Bolsa de Comercio de Córdoba dice que la falta de dólares no es toda culpa de la sequía

Según la Bolsa de Comercio de Córdoba, pese a que en las últimas campañas hubo un fuerte aporte de divisas del campo, en realidad desde hace casi un año las reservas netas del Banco Central (BCRA) se encuentran “al borde de pasar a terreno negativo”. Por la sequía, la Argentina perderá entre US$21.000 y US$27.000 millones respecto de la campaña agrícola 2021/2022, cifra que equivale a 4% del PBI.

Pese a la magnitud de la crisis, según el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba, no es la única razón de la escasez dramática de divisas: “El valor de esta cosecha rondará el promedio del período 2015-2020. Incluso, en el peor de los escenarios será superior al de la campaña 2017/2018, que también se vio fuertemente afectada por la sequía”.

Sin embargo, aclara el reporte, mientras que en 2017/2018 los precios de las commodities estaban en uno de los niveles más bajos de la última década, los actuales están entre “los más elevados, incluso tras su leve descenso frente al año pasado”.

El trabajo del IIE repasa que la actividad económica alcanzó un pico en agosto del año pasado, tras lo cual acumuló una caída de 2,2% en tan solo 5 meses. “Esta recesión no se explica por el impacto de la sequía en la cosecha gruesa, que inicia a finales de marzo y comienzos de abril”, añade.

Fabio Ventre, autor del informe, subraya que el hecho de que el Banco Central (BCR) se esté quedando sin reservas genuinas “no se le puede adjudicar solo a la sequía”. Hace tres años tenía aproximadamente US$10.000 millones de reservas propias. Entre 2020 y 2022 el sector agrícola generó casi US$40.000 millones “más que lo usual”.

“Aun así, desde hace casi un año las reservas netas se encuentran al borde de pasar a terreno negativo, subsistiendo a base de préstamos del FMI y medidas como el dólar soja, cortoplacistas y contraproducentes, ya que agravan los marcados desequilibrios de la economía argentina”, añade.

Tras alcanzar un récord de US$55.000 millones en la campaña 2021/22, este año entre soja, maíz y trigo sumarán entre US$27.000 y US$33.000 millones, una caída de entre 40% y 50%.

Por cultivos

El IIE repasa que la soja será la más perjudicada, con una pérdida del 45% de su valor respecto a la campaña previa (US$13.000 a US$15.500 millones); le sigue el maíz, con el 35% interanual (US$6500 millones “que podrían ser US$3000 millones más) y el trigo, con el 29% menos (US$2000 millones).

De acuerdo a las primeras estimaciones de la Secretaría de Agricultura, la cosecha de maíz caería un 27% y la de soja un 37%. Esas proyecciones aparecen optimistas frente a las realizadas por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que indican que la producción de maíz se reduciría 46% y la de soja un 48%.

“Lo ocurrido con el trigo en la cosecha fina lleva a pensar que el escenario más probable se acerca al proyectado por las estimaciones más pesimistas -señala el IIE-. Tras marcar su mejor campaña histórica en el país, el cereal perdió casi 10 millones de toneladas, 43% menos que en 2021/2022. No todo fue impacto de la sequía, la superficie implantada fue 12,5% menor”.

En Córdoba, las pérdidas están por sobre el promedio de la región núcleo, según el IIE representan 20% del PBG [Producto Bruto Geográfico]. Son aproximadamente US$8250 millones menos que en la campaña 2021/2022.

La reacción de un productor

El productor Jorge Esponda, de Roldán, Santa Fe, viralizó un comentario respecto del impacto de la sequía y comparó los daños con los “recursos que el Estado roba a los productores”: “Queda en evidencia que nuestra actividad es de mucho riesgo y que en otros gobiernos nos permitía tener ganancias en momentos buenos para soportar los malos. En los últimos 20 años, con mayoría de gobiernos kirchneristas, desaparecieron 50.000 familias de productores chicos y medianos y entre 2022/23 la cifra va a ser muchísimo más”.

También realizó un cálculo de lo que representa para los productores la edición del dólar agropecuario. El precio internacional es de US$ 545, con lo que la tonelada (a un blue de $442) alcanza los $ 240.000, pero los productores reciben $ 100.000. “Sin cepo y sin retenciones (33%) serían $ 160.000″, sintetiza.

Con los mismos valores, estimó que en años de producción “normal, a un productor de 100 hectáreas le ‘robaron US$ 110.000; este año tiene US$ 20 millones de pérdida”.

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