Entre noviembre y diciembre, el precio de la carne vacuna al mostrador ha subido un 21%, y no está claro si la demanda doméstica podrá enfrentar otro aumento adicional de los valores de ganado liviano y de la carne.
Por Ignacio Iriarte -Analista ganadero-
Se trata de una posibilidad que muchos operadores descuentan que sucederá en las próximas semanas, al acentuarse el faltante de ganado proveniente de los corrales. Hace meses que el precio real del novillito en Liniers parece haber tocado un techo, entre 240 a 250 pesos por kilo, el valor real más alto en treinta años. En los dos años anteriores, y en 2022 parece que también se repetirá el proceso, el salto de precios de enero-marzo se anticipa a la primavera previa, al adelantarse el faltante de gordo liviano.
La mayoría de los operadores cree que entre fines de enero y mediados de febrero se registrará otro aumento de precios, aunque muchos son escépticos: la difusión de la capa Ómicron está causando serios daños a la economía, el kilo de carne al mostrador por encima de los mil pesos, las ventas de carne están muy flojas y gran parte del salto previsto ya se dio en el último bimestre del año recién terminado.
La seca domina gran parte del país y puede también forzar un aumento de la oferta, desde la vaca y el novillo hasta el ternero de invernada.
En teoría, en los papeles, la exportación tendría de acá en más libertad comercial, menos limitaciones y cupos, pero todo dependerá de que no suba el precio de la carne al mostrador. Si llega a ser así, el Gobierno –Observatorio mediante– podría limitar nuevamente las ventas al exterior.
Habrá que ver si no se ponen, de manera solapada, trabas administrativas a la exportación, habrá que ver con qué demora se aprobarán las declaraciones juradas y habrá que ver qué hace el Gobierno si la carne al mostrador vuelve a subir.
La incertidumbre persiste. Hay poca vaca, poco novillo trazado, poca hacienda liviana de consumo; la pobre oferta le pone un piso a los precios. Las perspectivas no son claras, los precios reales actuales son muy buenos.
El Gobierno, con sus reiterados errores, también trabaja para que suban. En dos años de administración de los Fernández, la inflación ha sido 99% y el precio de la carne al mostrador ha subido un 180%.
Terneros
¿Cómo será la comercialización de la próxima zafra de terneros? Del lado de la oferta, puede estimarse que la cantidad de terneros a destetar en 2022 será igual o levemente superior al destete 2021, cuando registró una sensible caída con respecto al año anterior.
Es muy posible que la diferencia de precios del ternero de invernada con respecto al gordo, que hoy se ubica en 1,38 a uno, ceda en febrero-marzo (como ocurre todos los años), pero es probable también que siga siendo igualmente muy alta, en el rango de 1,25-1,30 a uno.
El destete podría ser más liviano que lo habitual, a causa de la seca, presentándose la zafra de modo escalonado a lo largo del año, con una concentración menos marcada en los meses de marzo-junio.
En enero se está observando un adelanto de los destetes, con muchas zonas en emergencia donde ya se está practicando el destete precoz o el enlatado.
Si La Niña se revierte en febrero-marzo, los excelentes precios actuales incentivarán al criador a vender sólo en la medida de sus necesidades -que cubrirá con la venta de sus terneros-, dosificando aún más que en 2021 la venta del destete.
