El valor de la hacienda de consumo en el mercado concentrador escaló entre un 15% y 20% promedio, y se prevé que eso mismo se traslade al mostrador de aquí a fin de año. La inflación, la baja faena y poca oferta de animales impulsaron los precios.
Los fuertes aumentos que viene registrando la hacienda hacen prever que los valores de la carne para el consumidor terminarán en alza lo que queda del año. Según los registros del mercado de Liniers, el precio promedio de los novillos escaló de $ 186,87 por kilo a principios de noviembre a $221,57 al cierre de hoy, mientras que los novillitos pasaron de $198,89 a $247,19 y las vaquillonas de $190,74 a $237,13 por kilo. Esta prominente suba, que se registra a pesar del cepo exportador que permitió durante 4 meses consecutivos una baja del precio en los mostradores la carne, podría redundar en una suba del 20% en el precio al consumidor de aquí a fin de año.
Así lo prevé el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), Daniel Urcía, que ya anticipó que la media res se comercializó con un aumento de entre el 5% y 9%. Según el dirigente empresario, esta suba es consecuencia, principalmente, de la inflación y del atraso en el precio del producto respecto a este índice en el acumulado anual.
“Si miramos lo que ha sido el incremento de los precios de la carne desde enero hasta octubre y el índice de inflación, nos vamos a dar cuenta de que el primero está por debajo del segundo. Este combo del retraso respecto a la inflación hace presumir que tiene que haber una recomposición de precios. El aumento de las categorías de consumo el viernes en Liniers, ratificado por las ventas de esta semana, da a las claras que el proceso comenzó. Hay entre un 5 y 9% de aumento y se puede pensar hasta un 20%”, señaló Urcía.
En este sentido, Urcía comentó que los precios internos del alimento “los pone el mercado”, dejando de lado los efectos de la decisión oficial de intervenir la exportación y remarcó que “lejos de esas recetas inservibles, hay que incentivar la producción. Es por eso que la Ley de Fomento del Consejo Agroindustrial va a en esa línea. No tenemos un problema de abastecimiento, tenemos el precio más barato de la región, entonces lo que tenemos es un problema económico y que a la corta y a la larga los precios tienden a tener su valor de mercado”.
Por su parte, el secretario de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (CAMYA), Adriel Suelves, sostuvo que todas las categorías de animales subieron desde principio de noviembre hasta la fecha un promedio del 20%. Estimó que en 15 días se incrementaron todo lo que no habían subido en los 4 meses anteriores, en los que el valor del kilo vivo se mantuvo sin grandes variaciones por la medida oficial. Sin embargo, indicó que “hay que ver qué pasa en estos días, para ver cuál es el número que se afirma”.
De todas maneras, y ante los nuevos precios negociados en el mercado, Suelves indicó que esta suba se trasladará a los mostradores, aunque, teniendo en cuenta la caída en el poder adquisitivo de los consumidores y la falta de “agilidad” en las ventas, se buscará trasladar el mínimo posible a sus clientes. “Esto no se va a trasladar todo, menos con este contexto. Lo que intentamos hacer, tanto el matarife como el carnicero, es no perder ventas”, señaló.
Más allá de esto, vaticinó que “alrededor de un 20% puede ser que se traslade”, aunque sostuvo que no es más que una estimación y volvió a subrayar la necesidad de que esto se reafirme y se define bien que de cuánto terminará siendo la suba.