La AFIP culpa al campo por la baja recaudación

La AFIP vigila los silobolsas y prepara una nueva embestida al campo. Acusan a los chacareros por el derrumbe de la recaudación de febrero, ante la baja liquidación de granos. Estudian medidas para que vendan sin la necesidad de un dólar-soja 3.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) analiza medidas para desarmar el sistema de acumulación de granos que realiza el sector agropecuario, luego del golpe que pegó en la recaudación nacional de febrero la baja liquidación en las exportaciones del campo. El jefe de los sabuesos, Carlos Castagneto, está convencido del factor especulativo que incidió en el accionar de los chacareros y ya realiza un rastreo por distintos medios para confirmar la presunción de que existe una gran cantidad de silobolsas a la espera de la implementación de la tercera edición del dólar-soja.

Según fuentes consultadas por PERFIL, la AFIP está “afinando” los sondeos en las zonas agropecuarias a través de imágenes satelitales, la utilización de drones e inspecciones presenciales de personal del organismo con el objetivo de “determinar”, de manera más fehaciente, la presunción de una “excesiva” retención de granos que podría desestabilizar al fisco. Al menos, esa es la mirada que tiene el sector del kirchnerismo que integra el Gobierno nacional y que pretende avanzar sobre las responsabilidades que tiene el sector ante la crisis de escasez de divisas.

“Hay especulación. Por eso caen los derechos de exportación. Según nuestras imágenes satelitales, hay silobolsas por todos lados, que están reteniendo granos bajo la especulación de nuevo dólar soja”, afirmó la fuente consultada por este medio, quien además precisó que ya están activadas distintas herramientas que tiene el organismo recaudador para cuantificar las toneladas guardadas y, a partir de esa información, “ver qué medidas se pueden tomar”. “El país está preparado para una exportación constante”, se quejó el funcionario.

Dólar-soja 3, en stand by

En parte del equipo económico, la aplicación de un nuevo dólar-soja podría generar un desequilibrio en el frente fiscal, por la emisión extraordinaria que necesita realizar el Banco Central para poder cubrir el diferendo por el reconocimiento de un plus de diferencial con el dólar oficial. Además, la nueva edición perdió terreno ante la flexibilización de las metas de acumulación de reservas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) que su titular Kristalina Georgieva y el ministro Sergio Massa acordaron en la reunión del G20 en India.

Castagneto es un hombre que en la interna del Frente de Todos responde a la conducción política de la vicepresidenta Cristina Kirchner, pero se alineó al plan económico de Sergio Massa y trabaja en línea con el resto del equipo económico. Sin embargo, no oculta su malestar con el campo cuando se habla de “especulación” y de “evasión”, dos puntos clave en la confrontación que el kirchnerismo mantiene con los chacareros desde la polémica resolución 125 de 2008, que llevó al campo a las rutas y que agrandó la grieta con ese sector del peronismo.

El retorno de los reclamos del campo, avalado por dirigentes de la oposición en medio del inicio del año electoral, crispó los ánimos del kirchnerismo. Uno de las acusaciones que surgieron de los chacareros fue el incumplimiento de las medidas de alivio anunciadas por Massa ante la crisis que disparó la sequía. Desde la AFIP desmintieron esa información y aseguraron que cumplieron con un “100% de los pedidos”.

Como contragolpe, en el organismo recaudador señalaron que “sólo 300 empresas se han inscripto a la emergencia”. Para los sabuesos, existe un grueso de productores que no se suman al rescate del Estado, porque mantienen su actividad no declarada. Además, para que los beneficiarios puedan sumarse, primero las provincias afectadas tienen que adherirse al plan de alivios, que incluye un aporte local, algo que no sucedió en todos los distritos afectados.

Sergio Massa, el juez que deberá mediar en la pelea

Lo que resta saber es si Massa avalará la jugada del kirchnerismo de presionar sobre el sector que le permitió sumar, de manera extraordinaria, divisas a las flacas reservas del BCRA, en momentos en que el Gobierno debía alcanzar las metas del acuerdo para asegurarse el desembolso pautado para marzo. Sucede que el ministro, en épocas del dólar-soja 1, desautorizó a Miguel Pesce, cuando quiso ponerle cepo al dólar a los sojeros habían ingresado al plan de incentivos. “Es una trampa”, habían denunciado. La medida se desactivó para las personas físicas y permitió completar con éxito la iniciativa.

Dentro del organismo fiscalizador existe una discusión sobre el resultado de la recaudación de febrero, ya que algunos creen que se derrumbó por el efecto campo. El informe oficial señaló que “alcanzó durante el segundo mes del año los $2.126.337,9 millones, afectada principalmente por el desempeño de los tributos asociados al comercio exterior ante el impacto de la sequía”. Para Castagneto, es correcto hacer la discriminación y excluir los tributos mencionados, de modo que el cálculo de los ingresos muestra un “crecimiento de 109,0% interanual”. Pero si se mantiene la lógica aplicada en los períodos precedentes, la suba es de 83,2%, muy por debajo del casi 100% en que estaría el IPC de febrero.

“La recaudación nacional de impuestos de febrero tuvo una caída real de proporciones, explicada en mayor medida por un desplome de los derechos de exportación, y complejiza la dinámica fiscal de cara al acuerdo con el FMI. El total de los recursos tributarios recaudados alcanzó $2,13 billones, subiendo 82,3% anual. En términos reales, asumiendo que la inflación de febrero fue 6%, en línea con lo que indican los relevamientos de alta frecuencia, se registró una contracción de 9,5% anual”, señaló un informe de Porfolio Personal de Inversiones.

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