Referentes de las Mesas del Trigo y el Maíz le solicitaron a los secretarios Roberto Feletti (Comercio Interior) y Matías Lestani (Agricultura) una reunión “a la mayor brevedad posible” para analizar alternativas a la creación de un fideicomiso que impulsa el Gobierno para subsidiar alimentos en las góndolas.
Se trata de un mecanismo rechazado por el sector por intervencionista y su efecto distorsivo. En diciembre pasado, trascendió una propuesta de Agricultura, luego de que Feletti dijera en reiteradas oportunidades públicamente que se necesitaba la figura de un fideicomiso para contener los precios, para avanzar justamente en esa herramienta. Feletti en su momento puso como ejemplo al fideicomiso aceitero donde los exportadores ponen unos US$190 millones al año en un mecanismo de compensación intrasectorial para evitar alzas en los productos. Ese mecanismo acaba de ser prorrogado por el Gobierno por un año más, pese al malestar de las empresas que integran el fideicomiso.
Agricultura había elaborado una propuesta para que, con la exportación de trigo y maíz y sus derivados se juntaran unos US$150 millones para compensaciones. El objetivo era subsidiar la bolsa de harina de 25 kilos para las panaderías, el paquete de un kilo 000, el pollo y los fideos de 500 gramos.
Al final, la propuesta, y que es lo que está trabajando Comercio Interior, habría quedado para subsidiar el paquete de un kilo 000 y los fideos. Eso demandaría, según algunas proyecciones, la compensación para unas 600.000 a 700.000 toneladas de trigo, por debajo de las más de 2,5 millones que se habló en un primer momento. Otras fuentes no descartan que se vuelva a incluir al maíz en ese mecanismo.
Ayer, luego de conocerse que la inflación de enero fue del 3,9%, Feletti en declaraciones radiales volvió a insistir que se necesita una mayor intervención del Estado. Y se mostró partidario, como ya lo hizo en otras oportunidades, de más retenciones y cupos.
“Nos dirigimos a Usted con motivo de solicitarle una reunión conjunta, entre la Secretaría de Comercio Interior y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, a la mayor brevedad posible, a fin de evaluar alternativas que permitan abastecer la demanda de consumo nacional de productos derivados de la cadena del maíz y del trigo, a precios razonables, que logren evitar medidas intervencionistas en los mercados de producción, consumo y exportación”, dice la carta firmada por Guillermo García, de Argentrigo, en representación de la Mesa del Trigo, y por Pedro Vigneau, presidente de Maizar, en representación de la Mesa del Maíz.
Críticas
En la misiva se oponen a cualquier intervención en los mercados. “Los integrantes de las Mesas Intersectoriales de Maíz y Trigo insistimos en nuestra vocación de trabajo entre todos los actores de la cadena de valor, y de diálogo con el sector público. En esta oportunidad, nos convoca la necesidad de analizar conjuntamente opciones que permitan sortear la toma de medidas intervencionistas en los mercados, que minan la confianza entre los distintos eslabones y conducen a que se retraigan las inversiones. Por este motivo, se acordó expresar el rechazo al proyecto de constitución de un fideicomiso para subsidiar ciertos productos de las cadenas de trigo y maíz que llegan a góndola”, agregan.
En el caso del trigo, por ejemplo, es muy baja su incidencia en el precio final del pan. La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), por ejemplo, dijo en un informe que del precio del pan un 13% es el trigo. Las panaderías se llevan un 60%, los molinos harineros un 5% y los impuestos un 22%.
“El pan no sube por el trigo. Además de que sólo representa el 13% del precio del pan, en los últimos 12 meses el trigo sólo subió 38,1%, cuando la inflación fue del 50,7%”, señaló David Miazzo, economista de FADA.
Fuentes de la exportación de trigo expresaron su rechazo a la creación del fideicomiso. “Hay un total rechazo a un mecanismo de esta naturaleza, que no van a llevar ninguna solución a los consumidores teniendo en cuenta la estructura de la cadena de costos real del producto en la góndola y la baja incidencia del trigo en esos productos”, dijeron. Alertaron que, en cambio, ese mecanismo va a “generar distorsión en la producción y la comercialización de trigo en la Argentina”.