Mañana, 1° de abril comenzará la cosecha gruesa de yerba mate y empezará a develarse el gran interrogante que tiene en vilo a este sector desde hace tiempo: ¿Cuál será el impacto de la sequía? ¿Habrá faltante de yerba mate en las góndolas y aumento de precio?
Las altas temperaturas y la falta de lluvias ocasionó que muchos yerbales se secaran total o parcialmente, especialmente en Corrientes y el sur de Misiones. Aunque recién ahora con el comienzo de la zafra -que se extenderá hasta septiembre-, se conocerá el impacto real en la producción. El año pasado se vendieron 283 millones de kilos (récord) de yerba mate en la Argentina, en su gran mayoría en paquetes de medio kilo. Para abastecer a este mercado se cosecharon 800 millones de kilos de hoja verde. Con 3 kilos de hoja verde se obtiene 1 kilo de yerba canchada.
Según cálculos preliminares y extraoficiales del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), el impacto podría llegar a los 200 millones de kilos de hoja verde menos respecto al año pasado. Es decir, una caída del 25%.
Pero hay que tener en cuenta que las lluvias pueden modificar ese cálculo. “Cada diez días recorro la zona productora, hoy estuve por zona sur, hay que esperar entre 30 y 45 días para tener una idea”, señaló el titular del INYM, Juan José Szcychowski.
“Sin duda habrá una caída y eso va a repercutir en el abastecimiento a las góndolas y/o en el precio, nosotros estimamos un 20%, como mínimo”, señaló a LA NACION el contador Raúl Karabén, titular de Piporé, que es una de las diez yerbateras más grandes del mercado y la tercera exportadora del país.
Esta cooperativa nuclea a 165 productores que entregan su materia prima y también compra hoja verde a terceros. “La semana que viene arrancamos la cosecha”, señaló Karabén.
“La sequía va a traer un impacto en los precios, sin dudas”, señaló el directivo de una de las yerbateras top. Pero otro referente de esa misma firma dice: “Hay que esperar”.
Impacto
Orlando Strauss, vicepresidente de Playadito, la segunda yerbatera del mercado, dijo hace unos días que la caída podría ser del 30% y llegar a faltar los paquetes de yerba mate en las góndolas de supermercados y almacenes. Como uno de los principales socios de Cooperativa Liebig, Strauss es también productor yerbatero.
Otros son cautelosos y no quieren arriesgar una cifra. “Todavía es muy temprano para cuantificar el impacto”, señaló a este medio el ejecutivo de otra firma muy conocida.
“Esto sólo se podrá conocer cuando comience la cosecha, hay yerbales que con la lluvia todavía se pueden recuperar”, dijo Manfredo Seifert, gerente de la Cooperativa Mixta de Montecarlo, que elabora la yerba Aguantadora, en febrero, durante el peor momento de la sequía.
Si se toman los números de la zafriña o cosecha de verano, enero-febrero de 2022 arrojó la menor producción de los últimos cinco años. Fueron 30,3 millones de kilos comparados con los 47 millones del año pasado, según datos del INYM.
Importación
Para las autoridades del INYM, en cambio, el faltante se podrá suplir sin inconvenientes echando mano a los stocks de yerba canchada que las industrias yerbateras acumulan en los enormes galpones donde elaboran las distintas marcas. La yerba canchada -que al pasar por el proceso de molienda y zarandeo deriva en el producto final- se estaciona largos meses en enormes galpones.
El INYM estima que las industrias hoy ostentan stocks elevados, equivalentes a 10 meses de abastecimiento al mercado interno de yerba mate. Cuando el nivel de stock para un mercado de equilibrio es el del equivalente a ocho meses. Traducido a números: habría stocks por casi 240 millones de kilos de yerba mate canchada.
También hay que tener en cuenta una máxima del negocio yerbatero. De la misma manera que los Estados Unidos nunca usan el petróleo de su reserva estratégica, en el negocio yerbatero nadie se “come” la totalidad de los stocks. Además, con una inflación mayor a 50% estimada para 2022 y el cepo al dólar en su máxima expresión, los stocks de yerba son la mejor inversión. Porque se trata de mercadería con colocación asegurada.
La otra fuente de abastecimiento que tiene la industria es la importación de yerba canchada de Brasil y Paraguay. Se trataba de un fenómeno prácticamente inexistente en los últimos 30 años hasta 2019, cuando el alto precio que se pagaba en el mercado por la hoja verde hizo que cerraran los números para traer algo de yerba de afuera.
En 2019 fueron casi 4 millones de kilos. En 2020 fueron 31 millones de kilos y en 2021 el ritmo seguía firme hasta que se frenó hacia mitad de año, marcando una considerable caída. Al final fueron 26,9 millones de kilos, según datos del Indec. Las fuertes importaciones generan preocupación en los productores misioneros y contribuyeron a amesetar el precio que se paga por la hoja verde, que hoy ronda los 55 pesos.
Como trasfondo a la posible escasez de materia prima, en el ámbito yerbatero hay un enfrentamiento cada día más ostensible entre el titular del INYM Szychowski y las industrias yerbateras más grandes.
El motivo es que Syzchowski, por primera vez en la historia del organismo, está llevando adelante una medida que busca evitar una sobreoferta de yerba mate y su consecuente impacto en el precio de la materia prima, algo que perjudicaría a unos 8000 pequeños productores. Por eso en agosto del año pasado dictó la prohibición de nuevas plantaciones de más de 5 hectáreas.
Más allá del faltante coyuntural de yerba mate que pueda haber este año por la sequía, según cálculos del INYM en los próximos entre uno y 4 años habrá 1100 millones de kilos de hoja verde en oferta, cuando la cantidad que se necesita para abastecer mercado interno y exportaciones es de 880 millones de kilos.
El INYM es un organismo que nació tras una fuerte protesta de pequeños productores en 2001 y su objetivo fue poner equilibrio en la cadena entre productores e industriales. Sin embargo, el organismo nunca se había atrevido a tomar medidas de fondo contempladas en la ley de creación del organismo hasta ahora.
La conducción del INYM, además, está repartida ya que la integran directores que representan a cada eslabón: producción, tareferos, industriales, cooperativas, secaderos y los gobiernos de Misiones y Corrientes. Los buenos precios de la materia prima generaron un boom de nuevas plantaciones de yerbales, atrayendo a inversores de otros ámbitos, incluso de Paraguay.
La industria yerbatera se opuso a la medida y la está disputando con amparos en la Justicia Federal que ya llegaron a la Corte Suprema. Fuente La Nación