La interrupción de las cadenas de suministro durante la pandemia de coronavirus aceleró la decisión del gobierno de Xi Jinping por mejorar su producción cerealera y desarrollar nuevas variedades de cultivos. Por esto China quiere seguridad alimentaria y hará el banco de semillas más grande del mundo.
Con una población de 1.395.380.000 personas, en diciembre pasado las autoridades de China, la segunda economía del mundo, decidieron que el sector de semillas es vital para garantizar el suministro de alimentos a sus habitantes.
Sobre todo después de la experiencia que implicaron las cuarentenas en todo el mundo durante el 2020 por la pandemia de coronavirus, y cómo éstas impactaron en la cadenas mundiales de suministro.
Lo cierto es que el ministro chino de Agricultura y Asuntos Rurales, Tang Renjian, anunció que el gigante asiático completará un nuevo banco nacional de germoplasma -material genético vivo- de cultivos en 2021 que será el más grande del mundo, con una capacidad proyectada en 1,5 millones de copias, con lo que cuadruplicará la capacidad existente. Este banco le permitiría a China tener siempre semillas disponibles para sembrar en cantidad lo que consume su población.
Tang se refirió a las semillas como el «chip» de la agricultura y evaluó que los bancos de semillas son la base de la innovación en la industria de las semillas, lo citó Xinhua. El objetivo del banco anunciado hoy es impulsar la capacidad china de desarrollar nuevas variedades de cultivos y mejorar la seguridad alimentaria, reseñó Reuters.
Acelerar la modernización agrícola
A inicios de año, el ministro había afirmado que China asegurará la producción cerealera, desarrollará la industria de las semillas y reforzará la protección de tierras de cultivo en 2021 para promover la vigorización de las zonas rurales y acelerar la modernización agrícola y rural.
Lo harán con investigación de tecnologías fundamentales, el lanzamiento de grandes proyectos para el cultivo de semillas biológico y creará reservas de semillas de cultivos y especies de peces marinos y de ganado, dijo Tang. China se esforzará para que la producción cerealera supere los 650.000 millones de kilogramos este año, a fin de garantizar el suministro de alimentos del país, lo citó Xinhua.
El actual banco de semillas de China no puede satisfacer las necesidades de desarrollo, afirmó hoy el funcionario al visitar la Academia China de Ciencias Agrícolas en Beijing, donde se emplaza el banco de semillas.
«El nuevo banco nacional de recursos de germoplasma de cultivos no solo debe estar bien establecido, sino que también debe usarse bien», dijo Tang, y admitió que la industria china de semillas no se equipara a la actual capacidad de innovación de la que tienen países desarrollados. Hasta ahora, el sector semillero chino estaba fragmentado y sus empresas carecen aún del extenso germoplasma recolectado por las principales empresas agrícolas multinacionales.
El ministro aseveró que China debe asegurarse de mantener su ventaja competitiva en variedades de arroz y trigo, al tiempo que reduce la brecha con otros países en maíz, soja, cerdos y vacas lecheras.
Bancos de especies de semillas
Actualmente, el mayor banco o colección mundial de variedad de semillas está en Noruega, el «Global Seed Vault» (Bóveda Global de Semillas). Su objetivo no es primariamente garantizar la seguridad alimentaria de un país, aunque sí lo es preservar la biodiversidad global de semillas y así tener un respaldo de especies de plantas para el caso de un desastre natural o hambruna.
Tiene espacio para atesorar hasta 4,5 millones de especies de plantas de cultivo, y cada especie a su vez tiene un promedio de 500 semillas. La bóveda no alberga especies modificadas genéticamente ya que la ley noruega lo prohíbe. En vistas del cambio climático, ese ambiente gélido del Ártico es clave para constituir un resguardo de temperatura para conservar las semillas. Es una caverna en la montaña, en el archipiélago de Svalbard, a 1200 kilómetros del Polo Norte.
Está inspirado en otro banco de semillas, ubicado en San Petersburgo y que fue fundado por el biólogo ruso Nikolai Vavilov quien durante la Segunda Guerra Mundial preservó infinidad de semillas para lo cual había realizado múltiples expediciones científicas para recolectarlas de diversos cultivos y sus ancestros silvestres.
Las atesoraban en la Estación Experimental Pavlovsk, a 45 kilómetros de Leningrado (la actual San Petersburgo). Cuando la ciudad fue sitiada en 1941, las autoridades evacuaron obras artísticas pero no así la colección de semillas, raíces y frutas, por lo que fueron los propios científicos de esa estación los que se ocuparon de preservarla, incluso con sus vidas.
Al día de hoy, el Jardín Botánico e Instituto de Investigación Panruso N.I. Vavilov sostiene que posee la colección de genética vegetal más antigua del mundo, principalmente en forma de semillas meticulosamente catalogadas que provienen de toda la tierra.