La presencia de La Niña durante la campaña gruesa ya está prácticamente confirmada, de acuerdo a lo que plantean diversos pronósticos de alcance internacional.
En primer término, por ejemplo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa, por sus siglas en inglés), afirmó en un comunicado que La Niña “se ha desarrollado y se extenderá durante el segundo invierno (en el Hemisferio Norte) consecutivo”. De acuerdo con la Noaa, en 2020 el fenómeno comenzó a partir de agosto y se disipó en abril de este año. Ahora, considera que hay 87 por ciento de probabilidad de La Niña al menos hasta febrero de 2022.
Del mismo modo, la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), en su informe semanal, difundió el pronóstico probabilístico elaborado por el Instituto Internacional de Investigación del Clima de la Universidad de Columbia que consideró a las condiciones actuales en el Océano Pacífico como anormales y tendientes a La Niña, pero todavía no consideró iniciado el fenómeno.
“A mediados de septiembre, la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico centro este se ubicó 0,4°C por debajo del promedio. El límite para considerar un evento La Niña es de 0,5°C por debajo. La evolución de las variables atmosféricas clave es todavía consistente con las condiciones ENSO-neutrales; es decir, no se observa todavía el impacto usual de la Niña en la atmósfera”, resumió la ORA.
Sin embargo, remarcó que una “Vigilancia de La Niña” permanece vigente y hay una gran mayoría de modelos que siguen previendo que la temperatura de la superficie del mar se enfriará aún más durante la primavera y el verano, para regresar a niveles ENSO-neutros recién durante los últimos meses del otoño 2022.
En concreto, las probabilidades de La Niña se mantienen por encima del 50 por ciento hasta el trimestre febrero-marzo-abril de 2022, con un máximo del 93 por ciento en este último trimestre de 2021 y, tal como lo señaló la Noaa, por encima del 85 por ciento hasta febrero.
El maíz podría sufrirla
Bajo este panorama, la ORA elaboró un mapa nacional en el que se advierten el potencial impacto que podría tener La Niña, con su consecuente régimen deficitario en materia de precipitaciones, en los rendimientos de maíz.
“Tomando en cuenta la serie histórica, los rendimientos de maíz han resultado inferiores a los esperados en campañas La Niña. En el mapa se puede apreciar cuáles han sido las zonas más afectadas por bajos rendimientos de maíz en esos casos (rojo)”, indicó.
Como se puede observar, en casi todo Córdoba lo esperable serían rindes entre 10 y 20 por ciento por debajo de lo normal, a excepción del departamento San Justo a donde la caída podría elevarse a más del 20 por ciento.
Las zonas más complicadas serían todo el norte de Santa Fe, casi todo Entre Ríos y el extremo norte de Buenos Aires. Fuente: La Voz del Interior