Se trata de una reformulación del “Programa de Fortalecimiento Productivo Argentino” que compensa a las empresas del sector por el impacto generado por el dólar agro, que incluyó al maíz. El beneficio será a razón de $10.000 por cada tonelada de maíz requerido hasta alcanzar un límite por productor o empresa de $8.000.000 en concepto de compensación”.
El impacto del dólar agro, que establecía un tipo de cambio diferencial para el cereal de $340 por dólar, y su reemplazo en los hechos por un nuevo dólar oficial a $350 a partir de la devaluación aplicada por el Gobierno el lunes pasado, se hicieron sentir en la ganadería, en especial en aquellas que utilizan el maíz de manera intensiva como principal alimento de los animales. Una de ellas es la producción porcina, que vio sus costos incrementarse de manera exponencial, achicando los márgenes de la actividad.
Es por eso que el Gobierno relanzó este miercoles, a través de la Resolución 1147/2023 de Ministerio de Economía, el Programa de Fortalecimiento Productivo Argentino Sector Porcino, que se utilizó por primera vez con el ya pasado Dólar Soja 2, con un nuevo cálculo incluyendo al maíz.
De esta manera, los productores de cerdos podrán recibir hasta $8.000.000 en concepto de compensaciones para morigerar el impacto en la suba de sus insumos.
En la norma, ya publicada en el Boletín Oficial se consideró que “la incorporación del maíz en ese listado (Programa de Incremento Exportador) incrementó su costo de adquisición y el de sus derivados, entre los que se encuentra el alimento balanceado, afectando el equilibrio económico financiero de los productores de porcinos, en tanto tal insumo es esencial en la dieta de los animales”.
Así, a través de programa relanzado hoy, la cartera económica tiene como objetivo “asistir a los productores y las productoras de porcinos en la mitigación del impacto del incremento de los costos de alimentación de su sector productivo, durante el período de vigencia del PIE, a través de la asignación de un beneficio económico basado en la relación entre el consumo de soja para alimentación y el volumen de producción”.
La resolución señaló también que se busca “adecuar los parámetros establecidos que contempló solamente la incidencia del costo de la soja, e incluir entre los componentes de determinación del beneficio aquellos vinculados con la incidencia del costo del maíz en la alimentación de estos animales”.
En cuanto a la forma de cuantificar el beneficio, la norma establece que sobre “la base de toneladas de maíz computables se determinará el beneficio a razón de $10.000 por cada tonelada de maíz requerido hasta alcanzar un límite por productor o empresa de $8.000.000 en concepto de compensación”.