INTA: Alerta en el sector por reformas que comprometerían su autonomía

Alerta en el campo y en el propio INTA por reformas que comprometerían su autonomía y modelo federal. Es que el Gobierno le podría quitar la autarquía.

JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGRIOPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD

Hace unos días se conoció que el Gobierno nacional evalúa quitarle la autonomía al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Y si bien desde distintos sectores relacionados al campo ya se venía advirtiendo del desmantelamiento del INTA, ahora se ha profundizado su defensa desde el sector.

En este sentido, el campo le está reclamando al Gobierno nacional que el INTA preserve su autarquía, gobernanza y estructura ante cualquier reforma que se quiera introducir, en medio de la creciente posibilidad de cambios en el organismo.

El posicionamiento sentado por el sector agropecuario se dio en el marco de una reunión entre la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias y las autoridades nacionales de Secretaría de Agricultura en el marco de la Agroactiva que se desarrolló hasta ayer en Armstrong.

Lo cierto es que hay gran preocupación de productores y referentes del sector. Uno de los que tomó la posta, es el Ing. Agr. Juan Cruz Molina, actual director del INTA Córdoba, quien expresó su inquietud ante la posibilidad de un decreto del Gobierno nacional, impulsado por el ministro Federico Sturzenegger, que podría modificar aspectos fundamentales del organismo, clave para la investigación, el desarrollo y la producción agropecuaria en Argentina.

Juan Molina destacó que las reformas propuestas afectan tres pilares esenciales del INTA: su autarquía, su modelo de gestión y gobernanza, y su estructura federal y territorial. “Cambiar estas cuestiones fundacionales del INTA, que lleva casi 70 años trabajando con todos los gobiernos, sería grave. La autonomía permite responder directamente a las necesidades de los productores, desde los pequeños hasta los grandes”, explicó el ingeniero.

Según Molina, la pérdida de autonomía implicaría que las decisiones del INTA pasen a depender de un organismo centralizado del Ministerio de Economía, lo que limitaría su capacidad de acción y respuesta a las demandas locales.

El INTA, reconocido por su aporte científico y tecnológico al sector agropecuario, es un organismo de referencia para productores que buscan mejorar su agricultura, ganadería o implementar nuevas tecnologías, como modelos de simulación o prácticas de conservación de suelos.

La preocupación por las posibles reformas está movilizando a distintos sectores del agro y hasta políticos. El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, se expresó en Agroactiva en defensa del INTA, al igual que la vicegobernadora de Córdoba, Myrian Prunotto.
Es que si hay algo que tiene el organismo de positivo es la composición actual de la gobernanza del INTA, donde el sector privado, representado por las cuatro entidades de la Mesa de Enlace, tiene un rol preponderante. Actualmente, el Estado cuenta con solo 3 de los 10 representantes en el Consejo, pero las reformas propuestas aumentarían su participación a 4, con un doble voto para el presidente, lo que podría centralizar decisiones claves y afectar la planificación a mediano y largo plazo. Los que conocen el funcionamiento del INTA, destacan que esto es grave porque las decisiones las tomarían personas que podrían desconocer las necesidades del sector, en lugar de los propios usuarios.

La relevancia del INTA en el escenario agropecuario argentino es innegable. En principio, porque el organismo desde hace décadas ha sido fundamental para posicionar a Argentina como un país de punta en la producción agropecuaria, gracias al aporte de sus científicos, investigadores y en colaboración con universidades.

Es por esto que hay mucha preocupación por el riesgo que implica alterar un modelo que ha funcionado con éxito, dado que el INTA responde directamente a los productores, desde el pequeño agricultor hasta el ingeniero agrónomo que busca innovar. “Perder esta dinámica sería un retroceso”, destacan desde adentro del INTA.

Por eso, la posible reforma del Gobierno nacional pone en juego no solo el futuro del INTA, sino también el de un sector clave para la economía nacional, en dónde realizar un cambio tan drástico va a afectar la planificación estratégica y la capacidad de respuesta a los productores.

Solidaridad

Más allá de las explicaciones de la importancia del INTA para el campo, lo nuevo es que distintas instituciones relacionadas al campo también se están manifestando en contra del achicamiento del INTA. Por ejemplo, el Consejo Universitario Nacional, las 4 entidades que componen la Mesa de Enlace y hasta los grupos CREA que en un comunicado expresaron: “En CREA tenemos una convicción clara: Creemos que el INTA necesita una trasformación profunda para responder a los desafíos actuales y futuros y debe consolidarse como la institución de ciencia que un sector clave requiere para potenciar su desarrollo”, y luego aclara: “No cualquier camino de trasformación conducirá al INTA que Argentina necesita”.

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