Según un informe, son más de 22 millones de hectáreas las que se encuentran en estado de “sequía severa”, esto complica el panorama en la zona núcleo. En este marco se empezaron a conocer los resultados de la cosecha de trigo.
POR JOSÉ LUIS AMADO –PERIODISTA AGROPECUARIO- ESPECIAL PARA DIARIO LA VERDAD
Según el último informe de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, institución conformada por diferentes organismos públicos, son más de 22 millones de hectáreas las que se encuentran en condiciones de sequía severa. El informe, que aporta datos actualizados al 24 de noviembre pasado, especificó que hay un total de 163.612.154 hectáreas afectadas por la ausencia de lluvias, de las cuales más de 22 millones se encuentran en una condición severa.
La situación es realmente dramática, y tanto es así que la provincia de Buenos Aires de un total de 135 distritos que la componen, 78 están en situación severa. Con la misma problemática hay 17 Departamentos de Córdoba, 13 Departamentos de Santa Fe, 9 Departamentos de Entre Ríos y 8 Departamentos de San Luis. Como se puede apreciar, en esta región, se encuentran los mejores suelos de Argentina y por lo tanto las posibilidades de mayor productividad. Pero esto no será así.
En las zonas de sequía, el impacto se refleja en el retraso de las fechas de siembra, donde en el caso de la soja y el maíz ese retraso es el más elevado de los últimos años y hay mucha incertidumbre sobre el impacto que habrá en términos productivos y de ingreso de divisas. También hay un efecto negativo en la ganadería, con aceleración de la venta de hacienda de los campos y ventas de vientres.
El informe también plantea que, aunque se registraron eventos de lluvia locales que favorecieron el almacenaje de agua en suelo, esto no alcanza para revertir las condiciones de sequía. Los especialistas destacan que para el próximo trimestre, las condiciones se presentan con mayor probabilidad de ocurrencia de lluvias, aunque por debajo de lo normal, y con temperaturas superiores a lo normal.
La siembra
La actual situación climática está provocando un retraso récord en la siembra de soja y maíz como consecuencia de la falta de humedad en los suelos, y es algo que luego derivará en complicaciones productivas y menores ingresos por las exportaciones. Hay que recordar que los mencionados cultivos, son los dos principales aportantes de divisas a la economía nacional (7 de cada 10 dólares provienen del complejo agroexportador). En ese sentido, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario concluyó que el campo liquidará en 2023, entre 21% y 35% menos dólares que en el presente año.
La cosecha
El contraste actual, respecto a la campaña pasada, es enorme. El 23 de diciembre de 2021, la noticia era que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires destacaba que el avance de cosecha de trigo estaba en el 78% de lo sembrado y que el rinde “promedio” era de 32,8 quintales por hectárea. Y en esta zona, el oeste de Buenos Aires, el promedio fue de 44,8 quintales por hectárea.
Hoy la situación es muy distinta. En principio hubo muchos productores de esta región que prefirieron darle el trigo a las vacas, dado los bajísimos rindes. Y en el caso de los trigos que quedaron en los campos, los rindes dejan mucho que desear.
Hasta el momento se llevan recolectado el 23% de la superficie sembrada con trigo y el rinde promedio nacional está en 15,6 quintales, el más bajo de los últimos 10 años. Salvo Entre Ríos, donde el promedio está en 36 quintales por hectárea, el resto es bajísimo.
Finalmente destacar que aún son pocos los lotes de la región oeste de Buenos Aires como para hacer una evaluación, pero los trigos cosechados hasta el día de hoy están entregando rindes de que van de los 13 a los 25 quintales por hectárea. Rindes de quebranto y paupérrimos para esta región tan productiva.