Por primera vez, un grupo empresarial privado argentino invirtió en la producción del aceite.
A medida que el cannabis muestra los beneficios que puede tener para la salud, el negocio del nuevo ‘oro verde’ no para de crecer. En Uruguay, las exportaciones de cáñamo -fibras y tallos de la planta, además de flores con un máximo del 1% de THC, el componente psicoactivo- ya alcanzaron los US$ 100 millones en exportaciones, según datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Se trata de la cuarta parte del comercio de cítricos, el mercado más importante detrás de la soja. En Argentina, hace tiempo que los empresarios toman nota de la expansión económica de la marihuana. No solo porque hace dos meses el Gobierno habilitó la venta de aceite medicinal en las farmacias. La última novedad es que, por primera vez, un grupo privado nacional se mete de lleno en la industria con la toma de control de una compañía con base en Canadá: Facundo Garretón, ex diputado del PRO, y Claudio Belocopitt, dueño de Grupo América y Swiss Medical Group, son los principales nombres del millonario desembarco.
En enero, el grupo de capitales FLA Ventures compró la mayoría de las acciones de Blueberries, por US$ 1 millón, una firma con sede central en Canadá y que mantiene sus operaciones en Colombia. FLA Ventures fue creado por Sebastián Houchbaum y Facundo Belocopitt (hijo de Claudio Belocopitt), ambos abogados especialistas en finanzas y que tienen 26 años. Allí participan varios inversores, como Belocopitt padre.
Apuesta empresarial
“A mi me costó mucho cuando me empezaron a mostrar esto como una alternativa. Soy un tipo de edad avanzada y no veía que me vengan a hablar de estas cosas. Pero conocí gente tratándose con cannabis. Me decían: ‘me puse unas gotitas y me está dando resultado’. No era una fantasía, ¡yo lo veía!”, cuenta Belocopitt padre. Pero el dueño de Swiss Medical Group también notó una oportunidad de negocios. “Me parece que es una industria que recién arranca y todo indica que tiene una potencialidad muy fuerte”, cuenta uno de los propietarios de Grupo América.
Además, Belocopitt asegura que habrá más empresarios que quieran su tajada del ‘oro verde’. Una vez que la industria esté desarrollada masivamente, yo no tengo dudas que va formar parte de la industria farmacológica general y comercial. Se está demostrando con los tratamientos médicos: hace suponer que va a ser un hecho globalizado”, dice Belocopitt, que se animó a apostar luego que lo convenciera su hijo Facundo, quien es parte del Directorio de Swiss Medical.
“Mi viejo es una persona súper abierta; escucha. Le conté todo lo que el cannabis se desarrollaba en el mundo. Es algo que puede ayudar a muchísimas personas y está relacionado con la salud”, cuenta Belocopitt hijo sobre cómo persuadió a su padre, con su impronta de una nueva generación que no tiene los prejuicios de relacionar a la planta con una droga, a que abra la billetera para comprar las acciones de Blueberries. “Hay que apostar por el cannabis”, sostiene el joven Belocopitt.
ero Belocopitt padre cuenta que “solo es un inversor”. El encargado de llevar adelante el proyecto es Facundo Garretón, quien fue diputado del PRO entre 2015 y 2019. “Cuando estuve en el Congreso, en 2017, me tocó tratar la Ley de Cannabis Medicinal y empecé a ver las legislaciones comparables en Uruguay, Canadá y Estados Unidos. Ahí vi la oportunidad”, le confía Garretón a NOTICIAS, quien se hizo famoso como emprendedor a partir del negocio de las páginas web. Su primer apuesta cannábica la hizo en Uruguay, a fines de 2019, con la inversión de US$ 1,5 millones en la empresa de cultivo Ivy Life Science.
“El desafío pasa por ser industrial y darle valor agregado al cannabis. Estamos armando la empresa más grande de América Latina y ya contamos con socios súper estratégicos”, dice Garretón sobre el dueño de Swiss Medical. Por eso, su siguiente misión fue izar bandera en otro país de la región que tuviera resuelta las regulaciones. A mediados del año pasado, el tucumano compró acciones de Blueberries y se convirtió en uno de los directores de la empresa con base en Canadá, pero que tiene sus principales operaciones en Colombia. Su decisión no fue azarosa.
Multinacional
En Colombia, el CBD -componente de la planta relacionado al uso medicinal- es completamente legal desde 2016. Desde ese entonces, el comercio parece no tener techo: según un informe de la Asociación Colombiana de Industrias del Cannabis, las exportaciones para uso medicinal en 2020 tuvieron un aumento del 1.363%, en comparación al año anterior. En total, la última recaudación anual fue de unos US$ 4,5 millones. Un informe desarrollado por la consultora Fedesarrollo prevé que las ventas de Colombia al exterior tendrá ganancias superiores a los US$ 2.700, lo que superaría al comercio del cacao. La oportunidad del negocio está servida y los empresarios argentinos ya comenzaron a firmar sus chequeras.
Proyección del negocio
Este grupo argentino pretende instalar diferentes compañías hermanas dispersadas en la región y que puedan proveerse a sí mismas en la materia productiva, además de generar sus propios negocios. En Uruguay está resuelta la materia prima y en Colombia la producción de aceite medicinal. Pero a futuro, el proyecto pretende sentar las bases en México y Brasil para artículos estéticos y el comercio digital. Argentina no está fuera de las proyecciones y los empresarios ya son socios del clan Morales, en Jujuy.
Otro actor clave del grupo argentino es Sebastián Houchbaum, quien ahora es uno de los Directores de Blueberries, un abogado que se especializa en las finanzas y es amigo de Facundo Belocopitt desde la infancia. Si bien Houchbaum seguía con atención el desarrollo del negocio a nivel mundial, recién entró al juego el año pasado cuando invirtió en la compañía de Garretón en Uruguay: una conexión clave para llegar al dueño de Swiss Medical. Sin embargo, el Director de Blueberries cuenta que quiere aportarle al mundo una nueva forma de producir porque “el capitalismo no puede seguir como se manejó hasta ahora. En los últimos años, el mundo ha vivido de una forma muy salvaje”, dice sobre la explotación de recursos naturales y la contaminación del medio ambiente. Por eso, el joven afirma que una clave es “hacer una transición de una medicina artificial a una más natural. El cannabis entra en ese juego y es una de las industrias que más está dando ese cambio”.