El año Niña nos traía muchas bacteriosis con roturas de hojas que no se podían controlar mucho y confundían al productor, con la soja sometida a un estrés muy importante. Con las lluvias de la última semana “el “panorama fue cambiando en la zona centro de Santa Fe, y según los lotes llevamos entre 100 y 130 mm lo cual mejoró los cultivos», dijo la experta Margarita Sillon en el marco de la agenda Aapresid de esta semana.
Señaló también que, «algunas plantas llegaron a perder hojas, las que estaban muy desechas y en algunos casos comenzaron los síntomas de muerte súbita , que se debe a hongos de suelo, (Fusarium tucumaniae). Tal vez con la sequía la planta estaba muy estresada, y ahora comenzó a movilizarse y tomar estas toxinas.” Asimismo, aclaró que “es una enfermedad vascular y no se puede hacer nada contra ella”, sentenció.
Luego recalcó que se le debe prestar atención, a las enfermedades de fin de ciclo, que son ocasionadas por patógenos foliares (hongos), cuyas estructuras se encuentran en el rastrojo y que a través del salpicado, con humedad ambiente de más de 90 y llegando al 100 % y temperaturas que no bajan de los 30 grados centígrados, los patógenos y hospedantes se encuentran en una relación favorable y la enfermedad comienza a progresar.
Se puede esperar que la situación progrese y en unos 30 días, “si no hacemos una intervención en el medio, aparece el ataque de Cercospora kikuchii que ocurría en la etapa R5 del cultivo de soja y en la zona central de Santa Fe ahora aparece en los últimos días de enero, en sojas en estado vegetativo”, contextualiza la experta.
La otra enfermedad que puede progresar de inmediato, debido a que esta muy relacionada al salpicado de la lluvia, es la mancha marrón ocasionada por el hongo Septoria glycines, que genera un amarillamiento en las hojas basales con algunas lesiones de color negro o canela de forma irregular, con puntuaciones negras que son esas estructuras que estaban en el rastrojo que salpicaron, germinaron, y terminaron en las primeras hojas basales”, dijo. Es una enfermedad que amerita que “los técnicos le empiecen a prestar atención», afirmó la experta.
Recomiendan monitoreo semanal
A partir del ambiente mucho más favorable para las enfermedades de fin de ciclo, vuelve a tener importancia el “monitoreo semanal en la soja, debido a que “nos podemos llevar varias sorpresas si nos dejamos estar 10 días por ejemplo”, señaló.
En el caso de mancha marrón es necesario ver a qué altura está llegando en el cultivo. Con tal fin, lo más práctico es llevar un palo o una varilla con el cual abrir el cultivo y observar desde el suelo hacia arriba qué porcentaje de la planta está afectada por la enfermedad.
Hay cultivos que al quedar muy bajos no cerraron el surco y entonces sufren un ataque de Septoria del 40%. Otros, recibieron alguna lluvia que les permitió crecer y generar el 100% de cobertura, con lo cual la Septoria asciende más lentamente, debido a que el salpicado no llega tan rápido a las hojas de arriba de la planta.
De todas maneras, a partir de ahora y por los próximos 15 días es conveniente que los técnicos estén muy atentos “a la subida de mancha marrón”, sugirió la experta.
El control indicado es la aplicación de fungicida y se debe estar atentos entre la primera vaina (estadio R3) y el llenado de grano (R5), ya que con las lluvias de 100 mm es muy probable que en cultivos con un 30% de altura de ataque evaluar si vale la pena aplicar el fungicida para controlar la enfermedad.
Y con el paraguas que se haga para mancha marrón, quedará cubierto el ataque de Cercospora. “Pero es muy importante el monitoreo para estos próximos 15 a 20 días” finalizó Sillón.