Rechazo de distintos sectores al Dólar Agro de Massa

Una de las primeras instituciones que puso reparos a la implementación del nuevo Dólar Agro del ministro Sergio Massa fue la Bolsa de Comercio de Rosario. Pero no fue la única, a partir de esta se encadenaron varias manifestaciones en contra de una medida únicamente recaudatoria.

POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD

El martes, apenas conocida la medida, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) emitió un enérgico comunicado en respuesta a la implementación de una nueva edición del denominado «Dólar Agro», tras publicarse en el Boletín Oficial la incorporación del maíz al tipo de cambio especial. Esta medida, presentada inicialmente como una solución excepcional para mejorar la recomposición de divisas, derivó en una herramienta recurrente de intervención en los mercados y la entidad rosarino salió a advertir «graves consecuencias para la actividad agroindustrial».

Según el comunicado, el dólar agro «ha generado pérdida de transparencia en el proceso de formación de precios, lo que ha resultado en distorsiones y asimetrías en toda la cadena de producción y comercialización granaria. Las consecuencias de estas intervenciones coyunturales y de corto plazo han impactado severamente en la actividad agroindustrial, dañando su normal funcionamiento y afectando a productores, exportadores y toda la industria vinculada».

La Bolsa rosarina manifestó su preocupación por la falta de previsibilidad que generan este tipo de medidas e instó a las autoridades a abandonar disposiciones distorsivas. En cambio, abogan por la implementación de un marco general que establezca reglas claras, simples y de largo plazo que brinden estabilidad y confianza a los actores del sector, permitiendo una planificación adecuada de la producción e inversión.

La entidad ha hizo hincapié en la importancia de contar con políticas económicas y cambiarias que promuevan el desarrollo sostenible del sector agroindustrial, y que sean coherentes con los intereses y necesidades del mismo.

Finalmente, la entidad destacó que «reitera su llamado a las autoridades a trabajar en conjunto con el sector agroindustrial para encontrar soluciones consensuadas que impulsen el crecimiento y desarrollo de una de las principales fuentes de ingresos y generadoras de empleo en el país».

El planteo sigue la línea que trazaron algunos sectores que nuclean a productores ganaderos, tal el caso de los representantes de los feedlots y propietarios de granjas porcinas quienes están en alerta por la derivación que la normativa puede acarrear en lo que al precio del maíz respecta.

La industria de los balanceados

Otro de los sectores que cuestionó la medida de Sergio Massa fue la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena). La entidad que es referencia de los elaboradores de alimentos balanceados expresó su preocupación por el efecto negativo que la normativa producirá en el sector.

A esta situación, se le suma otra negativa dada por la implementación de la Resolución General 5393/2023 que en su artículo 5º adiciona un impuesto del 7% a las importaciones de bienes que, en el caso de la industria de alimentos balanceados son materias primas (vitaminas, minerales, aminoácidos y otros) que no poseen reemplazo local y que se utilizan en la elaboración de estos alimentos balanceados, que atendiendo a dicha resolución, deberían entrar en la excepciones de Bienes Intermedios que apuntan a la canasta básica (entre ellos: pollo, huevo, leche y otras proteínas de consumo humano).

“Estamos realmente preocupados por la incidencia negativa directa que estas medidas han tenido sobre la elaboración de alimentos balanceados y las alzas de costos y precios que está generando en toda la cadena de la proteína animal que impactarán fuertemente en los consumidores” expresó el dirigente oriundo de Junín, Juan Pablo Ravazzano, Presidente de CAENA.

El maíz, como uno de los ingredientes fundamentales en la producción de alimentos balanceados para el ganado, huevo, leche, cerdo, aves y otras proteínas; constituye una pieza clave en el proceso de obtención de proteína animal para el consumo humano y también para el alimento para mascotas. No obstante, el aumento del precio del maíz a partir de este decreto, está afectando negativamente la estabilidad y sostenibilidad de la industria.

“Es importante destacar que el incremento en el costo del maíz se traduce directamente en un aumento considerable en los gastos de producción de alimentos balanceados. Estos costos adicionales se trasladan inevitablemente a los productores de carne, leche y huevos, quienes, a su vez, se ven forzados a ajustar los precios finales de sus productos para mantener la rentabilidad de sus operaciones. Como resultado, los consumidores finales se enfrentan a precios más elevados en la adquisición de productos de proteína animal, lo que genera una carga económica adicional en sus hogares y afecta el acceso a alimentos de calidad y nutrición esencial. Esta situación se vuelve especialmente preocupante en contextos socioeconómicos desfavorecidos, donde el acceso a una alimentación adecuada puede convertirse en un desafío aún mayor” detalló el presidente de la Cámara.

Finalmente decir que, si bien este Dólar Agro, pomposamente llamado Programa de Incremento Exportador, se creó –según dice el Boletín Oficial-, de forma «extraordinaria y transitoria», la actual medida recaudatoria de Sergio Massa ocurre por cuarta vez consecutiva: septiembre de 2022, diciembre de 2022, abril de 2023 y este del julio 2023.

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