Productores de soja y trigo fueron suspendidos del programa MiPyme. En el sector aseguran que la medida viola la Carta Orgánica de la entidad.
Las autoridades del Banco Nación, mediante la circular reservada N° 2787/2020, decidieron suspender «transitoriamente» a partir de este lunes las solicitudes provenientes de productores de soja y trigo para acceder a la línea de créditos MiPyme.
El hecho cobra relevancia dado que se trata de una de las principales políticas crediticias de la entidad bancaria destinada a micros, pequeñas y medianas empresas para inversiones o capital de trabajo con el objetivo de aumentar y mejorar la productividad.
La circular interna establece además que la suspensión a productores de soja y trigo rige «independientemente de si se trata de actividad primaria, secundaria o de manera marginal».
«Se podrán contabilizar aquellos acuerdos formalizados hasta el 18/12/20, siempre y cuando las instancias de crédito verifiquen que esos clientes cumplen el procedimiento que se incluye en las respectivas normas», determina la comunicación reservada.
«No podrán contabilizarse ninguna operación que no cumpla con la totalidad del procedimiento dispuesto», detalla la circular con fecha el viernes 18 de diciembre dirigida a gerentes de todas las sucursales del país del Banco Nación.
El tema es que la línea de créditos MiPyme es muy demandada por productores rurales dado que dispone, entre otros beneficios, financiación en pesos hasta 10 años con un periodo de gracia de hasta 6 meses sin límite máximo de dinero a otorgar.
En el campo, si bien el hecho aún no tomó estado público, algunos dirigentes consultados por este medio destacaron que dejar afuera a productores de soja y trigo de una línea de créditos viola la propia Carta Orgánica del Banco Nación.
De hecho, en el Artículo 1 Inciso C del estatuto interno de la entidad bancaria se establece que la misión del Banco Nación es «financiar la eficiente transformación de la producción agropecuaria y su comercialización en todas sus etapas».
Además, en otro de los incisos de la Carta Orgánica, el Banco Nación determina «facilitar el establecimiento y arraigo del productor rural y, sujeto a las prioridades de las líneas de crédito disponibles, su acceso a la propiedad de la tierra».
Como sea, la medida no es un dato menor en función de que, actualmente, se está cosechando trigo (se prevén 16,8 millones de toneladas) y e iniciando los trabajos de siembra de soja (con una producción estimada en 46,5 millones de toneladas).
No es la primera vez que el Gobierno restringe créditos al campo. En mayo el Banco Central dispuso que los productores rurales que no hayan vendido el 95% de la cosecha no tengan derecho a acceder a las tasas del 24% anual en el marco de la pandemia.
La medida del Central se tomó, en ese entonces, para incentivar a los productores a que liquiden la cosecha de soja. El tema es que para el mes de mayo son muy pocos los agricultores que tienen comercializado casi la totalidad de su producción anual.
En este contexto, cabe aclarar que por el momento ninguna autoridad del Banco Nación explicó oficialmente los fundamentos de la medida a pesar de las diversas consultas realizadas por este medio.