La falta de lluvias durante la campaña hizo caer considerablemente la producción de arroz en los campos correntinos. A medida que avanza la cosecha, los productores se encuentran con menor disponibilidad de grano, lo que afectaría a toda la cadena de valor. Desde los 80 que no se veía algo así.
La sequía golpeó duramente a la actividad arrocera de Corrientes en esta campaña 2022/23, con serios problemas en rendimientos y calidad a medida que avanza la cosecha. Se estima que el volumen de producción del cereal caerá considerablemente, afectando a toda la cadena: desde el productor, pasando por el funcionamiento de los molinos, y con posibilidad de que falten algunas marcas del producto en las góndolas.
Mientras avanza la trilla en los campos arroceros de Corrientes, se van haciendo realidad las magras previsiones que apuntaban los referentes del sector a medida que avanzaba la campaña. La falta de lluvias el año pasado y principios de 2023 hizo que no haya disponibilidad de agua para el riego de las chacras, y esto derivó en muy malos rendimientos y algunos problemas de calidad en el grano.
Se estima que la producción caerá un 50%, y sería la peor cosecha del siglo. “Tendríamos que remontarnos a la década del ’80 para encontrar una campaña tan mala como esta”, sostuvo Christian Jetter, productor arrocero de la ciudad de Mercedes y dirigente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (Acpa).
El referente de la actividad arrocera en Corrientes explicó que el rendimiento promedio habitual en las chacras de la provincia roza los 7.000 kilos por hectárea, en años normales. Con este rendimiento y las más de 90 mil hectáreas que se siembran en Corrientes todos los años, hace que el disponible de arroz en cada campaña esté por encima de las 630 mil toneladas.
Sin embargo, la campaña 2022/23 ya pintaba mal desde el comienzo. La falta de lluvias durante todo el año pasado hizo que las represas no se llenaran de manera correcta y comprometió la disponibilidad de agua para riego, ya que el cultivo necesita de mucha agua durante los meses de floración para tener mejor rinde. Desde allí ya hubo una disminución en la superficie sembrada. No obstante, ya en plena campaña muchos productores debieron abandonar algunos lotes por continuar sin agua para el riego o el encharcamiento deficitario de los lotes, hizo que los rendimientos caigan considerablemente.
“La cosecha está muy avanzada en Corrientes, y lamentablemente no hizo más que convalidar lo que se estimaba, con una merma importante, tanto en calidad como en cantidad de arroz”, comentó Jetter.
Además de lo que no se sembró y lo que se perdió en plena campaña, muchos lotes fueron regados de manera deficiente y terminaron rindiendo mucho menos. “Como productor cuando avanza la campaña uno ve que los lotes mejoran, o tiene esa expectativa, pero cuando entra la máquina a la chacra, no hace más que validar lo que estimábamos”, lamentó el productor.
En este sentido, Jetter estimó que “va a ser una cosecha pobre, la peor del siglo con seguridad; creo que la ‘frutilla del postre’ de esta sequía fue la prolongación de la Niña en diciembre, enero y febrero, donde se terminó regando mal, y todo eso hace que la cosecha haya sido bastante pobre en toda la provincia. No creo que haya un productor que se haya salvado de alguna pérdida”, sostuvo.
En cuanto a la caída de la producción, Jetter consideró que “estimamos que vamos a estar en 300 o 350 mil toneladas, cercano al 50% de producción que habitualmente tiene la provincia”.
Molinería
Según Jetter, quien gerencia una de las empresas productoras e industrializadoras de arroz más importantes de Corrientes, la industria también se va a resentir ante la poca disponibilidad del grano durante esta temporada.
El referente del sector arrocero explicó que en la actualidad, en Corrientes hay una integración casi total entre los molinos y la producción. “En algún momento los productores se integraban y ponían su propio molino; pero en los últimos años los molinos salieron a producir arroz para asegurarse la materia prima. Hoy la cadena está muy integrada”, explicó Jetter.
En este sentido, estimó que ante una campaña con una baja considerable del volumen disponible, “seguramente todos los molinos vamos a sufrir la menor cantidad de materia prima, porque hay mucho menos arroz en stock”, explicó el productor y dirigente del sector.
Jetter también adelantó que la situación podría trasladarse a los proveedores de insumos y servicios de las industrias arroceras. Seguramente va a haber menor cantidad de fletes, menos cantidad de ventas de insumos que se utilizan en la elaboración y envasado de arroz; lamentablemente la cadena completa es la que sufre y en algunos casos hay ciudades completas que se van a resentir”, sostuvo.
