Los pequeños arrendatarios rurales son mayoría.
El 69,3% del área de trigo, 69,9% del maíz y 70,7% de la soja de la campaña 2023/24 se trabajó bajo el esquema de arrendamiento y no de forma directa por parte de los propietarios, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Sistema de Información Simplificado Agrícola de ARCA, que recoge un informe económico de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Eso significa que alrededor del 70% de la superficie en cultivo lo hacen personas físicas y jurídicas sobre tierras alquiladas.
En materia de la cantidad de productores que desarrollan los principales cultivos, existen 45.914 productores de maíz, 58.081 de soja y 33.829 de trigo, siguiendo datos del SISA para la última campaña relevada. No es posible realizar la suma simple de los productores de cada cultivo para saber la cantidad de personas físicas/jurídicas que se dedican a la actividad agrícola, debido a la práctica extendida de hacer doble cultivo.
Al hacer foco en el nivel de cultivos y la estratificación de los productores, según rango de hectáreas gestionadas, se ve que la mayor parte de los actores que desarrollan la actividad agrícola son los pequeños agricultores o unidades familiares.
El 67% de los productores de trigo produce menos de 100 hectáreas, mientras que en soja y maíz esa escala se ubica en 54% y 60%, en cada caso.
Respecto a la distribución del área que se siembra de trigo, soja y maíz según la escala productiva, la mayor proporción tiende a realizarse en empresas que gestionan entre 800 y 3.000 hectáreas. En la producción de cultivos extensivos existen economías de escala que tienden a disminuir costos al incrementar las hectáreas gestionadas, en un mundo que exige altos grados de eficiencia para poder obtener rentabilidad al final del camino y ser competitivos a nivel internacional.
Ahora bien, mientras que para soja y maíz casi la mitad de la superficie agrícola se siembra en unidades productivas que gestionan más de 800 hectáreas, en el caso del trigo este segmento produce sólo el 29% del total, destacando una mayor proporción del área total producida por campesinos que declaran extensiones de menor tamaño. Así, el 35% del área de trigo la trabajan productores que declaran hasta 200 hectáreas. Para el caso de la soja y el maíz, ese guarismo se ubica en 21% y 23%, respectivamente.
A partir de los datos disponibles es factible analizar la proporción de productores propietarios o no propietarios por rango de hectáreas que gestionan. En general, para los principales cultivos, más de la mitad de los productores que desarrollan unidades productivas entre 0 y 50 hectáreas son propietarios. Asimismo, a medida que aumenta la escala productiva, disminuye de forma pronunciada la proporción de productores propietarios que desarrollan la actividad y se incrementa considerablemente la proporción de arrendatarios.
Es decir, no se verifica una presencia importante de grandes productores que en simultáneo sean propietarios de dichas parcelas en su totalidad. Por el contrario, el incremento de la escala productiva se alcanza mayormente por el arrendamiento de tierras de terceros para desarrollar la actividad.