Cifarelli: “No puede ser que el trigo no tenga un resultado positivo para el productor”

POR JOSÉ LUIS AMADO –PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD

La semana pasada se conoció que el juninense Diego Cifarelli, fue reelegido por séptima vez consecutiva frente a la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM); la poderosas institución que reúne a los molinos harineros más importantes del país. Por tal motivo y aprovechando el comienzo de la cosecha de trigo, fue entrevistado por GRUPO LA VERDAD.

En cuanto a cómo está viendo la industria molinera en el inicio de cosecha, Cifarelli explicó que “La actual es una campaña en la que el productor aportó fuerte al cultivo…, yo estimo que la cosecha va estar entre 18 a 20 millones de toneladas y con trigos de muy buena calidad. Aunque hay que advertir que existe un stock de trigo muy alto, en torno a los 4 millones de toneladas. Si sumás, estaríamos hablando de un stock total de casi 24 millones de toneladas de trigo. Es un montón de trigo”, comenzó explicando Cifarelli.

Luego advirtió que esta cantidad de cereal pone una luz amarilla sobre el negocio. “Que tengamos tanto trigo nos representa todo un problema. Hoy tenemos a Rusia, Estados Unidos y Australia con más oferta de trigo; por lo cual, si bien el mercado mundial y el consumo de trigo es mayor, hoy hay mucha disponibilidad. Por eso estamos viendo precios que no superan los 180 a 190 dólares la tonelada. Incluso arriesgo que no es un mal precio teniendo en cuenta que hay mucho trigo y que nosotros estamos en plena cosecha”, reveló.

En cuanto al consumo local, Diego Cifarelli entiende que “de esos 24 millones de toneladas, la molinería va a consumir 7 millones, por lo que quedarían 17 millones, sacale 2 millones para stock final, quedan 15 millones. Y acá está el tema: ¡hay que exportar 15 millones de toneladas! Cuando lo máximo que Argentina exportó fueron 13 millones hace tres años. Además, no creo que podamos exportar todo lo que necesitamos exportar, porque nuestro precio está por sobre el precio mundial”, destacó.

Y en la misma línea recalcó que “Por todo lo anterior, no podemos seguir pagando lo que se está pagando de retenciones. No sé en otros cultivos, pero hoy el trigo no tolera una retención a la exportación del 12% y del 7% a la industria molinera. ¿Por qué?, porque necesitamos si o si exportar. ¿Por qué?, porque si no logramos exportar nos va a quedar mucho remanente y el precio se va a destrozar. Y después no le vayamos a pedir al productor que vuelva a sembrar trigo, porque no lo va hacer dado que va a perder plata. Esto es un círculo virtuoso y los funcionarios deberían hacer inteligencia comercial. No puede ser que un cultivo como el trigo no tenga un resultado positivo para el productor”, acentuó Cifarelli.

“En lo personal, no pierdo la ilusión que el gobierno vaya a resolver el tema de las retenciones. Lo que sí me preocupa es que este tema no está dentro de la agenda de los próximos meses. Estas retenciones se pusieron con la excusa que eran para equilibrar los precios domésticos con los internacionales, y bla, bla, bla, pero, pero ahora eso ya no se sostiene más, porque todos sabemos que se trata de una política extractiva hacia el sector productivo. Y esto no puede pasar, hay que normalizarlo porque los productores están perdiendo demasiado dinero”, explicó.

Respecto a cuánto representa la harina de trigo en el precio del kilo de pan, Cifarelli destacó que “hoy la harina representa un 17% del costo total del kilo”. Además explicó que podría existir aumentos en el kilo de pan, pero que esto no depende del precio de la harina sino que sería por otras variables, por ejemplo la incidencia de las tarifas de gas y luz.

Sobre cómo ve el gobierno del presidente Javier Milei, Cifarelli explicó que “desde el punto de vista empresario están entusiasmados con la normalización de la macroeconomía, una variable que desde hace años los ha mantenido nerviosos. Fundamentalmente por la variabilidad del tipo de cambio y por las tasas de interés que volaban. Bueno…, esos empresarios ya no tienen esa incertidumbre y esto los tiene entusiasmados. Pero lo que no lo entusiasma es que tienen que empezar a trabajar nuevamente sobre los costos. Porque en un modelo en dónde las empresas ganaban dinero solamente por quedarse con la mercadería por culpa del modelo inflacionario, la optimización de costos no existía. Ahora esto cambió, y se van a proyectar solo aquellos que optimicen los costos de la empresa. Porque cuando se normalizan las variables, solamente progresan los que tienen bien aceitados los procesos productivos”, cerró el presidente de la FAIM.

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