Todo el arco agropecuario y agroindustrial estuvo reclamando que el gobierno no retrotraiga la alícuota de retenciones a los granos, pero el equipo económico hizo caso omiso al pedido. En este marco ¿cómo queda la rentabilidad?
POR JOSÉ LUIS AMADO –PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
El viernes, los productores agrícolas se desayunaron con una pésima noticia: en horas de la madrugada, el Gobierno había publicado en el Boletín Oficial el decreto 439/2025 por el cual los granos volverán a su tributo anterior a febrero. Así, la soja volverá del actual 26 al 33%, el maíz y el sorgo del 9,5 al 12%. Y el girasol pasará del 5,5 al 7%. En tanto el trigo y la cebada quedará en los porcentajes actuales. Los nuevos valores del tributo comenzarán a regir desde el próximo martes 1ro de julio.
Los números fríos
Ahora, una vez conocida la mala noticia, la pregunta es cómo quedan los números de los principales cultivos. En este sentido, la gente de CREA advierte que con la nueva suba de las retenciones, los márgenes no cierran y el cultivo de soja se tornará inviable en el 80% de la superficie agrícola nacional.
Así lo indicó hace unos días Ariel Angeli, líder de la unidad de Investigación y Desarrollo de CREA, durante su exposición realizada ante senadores y diputados nacionales que integran el Espacio Legislativo Interpartidario del Agro (ELIA) promovido por la Fundación Barbechando.
Márgenes inviables
Las proyecciones realizadas por CREA, en lo que respecta a la planificación de la nueva campaña agrícola 2025/26, con los precios esperados a la fecha, muestran que el cultivo de soja de primera no lograría cubrir los costos de producción en un 39% del área agrícola en función del rendimiento promedio del último lustro para cada una de las regiones.
“Si se considerasen los márgenes proyectados de la soja de primera 2025/26 con un precio de la oleaginosa sin derechos de exportación, entonces el cultivo sería económicamente viable en casi toda el área nacional”, señaló Angeli.
“Sin embargo, los márgenes proyectados con precios de la soja gravados con un derecho de exportación del 33% tornarían inviable el cultivo en el 80% de la superficie agrícola”, alertó el técnico de CREA. Para sacar este costo se tuvo en cuenta el costo de la tierra, un rinde soja de 3,36 Tn/ha y un precio de 257 dólares la tonelada.
En lo que respecta al maíz 2025/26 (ponderando temprano + tardío), con los precios actuales esperados a cosecha, según la referencia del mercado de futuros, el cultivo con el 12% de retenciones, sería viable económicamente sólo en el 39% del área nacional. Con 170 dólares a cosecha y un rinde de 7,6 Tn/ha el resultado es de apenas +26 dólares por hectárea.
En cuanto al doble cultivo trigo/soja de segunda, se trata del caso más comprometido porque el aumento de derechos de exportación a la soja torna inviable el negocio en el 87% de la superficie agrícola. El resultado da -101 dólares por hectárea, con un rinde de 3,1 Tn de trigo y 2,2 Tn de soja por hectárea.
“La proporción territorial de la inviabilidad económica del negocio agrícola 2025/26 se incrementó de manera notable en las últimas semanas a causa del deterioro de los precios internacionales de los principales granos”, expuso Angeli.
Menos inversión
Además del área potencial que podría no sembrarse en la campaña 2025/26, también es necesario considerar el impacto de la menor inversión en tecnología como consecuencia del nuevo incremento impositivo. En ese sentido, Angeli explicó que existe una correlación histórica robusta entre el precio de los granos y las dosis de fertilizantes aplicadas.
Sin derechos de exportación, la mejora esperada que habría en el precio de los granos (+12%) se traduciría en una mayor dosis de fertilización (+6%) en la primera campaña posterior a la implementación de la medida y, en tal escenario, es factible proyectar un incremento en la producción de cereales (+2,0% en maíz y +2,7% en trigo) que equivaldría a un aumento de las exportaciones por más de 300 millones de dólares a valores FOB actuales. Un efecto similar podría estimarse en el cultivo de soja con mayor aporte de nutrientes.
“Sin desconocer la situación macroeconómica actual de la Argentina, existen razones para poner el foco en los derechos de exportación porque afectan la sostenibilidad de los sistemas productivos y la capacidad de incorporar tecnología para incrementar la producción y el valor agregado en la cadena agroindustrial”, resumió Ariel Angeli.