«Hay que prepararse para negocios de menor margen y sin el auxilio de la inflación y devaluación»

Para el ex presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aries, Ernesto Crinigan, si se consolida el esquema actual de dólar planchado y escasa brecha cambiaria, las empresas no pueden seguir con las estrategias comerciales que usaron hasta ahora.

Planificar la producción y armar presupuestos es tarea muy difícil para las empresas en un contexto de disparada inflacionaria y recurrentes devaluaciones, sobre todo por la falta de precios de referencia. Pero, al mismo tiempo, esa incertidumbre también opera como una rueda de auxilio cuando los planes no se cumplen o estuvieron mal pensados ya que, al final de cuentas, siempre se pueden aumentar los precios de venta. El tema es que ahora el nuevo modelo económico busca cambiar el escenario y, si lo consigue, la suba de la inflación o el alza recurrentes del tipo de cambio ya no estarán como última instancia para cubrir los malos cálculos y las ineficiencias que tenga la empresa.

“Si este esquema de tipo de cambio estable con mínima brecha cambiaria se sostiene, sin ninguna duda los negocios en el mercado de granos vuelven a ser definidos en base a la tradicional fórmula económica de precio por cantidad y ya no le podes errar”, comenta el corredor de granos Ernesto Crinigan, ex presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y ex presidente del Centro de Corredores de Cereales de Buenos Aires.

En la actualidad, Crinigan es director de la corredora Graincom SA y Rosario3 charló con él en el lobby del hotel Sheraton de Mar del Plata, donde se realizó la cumbre triguera “A Todo Trigo” que organiza anualmente la Federación Nacional de Acopiadores. En ese encuentro, se pudo ver a un sector agropecuario muy optimista de cara a la siembra del cereal por razones productivas (sobre todo el perfil hídrico del suelo) y de precios, pero también por el trazo grueso del nuevo modelo económico por la desregulación del mercado que puso en marcha, si bien se lamenta que no haya una baja de retenciones al trigo lo que, aseguran, dispararía la producción a niveles récords.

Pero al mismo tiempo, se vio en “A todo Trigo” que las empresas agropecuarias van incorporando que el cambio de modelo también amerita un cambio de estrategia comercial ya que seguir proyectando con las mismas reglas de juego cuando el partido cambió puede ser muy perjudicial para la compañía. Y el aire que se respira es, por lo tanto, más “noventoso”, y en el campo no todos recuerdan a esa década con alegría.

“Como ahora los negocios ya no tendrán ese componente de espiral inflacionario o devaluatorio, ya no le podés errar. Hacer lo mismo que venías haciendo es arriesgarse. Tenés que tener una estrategia comercial que te permita capturar los márgenes y no desperdiciar oportunidades que tal vez no se vuelvan a presentar”, comenta el corredor de granos. “Pero, sobre todo, no tenés como en los últimos 15 años, la inflación y la devaluación que te salvaba las papas permitiendo que te cierre el número. Por eso, si este esquema cambiario se sostiene, es muy importante volver a plantear estrategias comerciales que te aseguren margen y te cubran las posiciones, por ejemplo operando con opciones, puts y calls en el mercado a término”, insiste el intermediario cerealista.

Ocurre que en el agro siguen siendo muchos los productores agropecuarios que siguen esperando una devaluación, y prueba de eso es que las ventas de granos no fluyen, pese a la estacionalidad del arribo de la cosecha gruesa. Y es que, quedarse con los granos es mantenerse en moneda dura porque todavía quieren esperar a ver que el modelo se asiente y, en buena medida, la historia económica argentina les valida esa precaución.

“No es nuevo lo que está ocurriendo. Lo vimos en la época de la convertibilidad. Y esto busca parecerse. Por eso, si se consolida el esquema, hay que ir desempolvando los manuales de esa época. Los riesgos son distintos porque no tenés esa rueda de auxilio, que era la inflación o la variación del tipo de cambio. Antes sembrabas, por inventar un número, con un tipo de cambio de $200 y cosechabas a uno de $400. El número te cerraba y entonces esto era un “siga, siga”. Pero ahora el “siga siga” parece que no está más, y por eso, insisto en que los productores armen una estrategia comercial de cobertura, que eso es lo que ahora te salvará”, resalta Crinigan.

En ese contexto, el ex presidente de la Bolsa porteña lanza una advertencia sobre las estrategias de negocios de muchos operadores de mercado que vía el arbitraje con negocios financieros logran precios diferenciales de los granos. “Guarda que si el mercado se estabiliza, un montón de actores del mercado que generaron en los últimos años estrategias comerciales diferentes apalancadas con posiciones financieras las seguirán haciendo pero con menos márgenes; así que esa alternativa tampoco va a poder ser un salvavidas para la empresa agropecuaria”, advierte el también ex presidente del Centro de Corredores de Cereales.

Finalmente, Crinigan proyectó que -con el nuevo esquema económico- aumentará el volumen operado en los mercados de futuro. “Veo un horizonte de crecimiento. El mercado a término se disparó en la convertibilidad y eso debería ocurrir ahora también. Fue allí cuando se incorporó el uso de opciones, porque el mercado lo requería. ¿Y por qué lo requería? Porque no le podías errar y tenías que cubrir los márgenes. Si me preguntás, desde lo comercial hoy es fundamental asesorarse bien para asegurar margen”, completó el corredor. Fuente Rosario3

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