Uno de los espejos más grandes de agua del sur de Santa Fe no escapa al fenómeno de la falta de lluvias y altas temperaturas. Fuente www.distritointerior.com.ar
Del mismo modo que sucede actualmente con la Laguna de Gómez en Junín, en este lugar llama la atención ver como lo que hace un tiempo atrás, no muy lejano, era un «mar», hoy se ve el lecho, tal como muestran las imágenes tomadas por la cámara de Distrito Interior.
A diferencia de la Laguna de Gómez, acá no todo está perdido; así lo asegura un conocedor y conviviente con La Picasa, Fernando Pedrocco, propietario de cabañas y trucker allí (La Posada del Pescador).
Actualmente la Picasa se redujo a la mitad del tamaño alcanzado cuando el agua superó y cortó la Ruta 7, precisamente a la altura del lugar en que tomamos las imágenes, de las 50.000 hectáreas que llegó a tener, con una profundidad de entre 8 y 10 metros, hoy son unas 20.000 o 25.000 con unos 4 metros. Es la laguna vieja la que quedó, explica Pedrocco.
La cota actual es de 102. llegó a ser 105/106 cuando estuvo en su pico. Hoy está estabilizada, especialmente por las obras que se hicieron para regular el caudal; los canales alternativa Sur, que envía agua por bombeo a Buenos Aires, en cercanías de Blaquiere, la que llega a La Salada (y de esta continúa) y la alternativa Norte, ubicada en San Gregorio, que bombea hacia Teodelina.
Entre la Ruta y las vías no hay prácticamente agua, de las vías hacia el otro lado el panorama es el que describe el lugareño.
Se esperaba el ingreso del agua proveniente de Córdoba, pero eso no sucedió; por eso «se mira al cielo esperando por las precipitaciones».
Consultado acerca de las perspectivas de la pesca para este año, dijo que no hay mayores preocupaciones, al menos para él, de hecho, el fin de semana de carnaval, con su guía de pesca, César Ledesma, probarían. Es optimista.
Durante la última parte del año y lo que va de éste la laguna continuó con la actividad comercial, la pesca con redes, habilitada para los municipios que son alcanzados por el espejo de agua, Aaron Castellanos y Diego de Alvear, y por un acuerdo se incluyó a San Gregorio. Hasta hace unos meses se extrajeron mediante redes y vendieron al frigorífico Epuyén de Entre Ríos, carpas, utilizadas para la elaboración de harina de pesco; actualmente se hace lo propio con los pejerreyes que deben salir de origen fileteados, lo que aporta un ingreso diferenciado a las personas involucradas en la cadena comercial.
Pedrocco recordó que está habilitada la actividad tanto comercial, como deportiva en el ojo de agua.