Pronósticos locales e internacionales coinciden en que habrá nuevas precipitaciones sobre la provincia de Buenos Aries. Gran preocupación en zonas que ya están inundadas.
Como se puede observar en la foto de esta nota, los suelos están saturados de agua y los pronósticos locales e internacionales coinciden en afirmar que llegan más lluvias a la Región Pampeana, el Litoral y el NEA.
En el primer caso, el Servicio Meteorológico Nacional calcula para gran parte de la provincia de Buenos Aires entre 15 y 35 mm; en muchos casos sobre zonas que están con agua en superficie. Por su parte, el modelo Europeo prevé precipitaciones algo más elevadas.
En tanto, el portal Meteored está estimando para la zona de Junín, 18 mm para este viernes y 13 mm para el sábado, lo que sumaría 31 mm.
Esto trae gran preocupación en el noroeste y centro de Buenos Aires, zona en la que ya hay más de 2 millones las hectáreas afectadas.
En este sentido, desde la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, revela que “Hay incertidumbre porque existe el riesgo de no poder cumplir con la siembra temprana del cereal en septiembre, o no poder ingresar en los lotes de trigo para controlar enfermedades por vía terrestre. También es probable que se siga perdiendo nitrógeno por el efecto de lavado, o que se sume más área de trigo perdida por anegamientos y que más adelante se compliquen las labores de recolección de la fina”, destacan.
GEA subraya que las áreas menos vulnerables se recuestan sobre la zona oeste, con menores lluvias anuales y una gran capacidad de drenaje. A medida que se retira el agua, los técnicos comentan que en gran parte de los lotes menos afectados se mantiene la posibilidad de un alto techo productivo. Hacia el este, en cambio, se observan zonas que venían saturadas y estos nuevos milímetros aumentarían las superficies anegadas, con chances de perder lotes de trigo.
Y un dato no menor, dice el informe que “La zona de mayor gravedad para el área núcleo se ubica de Junín hacia el sur, donde los productores aseguran que ya no queda lugar para que el agua escurra o infiltre”.
Ante este cuadro no se descarta que parte de la superficie deba reprogramarse hacia un maíz tardío o incluso pasar a soja. Es más, no faltan quienes temen que el agua no permita sembrar este año, lo cual puede ser un factor de recorte de área tanto para soja como para maíz. Todo dependerá de cómo se comporten las lluvias que se esperan para este fin de semana y las que vendrán en primavera.