El sector agropecuario argentino estuvo esperando las abundantes lluvias que anticiparon varios estudios climatológicos, sin embargo eso no ocurrió. Ahora cambió la expectativa climatológica y “El Niño” ha pasado de fuerte a moderado. Una excelente noticia para el sector.
POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
Julio debía marcar el comienzo de una gradual normalización de las precipitaciones. Sin embargo, un informe del equipo Meteored señala que estas lluvias no están son suficientes como para revertir completamente el déficit hídrico que hay aún en los campos.
Es decir, los suelos que utiliza el sector productivo, después de enfrentar la peor sequía en su historia, están aún necesitado de una recuperación de sus napas y esta necesidad no se daría en el corto plazo.
En este contexto, las esperanzas de un cambio en el patrón de precipitaciones están puestas en la llegada de “El Niño”, del cual se espera revierta la situación.
Lo cierto es que durante el mes de julio se debía comenzar a dar una gradual normalización de las precipitaciones. Sin embargo, el informe de Meteored señala que aún no serán suficientes para revertir completamente el déficit hídrico que aún existe en el país.
«Agosto podría ser el punto de inflexión entre la sequía y las lluvias. Si bien aún no serán suficientes para revertir el déficit hídrico que padece gran parte del territorio nacional, podría ser el puntapié inicial para que la situación comience a mejorar sustancialmente», señaló Leonardo De Benedictis, meteorólogo de Meteored Argentina.
De acuerdo con los pronósticos de Meteored, el momento del inicio del evento “El Niño” se va afianzando, y junto con él, la probabilidad de que aumenten las precipitaciones en la mayor parte del país. A medida que avanza el año, se espera que se registren fenómenos de mayor volumen de lluvia.
De fuerte a moderado
Otro dato no menor lo aportó un nuevo reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), quien, a partir de informes internacionales, determinó que el fenómeno “El Niño” pasó de fuerte a moderado.
“Hace un mes se habían presentado algoritmos que mostraban el efecto de un “Niño” fuerte sobre las lluvias en la región núcleo. Los resultados mostraban lluvias mensuales de octubre a enero que en general superaban a las medias por un 40 a 60%. Hoy con un Niño moderado, las lluvias mensuales proyectadas para dicho período estarían entre un 30 a 40% por encima de lo normal”, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en un informe.
El informe además destaca que, si bien el evento “El Niño” va a estar presente durante la temporada agrícola, lo que cambió es la importancia relativa del fenómeno en comparación con otras variables que determinan las lluvias en la región pampeana. “El Niño será una pieza clave para que la Argentina cuente con un mayor aporte de humedad, pero otras variables como los efectos regionales tendrán mayor importancia que hace un mes. O sea, dependeremos más de efectos que no son posibles de cuantificar a largo plazo”, señalaron.
La situación
Otro dato a tener en cuenta es el que indica que, si bien los cultivos de granos finos están demostrando una buena condición vegetativa con precipitaciones que han sido las suficientes, esto no significa que los suelos se estén recuperando de la sequía. Hay que tener en cuenta que la falta prolongada de lluvias hizo que las napas bajasen hasta los 4 metros de profundidad. Y más aun teniendo en cuenta que “La Niña” se retiró en marzo, es decir hace 5 meses.
En este contexto, el consultor Alfredo Elorriaga en el informe publicado por la Bolsa rosarina explicó que “El océano no se termina de acoplarse con la atmósfera y no se potencia la actividad de los vientos que son responsables del transporte de humedad”.
¿Qué significa esto para los productores? “Primero, hay que dejar claro que el evento “Niño” va a estar presente durante la campaña gruesa 2023/24: las anomalías térmicas que son variables más estables como predictor de los modelos siguen mostrando un calentamiento muy importante. Lo que cambia es la importancia que tendrá este fenómeno ante el resto de las demás variables que determinan las lluvias de la región pampeana”, sostuvo el trabajo.
«Hace un mes se había presentado algoritmos que mostraban el efecto de un “Niño” fuerte sobre las lluvias en la región núcleo. Los resultados mostraban lluvias mensuales de octubre a enero que en general superaban a las medias por un 40 a 60%. Hoy con un “Niño” moderado, las lluvias mensuales proyectadas para dicho período estarían entre un 30 a 40% por encima de lo normal» cerró.
En concreto, dice Elorriaga que esta sería una campaña agrícola normal con un 30 a un 40% más de precipitaciones y que estas lluvias caerían entre octubre y enero. Una excelente noticia para todos los productores después de una sequía catastrófica.
