La buena oferta de humedad en los suelos y la mejora de los precios del trigo a causa de temas climáticos en países competidores y el precio de los fertilizantes, hicieron aumentar la intención de siembra. Aunque hay que decir que existen temores por el comportamiento climático local.
POR JOSÉ LUIS AMADO –PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
Apenas recién finalizada la cosecha de granos gruesos, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) dio por iniciada la siembra de trigo en la zona núcleo. La misma, contiene esperanzas de buenos resultados económicos, aunque existen también incertidumbres respecto a lo climático.
Una de las razones que favorecen la siembra es que entre febrero y mayo, el precio internacional del trigo mejoró un 34% y el valor de la urea retrocedió 26%. Por lo tanto, para comprar una tonelada de urea, se necesitan 2,2 toneladas de trigo; hace dos meses eran necesarias 3,8 toneladas
En este marco, la mejora en la relación de precios entre granos finos e insumos comenzó a reactivar el mercado de fertilizantes. Tanto es así que en el transcurso de mayo, los productores comenzaron a definir sus estrategias de reposición de nutrientes y a partir de la mejora en los precios internacionales del trigo se percibe un incremento en las operaciones comerciales.
El dato surge de un relevamiento efectuado por la Consultora AZ Group, en el que se destaca que el valor de referencia del trigo para la posición Diciembre 2024 pasó de U$S 188 la tonelada en febrero a U$S 253 en mayo, un incremento del 34%.
Para el caso de la urea en el mercado local, en ese mismo período su precio retrocedió un 26%, al pasar de U$S 715 a U$S 528 por tonelada. Con estos números, para comprar una tonelada de urea se necesitan 2,2 toneladas de trigo, mientras que hace dos meses se necesitaban 3,8 toneladas.
De este modo, el grano ganó -en un año- un 42% de poder de compra. “Si bien nominalmente el precio de la urea aún es alto, en términos relativos el insumo se abarata sustancialmente”, reconoció Jeremías Battistoni, de AZ Group.
En el caso de los fosfatados, la tendencia es similar, pero de menor magnitud. Con un valor de referencia de U$S 846 por tonelada para el fosfato monoamónico (MAP), la relación de compra mejoró un 15% en el último año. En este caso, para compra una tonelada de ese producto se requieren 2,6 toneladas de trigo.
Aumento de la superficie sembrada
Lo cierto es que por todo lo anterior, se nota un incremento de la superficie sembrada. Por ejemplo, la Guía Estratégica para el Agro destaca que en pocos días, a lo ya previsto, acaba de aumentar la intención de siembra hasta casi un 10%.
En este panorama, “lo que cambió es que, donde manifestaban una caída, ahora sembrarían la misma área del año pasado. Y en otros lugares que decían repetir el área del año pasado, ahora habría un leve aumento”, destaca la institución técnica de la Bolsa rosarina.
Ahora bien, ¿qué es lo que lleva a este buen momento del trigo? En primer término, una oferta hídrica muy buena en los suelos. La semana pasada, en un informe climático, la GEA ya dejó entrever la posibilidad de que este año se repita el boom de producción 2021/22, que fue el récord histórico para el trigo.
“Al análisis de lo que se espera en clima, se suman los mapas de anomalía de reservas de agua en el suelo, mostrando que lejos del peor escenario de siembra de un año atrás, las condiciones con la que comienza el ciclo de trigo 2024/25 incluso son mejores que en el 2021/22”, expresó la GEA en ese reporte.
Y el otro viento a favor es el cambio notable en las condiciones económicas para el cereal: hace un mes, el escenario era que no había rentabilidad; en la actualidad, la fuerte baja de insumos claves como los fertilizantes y la suba de precios del cereal, actúan como disparadores de este “entusiasmo”.
Hace una semana, por caso, la GEA ya había advertido esta mejora al calcular que, por ejemplo, según la última actualización de precios al 16 de mayo, los márgenes en campo propio mejoraron en 73 u$s/ha respecto a 15 días antes, pasando de 147 u$s/ha a 220 u$s/ha.
Mientras que en campo alquilado también han mejorado en 79 u$s/ha, pasando de un incipiente margen positivo de 10 u$s/ha a 89 u$s/ha.
El tema climático
No obstante, desde la GEA también advirtieron algunos riesgos y temores que tienen los productores que están encarando la siembra triguera. “Aparte de la incógnita que plantea el valor de los alquileres, aparece -sobre todo en el noroeste bonaerense-, el temor por las heladas. Por esta razón, el año pasado el cultivo se vio limitado seriamente en su rinde, y si bien las condiciones de humedad de los perfiles son muy diferentes a la campaña anterior, las heladas tempranas son un problema”, explica un técnico de esta región.
Esto ha determinado que, en muchos lugares de la zona y pese a la pérdida de potencial de rinde, se atrase la fecha de siembra.