La Sociedad Rural de Carlos Tejedor, acaba de revelar cómo está la situación de las lagunas en ese distrito del oeste Bonaerense.
Textual, los ruralistas de Carlos Tejedor explican que “Las precipitaciones del año 2022 fueron extremadamente altas los primeros meses entre, pues entre el mes de enero y abril llovieron 596 mm. Pero desde el mes de mayo y hasta el mes de diciembre tan solo 254 mm, y muy mal distribuidos”.
Luego destacan que “Esa baja cantidad de agua caída en primavera e inicio de verano afectó los cultivos de granos finos dejando muchos cultivos en el camino (se les sembró anticipadamente soja), dándolos por perdidos. Lo cual, para muchos productores género perdidas que van de los 500 a los 700 dólares por hectárea. Los lotes cosechados rindieron entre 15 y 35 quintales por hectárea con un rinde de indiferencia de 30 quintales. O sea, la mayoría de los lotes fueron a perdida”.
Respecto al impacto de las lluvias en las lagunas del Partido de Carlos Tejedor la SR de Tejedor destaca que “Las bajas lluvia, las altas temperaturas y los vientos generaron una bajante en todo el Partido. Por ejemplo, en la estación El Guanaco (zona Drysdale), en enero de 2022 la napa estaba a 96 cm de profundidad y en diciembre 2022 pasó a 229 cm de profundidad con un perfil totalmente seco”.
Luego explican vinculan la vinculación entre la sequía de las lagunas con la muerte de los animales: “Todo este combo generó bajantes en las lagunas consideradas “permanentes”. Además, el problema se centra en la calidad del agua para consumo animal que eleva su contenido de sales, lo cual la hacienda no la quiere tomar y si la toman produce muerte animal”.
Como ejemplo ponen el caso del Establecimiento El Desafío el cual está ubicado entre Carlos Tejedor y la localidad de Timote, en este caso los ruralistas de Tejedor explican que este campo “cuenta con una laguna de 80 hectáreas la cual está totalmente seca. Esta laguna en su centro supo tener 4 metros de profundidad en años de inundaciones, incluso en 2012 el Ministerio de Agricultura la habilitó para la pesca deportiva”.
Por último, la entidad advierte que “no solo no se pudieron sembrar lotes con sorgos forrajeros y silero para el verano en curso, sino que las reservas previstas para el invierno 2023 (como rollos de moha y alfalfa), lotes con cultivos de maíz y sorgo de uso diferido tampoco se pudieron realizar a tiempo. Esto hace que las reservas estén en “jaque”, elevando el costo de la alimentación en ganadería bovina y tambos, por lo que habrá que vender animales para afrontar los peores meses del año que es el invierno”.
En este sentido expresaron que “el productor está muy preocupado y no ve miras de solución a corto plazo”. También destacan que “los pronósticos de precipitaciones no son alentadores para la zona Oeste, el productor y la producción agropecuaria siguen con mucha incertidumbre lo que vendrá”.