La Sociedad Rural de Jesús María, pidió por la derogación de la Ley 25.507 que dio conformación al IPCVA (Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna Argentina). Al reclamo, también se sumó la rural de Río Cuarto y la Confederación de Sociedades Rurales de las provincias de Chaco y Formosa.
Por la decisión del Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), de fijar un valor de $ 834 por cada cabeza que va al matadero, el gobierno podría recibir unos 12 millones de dólares anuales ¿A dónde van esos fondos?, se preguntan los ruralistas.
Textual, los ruralistas cordobeses manifiestan que “La Sociedad Rural de Jesús María, en representación de los productores agropecuarios de la región, expresa su profundo rechazo al reciente aumento en la contribución obligatoria por cada animal enviado a faena.
Asimismo, solicita la derogación de la Ley 25.507 que da conformación al IPCVA (Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna Argentina) y le habilita fijar los valores de este impuesto extractivo para la producción primara de hacienda.
Es más, queremos recordar que desde la promulgación de la mencionada Ley en el año 2001, hemos sido testigos de un continuo fracaso en sus objetivos principales, que eran mejorar la competitividad de las empresas ganaderas, fomentar el consumo interno y promover la exportación de carne vacuna. Nada de ello sucedió en beneficio del conjunto.
En lugar de estimular el desarrollo sostenible del sector ganadero, este impuesto se suma a la larga lista de la excesiva carga que sufren todos los argentinos en cada ámbito en el cual se desenvuelven.
El aumento que implica esta contribución obligatoria sólo agrega un costo adicional para los productores, afectando negativamente la rentabilidad, la viabilidad de sus explotaciones y, como último, castiga la mesa de todos los argentinos”, explicaron.
Por su parte, la Sociedad Rural de Río Cuarto también emitió un comunicado en nombre de sus representados donde también manifestaron su “más contundente rechazo a la medida la cual establece una contribución de $ 834 por cabeza que va a matadero» y recordó que «en el 2023 el resultado cerró con un total de 14,5 millones de cabezas enviadas a faena según datos oficiales del Senasa, lo que arrojaría una cifra de aportes superior a los 12 millones de dólares para el organismo y de resignación por parte de los ganaderos”.
Luego se preguntan: “¿Es necesario que cada ganadero resigne $834 por cada animal que tiene destino de faena? ¿Para qué? ¿Qué recibe a cambio?”, y finalmente cierran con un pedido contundente: “En la intención de responder esas preguntas es que requerimos por parte del IPCVA, antes de reclamar un aumento de la contribución obligatoria, una explicación acabada de los motivos, el uso detallado que se hace de esa importante recaudación y por último, cómo retorna a los miles de aportantes de todo el país”.
Por el momento no ha existido ninguna respuesta por parte del IPCVA.