El fabricante alemán defiende la inocuidad del controvertido pesticida, pero está probando ya un nuevo producto alternativo que espera empezar a comercializar en 2028.
El grupo químico y farmacéutico alemán Bayer está desarrollando un producto que podría utilizarse como alternativa al controvertido herbicida glifosato, a pesar de que el consorcio sigue insistiendo en que éste es seguro, anunció el consejero delegado de la compañía, Bill Anderson, en declaraciones a la prensa alemana.
«Estamos probando esta nueva sustancia con plantas reales. Es la primera innovación revolucionaria en este campo en treinta años. Nuestro objetivo es comercializar este nuevo producto en 2028», afirma Anderson.
El glifosato fue desarrollado originalmente por la empresa agroquímica estadounidense Monsanto, que en 2018 fue adquirida por Bayer por más de 60.000 millones de dólares. Desde entonces, el consorcio alemán se enfrenta a decenas de miles de demandas por daños y perjuicios debido a un posible efecto cancerígeno del glifosato. Bayer siempre ha rechazado las acusaciones, y Anderson insistió en ello durante una rueda de prensa el pasado martes con motivo de la presentación de los resultados financieros de 2023, al asegurar que «el glifosato es seguro», en línea con lo mantenido por organismos europeos.
«Mejoraremos nuestra estrategia de defensa y veremos qué podemos hacer fuera de las salas de los tribunales para limitar los riesgos legales», subrayó hoy Anderson. Los inversores llevan tiempo criticando el hecho de que el consorcio aún no haya logrado poner punto final a la cuestión del glifosato. A finales de enero había unos 54.000 casos abiertos, 2.000 más que en octubre. Las provisiones acumuladas por este motivo ascendían a finales de 2023 a 6.300 millones de dólares (unos 5.700 millones de euros). Bayer fue, además, condenada recientemente por miles de millones de dólares, aunque están en curso varios procedimientos de apelación.
Además de los problemas derivados del glifosato, la rama farmacéutica del grupo se está quedando sin productos de referencia debido a la caducidad progresiva de las patentes de varios medicamentos.