Recientes informes destacan que las ventas de granos del campo están por debajo del promedio de los últimos tres años. Además, hay una importante caída de los precios en los granos lo que provoca deterioro de la relación insumo/producto y quebrantos en el sector.
POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
Según un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, han caído notablemente las ventas por parte de los productores. En soja es del 12% frente al 26% de la campaña 2022/23 y del 33% de la de 2021/22.
En cuanto al maíz la caída es de un 32% frente al 44% de la campaña 2022/23 y del 61% respecto a la campaña 2021/22. En el caso del trigo, sí mejora frente a la campaña anterior, dado que hoy es del 77% versus 72% de la campaña pasada, pero es más baja que en la de 2021/22, cuando fue del 83%.
En cuanto a los actuales precios, desde la Fundación Argentina para el Desarrollo Agropecuario (FADA), su economista jefe, David Miazzo, ratificó que el escenario de precios es similar al de 2019/2020, lo cual resulta “preocupante”.
“Con lo que estamos viendo hoy entendemos que las ventas seguirán a ritmo lento, porque los precios internacionales están bajos y el tipo de cambio oficial se va atrasando, con lo que hay poco incentivo a vender”, planteó.
Por su lado, Gonzalo Agusto, de la Bolsa de Cereales de Córdoba, coincidió en que la situación es “compleja” porque el contexto internacional está con “precios muy bajos, en valores parecidos a los de la pandemia del Covid-19 en paralelo a que los costos para los productores son altos en dólares”, expresó.
Luego agregó que esta “Será una mejor campaña en términos productivos, pero con complicaciones en la rentabilidad para los productores. Por supuesto que habrá ventas porque los productores deben saldar sus deudas, pero todavía es muy temprano para hacer una estimación porque, incluso, hay incertidumbre macroeconómica”, alertó el economista cordobés.
Alerta roja
Lo cierto es que la baja de los precios de los granos, además de reducir el ingreso económico potencial para los productores, tiene otro costado no menor: el deterioro de la relación insumo/producto que es de cuánto grano se debe disponer para adquirir ya sea un fertilizante, agroquímico o gasoil para las tareas en el campo.
Un informe realizado por Jeremías Battistoni, analista de la consultora AZ-Group, es contundente sobre este punto: pese a una baja que hubo en los insumos, en maíz para el fosfato monoamónico (un fertilizante) hoy hace falta un 27% más del cereal que el promedio de los últimos tres años para comprar una tonelada del producto. En este cultivo hoy se requieren 5,8 toneladas del grano para adquirir 1 tonelada de ese insumo.
En el caso del agroquímico atrazina se necesita 55% más de maíz. En rigor, el productor se debe desprender de 6,6 toneladas del cereal para hacerse de 100 litros del producto.
Otro tanto ocurre luego del incremento que tuvo el gasoil, vital para el sector. Para comprar 100 litros tiene que vender 0,6 toneladas de maíz, un 40% más que el promedio de los últimos tres años. Siguiendo con este cultivo, según el relevamiento de la consultora para cubrir un flete de 300 kilómetros hay que comercializar 1,8 toneladas de maíz, un 29% más versus el promedio considerado.
Para la soja la situación no es mejor. Siempre versus el promedio de los últimos tres años se requiere un 29% más del grano, 3,4 toneladas, para adquirir una tonelada de fosfato monoamónico. En el caso del gasoil, para comprar 100 litros se necesitan 0,3 toneladas del grano, un 42% más que el promedio de los últimos tres años. En la situación del flete de 300 kilómetros hace falta 1,1 toneladas de soja, esto es un 32% más.
En su opinión, si bien se están viendo algunas caídas en los precios de los insumos, hay evidente alerta sobre el deterioro de la relación insumo/producto. “Esa nueva situación no alienta a convertir grano en insumos para la campaña 2024/25 sino que convendría esperar momentos más favorables”, expresó el analista de la consultora.
Finalmente destacar que Dante Romano, profesor del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, consideró que “con la producción más clara, y sabiendo quién conduce el país, los precios bajaron a niveles de quebranto y se paralizan las ventas”.
Con respecto a las cotizaciones de noviembre 2023, los principales granos reflejan un escenario por demás preocupante. En ese lapso, la soja perdió U$S 80 por tonelada, el trigo U$S 40 y el maíz U$S 30.
“Pasamos de márgenes positivos y precios cercanos a los que se habían presupuestado al inicio del año, a valores que generan quebrantos en la mayor parte de los casos, teniendo en cuenta el costo de alquiler”, sostuvo.
Más allá de todo, la realidad marca que con la próxima cosecha gruesa, llegarán también los vencimientos de deudas y cheques otorgados para esas fechas. Ojalá, por lo menos, haya buenas cosechas.
