Otro sector empresario mencionado el miércoles por el secretario de Comercio de la Nación, Roberto Feletti, salió a rebatir sus argumentos y a señalar que la producción que realiza no es motivo de especulaciones económicas, como recalcó el funcionario.
Esta vez se trata de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), la entidad que conduce el juninense Diego Cifarelli y que nuclea el 96% de la molienda de trigo del país, la cual en un comunicado señaló que las empresas del sector muelen todo el trigo de su propiedad que acumulan en los silos, dado que el resto del grano es de terceros. Con anterioridad, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) había rechazado en duros términos las expresiones del funcionario para con el sector.
En un extenso comunicado, la FAIM resalta que la actividad molinera “existe en el país desde antes de la constitución nacional”, motivo por el cual “reconoce la gravedad de los fenómenos inflacionarios ya transitados en diversas etapas de la historia económica argentina, que golpean el poder adquisitivo de la sociedad y afectan de manera profunda a las familias vía el precio del pan”.
En ese sentido dijo que la industria “nunca buscó evadir los problemas ni especular con las soluciones”. “La molinería demostró siempre su predisposición al diálogo con todos los Gobiernos democráticos, para contribuir a una solución y disipar las tensiones de mercado”, resaltó.
Luego la Federación avanza en la aclaración de “algunos temas que responden a la dinámica propia de la honrosa labor de la industria y que se han reproducido públicamente de manera inexacta”, indicó, en alusión a distintas opiniones vertidas desde el Gobierno nacional y en particular por el secretario de Comercio, Roberto Feletti.
Explica en esa línea que en plena cosecha, “el abastecimiento de trigo se realiza en su gran mayoría mediante operaciones llamadas ‘a fijar’”. Y detalla: “La recepción del trigo se encuentra mediada por un contrato de concesión y la fijación del precio se realiza de forma independiente y posterior a la entrega física al molino, a medida que se produce la molienda”.
De ese modo, “es un error considerar al stock de trigo en los molinos con precio ‘a fijar’ como trigo disponible, ya que es tenencia pero no propiedad”, resalta.
Recurriendo a la información del Ministerio Agricultura Ganadería y Pesca al día 02 de marzo, las “Compras de la Industria” de la presente campaña fueron de 1.680.600 toneladas de trigo, de las cuales 398.900 toneladas fueron con precio a fijar, enumera. Esto implica que la industria, sin comprometer su patrimonio, tiene que haber molido un máximo de 1.281.700 toneladas de trigo.
Según las estimaciones de molienda de FAIM y del Ministerio para febrero de 2022, “la industria lleva molidas para el periodo diciembre 21-febrero 22 un volumen cercano a 1.400.000 toneladas de trigo, que contemplan el carry de la campaña previa. Es decir, queda demostrado el compromiso de abastecimiento regular del mercado que guarda relación con el trigo efectivamente adquirido”, subraya.
Por la complejidad de la situación inflacionaria actual, “la industria se enfrenta a una nueva imposición de política pública y más allá de las miradas diferentes al respecto no buscará torcer su trayectoria de búsqueda de concordancia, dado que asume que el objetivo prioritario es dar una solución a los precios al consumidor”.
En su parte final sostiene que la molinería “estará a disposición de la sociedad siempre, redoblando esfuerzos con la única premisa de poder seguir acercando un producto tan esencial y necesario para todas las mesas y alacenas del país, porque es con orgullo la primera industria nacional”.
