Los perfiles de humedad en el suelo están “vacíos” y durante el otoño debieran registrarse eventos con volúmenes de agua importantes. El dilema que se viene es ¿cuánto debe llover para sembrar trigo?
La sequía causa estragos en la producción argentina y la campaña gruesa, con la soja y el maíz como protagonista, es un claro ejemplo del enorme daño que puede provocar el clima cuando no acompaña, máxime en un negocio a cielo abierto como el campo. Con la certeza que los resultados serán muy malos prácticamente en la totalidad del territorio, especialmente en la región pampeana. En este marco hay un un interrogante que por estos días cobra cada vez más fuerza: ¿cuántos milímetros se necesitan pensando en la campaña fina?
De la mano de expertos, la primera conclusión y término al que se arriba es concreto: se necesita mucha lluvia. Debe señalarse que en la zona pampeana están faltando aproximadamente 950 mm. “Es un año de lluvias”, afirma una reconocida fuente que, como todos, aguarda que los pronósticos para estos días se cumplan.
De todas maneras, para intentar responder al dilema planteado, los especialistas consultados consideran que hay una necesidad extrema en el primer metro del suelo, dado que la cantidad de agua en los perfiles es prácticamente nula. “Para contar son una siembra de trigo racional, hablamos de unos 200 mm aproximadamente”, coinciden. Y aclaran: “pero tendría que llover mucho más para cierta tranquilidad”.
“Como está la situación, deben llover entre 200 y 300 mm mínimo, para poder sembrar y sostener. Hay un déficit muy grande en los perfiles de humedad”, remarcan desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Y, a la hora de enumerar las zonas más complicadas, mencionan: “no hay agua en el sur de santa fe, norte de Bs. As. y Entre Ríos”. Por eso, afirman: “es muy grave la situación”.