Por el efecto La Niña, la siembra de maíz tiene un retraso histórico

Por culpa de la sequía, la actual siembra en el país, que tiene al maíz en el foco de la escena, es la más lenta de la historia, según un experto del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

En tanto, en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires señalaron que la implantación del cereal exhibe el segundo avance más bajo de las últimas diez campañas.

“El clima seco lleva al ritmo de siembra más lento de la historia en la Argentina. Esto hace pensar que tendremos poco maíz temprano y sus cotizaciones se disparan”, señaló en un reporte de la casa de estudios Dante Romano, profesor. “En el plano local preocupa la falta de humedad para la siembra de maíz. La misma viene con una demora importante. Con sólo 5,8%, está 11 puntos atrasada vs el año pasado”, apuntó el informe de la Universidad Austral.

Según el último informe de la Bolsa de Cereales porteña, el avance de la siembra se ubica en el 5,8% de una proyección de 7,5 millones de hectáreas para grano comercial. Se trata de unas 200.000 hectáreas menos que las implantadas la campaña previa.
“De las últimas 10 campañas es el segundo avance más bajo a finales de septiembre”, expresó Martín López, analista de esa entidad. Recordó que el registro más bajo de la serie fue en 2013/14, cuando el porcentaje de avance era del 4,6%.
López precisó que la situación en esa campaña era también de un “escenario de perfiles complicados” para el inicio de la implantación.

“Mientras nos encontramos promediando la ventana de siembra temprana en el centro del área agrícola argentina, la falta de humedad en los perfiles continúa generando demoras en la incorporación del cereal. Bajo este escenario son necesarias lluvias durante las próximas semanas para asegurar el cumplimiento de los planes de siembra, teniendo en cuenta que el período óptimo de implantación culminaría a finales de octubre”, indicó la entidad.

El analista de la Bolsa de Cereales porteña aclaró que “en la medida que no llueva en octubre una posibilidad es que se pase a tardía (la siembra)”. En rigor, podría haber maíz que se implanta en fechas más adelante, siempre que aparezcan las precipitaciones. El año pasado, el 48% fue de siembra tardía y para este año López señala que podría rondar, según cómo se termine de desenvolver el panorama, un 53%.

“En los Núcleos Norte y Sur, la siembra avanza sobre los cuadros que aún poseen algo de humedad superficial mientras aguardan por precipitaciones que permitan acelerar las labores. Hacia la provincia de Córdoba, también se registran importantes demoras en los avances de siembra”, indicó el relevamiento de la entidad.

En tanto, en su relevamiento el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral alertó que se estima que pasará “un área importante de maíz temprano [que corresponde a la actual época del año] a maíz tardío o soja”.

Trigo
La casa de estudios también está preocupada por el devenir del cultivo de trigo, que está sembrado y su recolección será desde mediados de noviembre.

“En nuestro país, las condiciones secas siguen poniendo en jaque al trigo, y así como lo hizo la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) la semana anterior, ahora fue la Bolsa de Cereales de Buenos Aires la que redujo la estimación de 20,5 mill.tt. a17,5 mill.tt. Recordemos que la BCR está en 16,5. Otros privados ya hablan de 16. Estas cifras generan preocupación en el mercado. Con10 mill.tt. autorizadas para exportación, unas 9 tomadas en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior, y un consumo interno de 6,5 mill.tt. ya estamos en un punto sumamente complejo”, precisó la universidad.

“Por otro lado, los productores que gozaron de precios muy interesantes, y vendieron en forma anticipada unas 3 millones de toneladas, ahora están muy reacios a continuar, lo que complica la originación para los exportadores, que como dijimos se comprometieron a embarcar casi 9 millones de toneladas”, añadió.

El informe también señaló: “Los precios internos generarían un fuerte quebranto para la exportación con los valores FOB que estamos viendo. Ante esto vemos dos escenarios: uno en el que la caída de producción genera desabastecimiento y precios disparados. El otro en el que el gobierno negocia con los exportadores reducir las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior, lo que calmaría a los precios”.

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