En el país de las vacas, el consumo de su carne tocó el mínimo en 100 años

El precio de la carne tiene importancia en la conformación del IPC ya que representa entre 7% (GBA) y 13,3% (noreste) del total. Un informe del CEPA analiza la evolución de los incrementos.

El consumo de carne en Argentina en 2021 fue de 47,8 kilos por habitante, el más bajo desde 1920 según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). En 2021 y sobre un promedio de consumo de carnes en general a nivel nacional de 109,4 kilos, esta ingesta representó el 44%, cuando a principios de este milenio representaba entre el 60 y 70% de lo que se consumía en proteínas animales.

«Si analizamos el consumo histórico entre 1914 y 2021, el promedio fue de 73,4 kilos», señalaron, en referencia a la carne vacuna. A esta situación se sumó que la producción de carne se mantuvo estable desde 1975, en un rango de 2,5 a 3 millones de toneladas anuales. En cuanto al comercio exterior, la industria frigorífica nacional pasó de ser el primer exportador mundial en 1960 al quinto puesto en 2021.

Desde BCR afirmaron: «El ganado bovino per cápita se encontró en el 2021 en el mínimo histórico, alcanzado 1,13 bovinos por persona, al tiempo que en 1977 este cálculo arrojaba un resultado de 2,29 bovinos per cápita. A partir de este año, se registró una tendencia negativa que acompañó los resultados del

Cuánto aumentó la carne

Luego de las subas por encima del 75% de los precios al mostrador de la carne vacuna en2020, el primer semestre de 2021 comenzó con nuevas subas que totalizaron otro 35% de aumento. Ante esta situación, el Gobierno Nacional tomó una serie de medidas para frenar los incrementos generalizados en la cadena de valor. Estas medidas permitieron cortar la dinámica alcista y, entre julio y octubre, los precios retrocedieron 3%, analizó el Centro de Economía Política Argentino (CEPA).

Sin embargo, noviembre y diciembre, meses donde suele aumentar el consumo, mostraron nuevamente incrementos sensibles en el precio de la carne promediando 11% y 10% respectivamente. Estos incrementos se mantienen durante el primer bimestre del año de manera más moderada y en marzo y abril vuelve a acelerarse llegando al 8,5% y 8,4% respectivamente.

En mayo puede observarse un impacto heterogéneo de los aumentos con relación a los distintos cortes. Al igual que en el mes de marzo y abril los «cortes económicos» fueron los que más aumentaron sus precios: 8,4%. El resto, «intermedios» y «caros» aumentaron 6,3% y 5,7% respectivamente.

En tanto, en productos sustitutos a la carne vacuna como el cerdo y el pollo aparecen particularidades. En el pollo, por tercer mes consecutivo, mostró un fuerte aumento de 6,3%. El indicador que suele representar este proceso y que vincula la evolución del precio del asado en relación con el precio del pollo, muestra una reducción que llega a 3,51, producto del incremento diferencial del pollo.

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