32 meses después terminó La Niña, pero la sequía persiste

La Niña estaría oficialmente finalizada, pero sus estragos recién comienzan a expresarse.

Esta semana la Secretaría de Agricultura informó que se “ha declarado formalmente la finalización del evento” que generó una fuerte sequía en determinadas regiones de la Argentina durante 32 meses, afectando a la producción industrial y agrícola ganadera. Santa Fe y Entre Ríos fueron las provincias más golpeadas por el fenómeno climático que generó una pérdida de casi el 50% de la campaña de trigo del último ciclo y les dio un duro golpe a los cultivos de segunda, como soja y maíz, que registrarán pérdidas históricas, con las producciones más bajas de las últimas décadas.

Aunque el último informe elaborado por la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, conformada por diferentes organismos públicos, determinó el cese del fenómeno, la sucesión de sequías durante las últimas campañas –que se profundizó con calor extremo y heladas tardías en el ciclo 2002/23– ya hizo estragos e impactó en la economía real, que ya empieza a mostrar signos de este golpe con una desaceleración de la actividad, menor ingreso de divisas por exportaciones y caída de la recaudación, entre otros aspectos.

El informe de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías indicó que durante febrero se incrementó en más de un millón de hectáreas la superficie total afectada y en 19 millones las hectáreas en categoría “severa”. Las provincias con ese nivel son Santa Fe y Entre Ríos en su totalidad; Chaco, Formosa, Corrientes, el Noroeste Argentino (NOA), el este de Santiago del Estero y de Córdoba, y el centro y norte de Buenos Aires.

En la zona núcleo, donde se esperaba que la campaña gruesa diera la revancha, las heladas, la falta de agua y el calor extremo ocurridos en una corta ventana de tiempo golpearon severamente a la soja y al maíz. La oleaginosa volvió a sentir las altas temperaturas que no cesaron en la última semana, lo que podría determinar nuevos recortes en la estimación de producción que ubicarían a la campaña 2022/2023 como una de las peores de las últimas dos décadas, cuando comenzó un fuerte proceso de expansión en el país.

Desastre en la zona núcleo

En su última estimación, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario anunció un nuevo recorte para la soja de la región: se cosecharía menos de la cuarta parte de lo que se esperaba producir. El informe detalló que al 16 de marzo la campaña en el área núcleo se ajustó a 4,5 millones de toneladas, de los 19,7 que se esperaban producir al inicio del ciclo. También GEA advirtió que “la situación todavía puede empeorar”. Por el momento, se estima que la cosecha solo será el 23% de lo que se esperaba a principios del ciclo. Respecto al año pasado, que se consideraba la peor campaña desde 2008/09 con 13,5 millones de toneladas, el ciclo 2022/23 podría dejar el 70% de ese volumen.

Para Cristian Russo, a cargo de GEA, la sequía que afecta a la campaña agrícola 2022/23 es peor a las registradas en 2008/09 y 2017/18, algo que ubica a la producción argentina “en los dos peores escenarios de los últimos 15 años juntos y potenciados”, dijo.

De confirmarse esta previsión, la presente campaña en todo el país se consolidará como la peor del siglo XXI, debido a que se ubicaría por debajo de los 27,26 millones de toneladas registradas en el ciclo 2000/2001, cuando comenzó el proceso de expansión de la soja en la Argentina, que por otra parte, era una época en la cual el productor contaba con menor paquete tecnológico disponible y las hectáreas sembradas eran de 10,9 millones de hectáreas, contra 16 millones de hectáreas de la actual.

El pronóstico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires también fue alarmante. Señaló esta semana que los rendimientos de soja están por debajo de los mínimos históricos de la serie del Panorama Agrícola Semanal (PAS), al reducir a 25 millones de toneladas la producción de la oleaginosa. “Esa estimación representa una caída del 44,4% con respecto a la producción promedio de las últimas cinco campañas”, indicó y reveló que “bajo este escenario productivo, el rendimiento medio nacional se ubicaría por debajo al de la campaña 2008/09.

El Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, que releva el centro norte provincial, indicó que “por la sequía se agrava el deterioro de los cultivos tardíos” en el territorio. “Los efectos de la sequía, expresada en perfiles de suelos secos y las altas temperaturas, agravaron esta semana el deterioro de los cultivos tardíos de soja y maíz del centro y norte de Santa Fe, con lo cual los productores se preparan para un escenario de bajos rendimientos”, agregaron.

Por otra parte, indicaron que esta semana continuó la cosecha de maíz temprano, que llegó a un grado de avance del 50%, con un adelanto intersemanal de 13 puntos y un retraso de 7 puntos en comparación con la campaña pasada. “Los resultados obtenidos no variaron, continuaron siendo de muy bajos a bajos, en particular en los departamentos del norte y centro santafesino, donde la recolección avanzó en mayor proporción”, dijo SEA.

En Entre Ríos se prevén perdidas de uSs 430 millones en soja y de u$s 170 millones en maíz. La sequía en esa zona fue calificada como “la peor de los últimos 60 años”, según la Bolsa entrerriana.

En Córdoba, la producción de trigo de pan cae el 74% interanual por malas condiciones meteorológicas por las malas condiciones meteorológicas, según el relevamiento de la Bolsa de Cereales de esa provincia. Detalla que en promedio se obtuvieron 15,5 quintales por hectárea, el 42% menos que el promedio histórico, y añade que la superficie fue de 1.031.100 hectáreas y que se logró cosechar solo 675.700 hectáreas. “A partir de esos datos la provincia “redujo al 17% de la participación nacional en cuanto al área sembrada y al 8% de la producción nacional”, agregó.

Precios planchados

Aún con este escenario productivo tan deteriorado, los precios no reaccionan como se preveía. “El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) está atrasado respecto a los analistas de instituciones locales, y estos respecto a los privados, por lo que incluso todavía no hay una idea cabal del problema argentino en los mercados internacionales”, dijo el investigador del Centro de Agronegocios de Universidad Austral, Dante Romano. Sin embargo, advirtió que “la buena producción de soja en Brasil, con presión vendedora, y el hecho de que los fondos especulativos ya tienen una posición muy comprada de poroto y harina de soja en Chicago parecen haber ya descontado esta noticia”.

De hecho, recordó que “mientras el Usda redujo a producción de soja a 33 millones de toneladas, la Bolsa de Comercio de Rosario la ajustó a 27 millones en línea con lo que los privados veían a inicios de la semana pasada, aunque el calor de los últimos días podría haber generado recortes mayores”.

Aún así, “la baja productiva de Argentina venía llevando a precios del maíz disponible y abril a expectativas muy altas”, dijo, pero, “los precios internacionales no convalidaban esas expectativas de los productores haciendo que, si los compradores querían cumplir los embarques proyectados, debieran incurrir en fuertes pérdidas”, agregó. De ese modo, “veníamos viendo que o las primas de exportación en Argentina se disparaban todavía más para convalidar los precios que pretenden los productores, o se iba a hacer muy difícil cumplir los negocios proyectados. Finalmente ocurrió lo segundo y los precios comenzaron a ajustar a la baja”, detalló Romano.

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