniana, el cereal llegó a tocar los 463 dólares por tonelada. Pero en el último mes, el valor internacional del trigo experimentó una brusca caída hasta llegar hoy a los 296 dólares por tonelada para la posición septiembre 2022, un precio más bajo que al inicio de la guerra.

“Estamos en julio y está entrando el 90 por ciento de la cosecha mundial de trigo, y en términos generales es una buena cosecha, entonces el tema de la guerra queda en un segundo plano y el mercado se estabiliza. Además, todo el mundo está saliendo de los activos de riesgo y está yendo al dólar, y eso les pega a todos los commodities”, explica en diálogo con Clarín Rural Sebastián Gavaldá, director de la consultora Globaltecnos.

En paralelo a esa parábola del cereal en el plano global, en la Argentina también se observó un alza del precio del trigo, que pasó de 261 dólares por tonelada el 22 de febrero a 386 dólares por tonelada a mediados de mayo. En ese escenario, alegando un efecto indeseado en el precio local del pan, el Gobierno implementó medidas como un cupo de exportaciones de 14,5 millones de toneladas y un fideicomiso para subvencionar el precio de la harina a los panaderos. Además, fijó el precio del pan en 270 pesos por kilo.

En el nuevo escenario, con la baja del precio internacional del trigo, cabe preguntarse: ¿bajará ahora el precio del pan?

“El pan no subió porque subió el trigo y tampoco va a bajar porque baje el trigo. El precio de la harina es un componente más dentro de todos los costos que tiene el pan -fletes, energía, mano de obra-, no afecta mucho”, afirma Gavaldá.

Hay que aclarar que el mercado local de trigo no copió fielmente la baja global. Desde los 386 dólares por tonelada a mediados de mayo el trigo local cayó a 317 dólares por tonelada, una merma importante pero el precio aun está muy arriba de los 261 dólares previos a la guerra.

“El precio internacional del trigo ha experimentado una constante volatilidad a la suba y a la baja. Ahora estamos viendo una baja que no se traduce en nuestro país. Hemos visto techos de 52.000 pesos por tonelada en trigos de calidad y ahora estamos en 45.000, no es la baja que se observa en el mundo porque más allá de un precio internacional siempre hay un microclima en los mercados de disponibilidad de cada uno de los países que producen que determinan el precio”, dice Diego Cifarelli, Presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM).

Luego explica que la Argentina ya exportó los 14,5 millones de toneladas que estaban previstos y se están efectuando más compras de la exportación para la nueva campaña. “Hay una oferta y demanda local más allá del precio internacional, que es orientativo”, dice.

Pero Gavaldá brinda otra mirada. “En el plano local, estamos con las exportaciones de trigo disponible cerradas porque ya se completó el volumen de equilibrio de 14,5 millones de toneladas. Para el trigo nuevo hay un volumen de equilibrio de 10 millones de toneladas de las cuales ya se vendieron 9, y para el millón que queda tiene que estar la compra declarada, el barco nominado y una declaración jurada de 30 días, con lo cual hasta que no empiece la cosecha no se puede vender más trigo. Así que hoy tenés el precio del trigo local disociado del mercado internacional. Todo lo que pase afuera no importa porque acá no se puede exportar, el precio depende de lo que quieran pagar los molinos y lo que esté dispuesto a aceptar el productor”, dice.

Luego asegura que hay mucho trigo en manos de los exportadores, “por lo menos 3 millones de toneladas que no se van a exportar y que les irán vendiendo a los molinos de a poco”. “Los molinos tienen el famoso fideicomiso, el fondo estabilizador de trigo, que sale de los dos puntos de retenciones a la harina y aceite de soja, que les da un subsidio por la harina que venden”, recuerda el analista.

Al respecto, Cifarelli afirma: “El fideicomiso implementado por el Gobierno busca desacoplar el macroclima internacional del precio de la harina para los panaderos, pero nosotros ya hemos rechazado esta herramienta porque estamos convencidos de que la harina no determina el precio del pan. Por momentos ha oscilado en una incidencia del 15-18 por ciento, como máximo un 23-24 por ciento, pero no es el factor determinante para el precio del pan”. Fuente: Clarín

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