Si hay una historia curiosa y muy poco conocida es la del argentino que fue ministro de Agricultura y Abastecimiento entre 1933 y 1942 de Adolf Hitler. POR: José Luis Amado -Periodista Agropecuario-
Su nombre es Richard Oscar Walther Darré y no solo fue un destacado ministro de Hitler, sino que también se convirtió en uno de los ideólogos del nazismo.
El protagonista de esta historia nació el 14 de julio de 1895 en la calle 11 de septiembre 769 casi esquina Mauré, (lugar que ya no existe) del barrio de Belgrano, ciudad de Buenos Aires. Su padre se llamaba Richard Oskar Darré, alemán de ascendencia francesa, y madre argentina, Emilie Eleonore Lagergrende, sangre sueca y alemana. El matrimonio tuvo cuatro hijos, siendo una familia de buen pasar económico. Su padre se desempeñó como director de la empresa alemana, ligada a los negocios agrícolas, Engelbert Hardt & Co.
Darré, según el historiador argentino Samuel Jeremías Piotrokowsky, cursó la primaria en el Colegio Alemán Superior de Varones Belgrano, ya inexistente, que estaba en la avenida Cabildo 1891.
Cuando Ricardo Darré tenía diez años todos se vieron obligados a regresar a Alemania producto del empeoramiento en las relaciones diplomáticas previo al estallido de la Primera Guerra Mundial.
Poco después sus padres y hermanos regresaron a Buenos Aires y él se quedó y fue a estudiar al King’s College de Wimbledon donde fue pupilo. Luego Darré, volvió a Alemania y se alistó para servir en el ejército y participó de la Primera Guerra Mundial.
Tras el conflicto, Darré pensó en volver a la Argentina, pero la situación económica de la Alemania de posguerra se lo impidió. Por esa razón, continuó sus estudios, en este caso sobre la agricultura, consiguiendo un título universitario en 1922.
Durante ese período publicó su primer libro y comenzó a desarrollar la teoría denominada “Sangre y Tierra”, que luego sería adoptada por el Partido Nazi. La misma consideraba al trabajo de la tierra como un elemento fundamental para la supervivencia de la raza superior aria y fue utilizada para menospreciar a los judíos pues aún no tenían territorio propio. Este “aporte ideológico” de Darré tuvo gran relevancia para Hitler y sus seguidores a la hora de justificar el asesinato de millones de personas en nombre de la «raza».
El programa ecofasista
«La unidad de la sangre y la tierra debe ser restaurada», era la consigna proclamada por Ricardo Darré, quien fuera ministro del Reich de Agricultura y Abastecimientos entre 1933 y 1942.
Tal era la simpatía ambientalista del nazi que hasta se enfrentó a jerarcas como Göring para implantar sus ideas y se lo menciona como «el padre de los movimientos Verdes». Darré fue uno de los miembros más adeptos del partido nacionalsocialista y hay historiadores que afirman que fue él quien convenció a Hitler sobre la necesidad de exterminar a judíos.
La ideología de “la sangre y el suelo” que propugnaba Darré, es una ideología de la política agrícola que postula la unidad de un organismo definido racialmente con su área de asentamiento. Los estilos de vida campesinos no solo eran idealizados y configurados como contrapeso a la urbanidad, sino que también estaban vinculados a ideas racistas y antisemitas que oponían una raza germano-nórdica como la campesina a un supuesto nomadismo judío.
3 – Standard
Esas, fueron las ideas que lo llevaron a conocer a Adolf Hitler y asociarse al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán en 1930. La labor de Ricardo Darré, consistía en afiliar granjeros al partido, agitar el descontento con el gobierno de ese momento y captar a potenciales colonos de Europa del este.
Según la historiadora Anna Bramwell, en su libro “Blood and Soil. Walther Darré y el ‘Partido Verde’ de Hitler (Bourne End: Kensal Press, 1985, 288pp).”, el argentino tuvo mucha influencia en el gobierno nazi, incluso en cuanto a la selección de políticas de eugenesia y control de natalidad, que apuntaban al desarrollo de una «raza perfecta». Planteaba, por ejemplo, que los hijos ilegítimos no eran los nacidos fuera del matrimonio, sino los de «menor calidad racial» y debían ser eliminados. Por esto, estableció parámetros raciales para elegir esposas «genéticamente aptas».
Además, fue unos de los artífices ideológicos de la teoría de expansión hacia el este, que consideraba que los alemanes debían comenzar a colonizar Europa del este para garantizar la supervivencia de la raza aria.
El ministro
Tras la llegada al poder del Partido Nazi, Darré quedó a cargo del Ministerio de Agricultura y Abastecimiento y era, de hecho, uno de los pocos ministros que tenía experiencia en el área donde se desempeñaba.
Hitler, como todo tirano, inventó un enemigo mortal para agitar el odio en las masas -el judío-, Darré se encargó de prohibirles ser dueños de tierras. De allí a los guetos, las deportaciones y el Holocausto, sólo hubo que dejar correr el tiempo. Y Darré tampoco fue ajeno a ese proyecto.
Inmediatamente después de tomar el poder (enero de 1933), los nacionalsocialistas comenzaron a alinear las distintas organizaciones agrícolas, como la influyente «Asociación de Agricultores Cristianos» y la Reichslandbund (Liga Rural Nacional), la organización agrícola más grande con alrededor de cinco millones de miembros. El 4 de abril de 1933, Ricardo Darré asumió la presidencia de todas las asociaciones agrícolas y a mediados de abril también tomó el control del sistema cooperativo agrícola alemán. De esta forma Darré fue responsable de toda la política agrícola nazi hasta su final.
Mediante una ley de abastecimiento de septiembre de 1933, todas las personas y empresas que se dedicasen a la agricultura, la pesca y la horticultura, fueron unificadas en una sola corporación estatal, la Reichsnährstand con 17 millones de miembros. Quien encabezó esa corporación fue Darré de forma que regulaba toda la vida rural del gobierno de Hitler.
La Alemania nazi se dividió en 26 comunidades agrícolas rurales, cada una de las cuales se subdividió en comunidades agrícolas locales y distritales. Ese campesinado recibía adoctrinamiento ideológico basado en la consigna «Sangre y suelo», el lema que contrastaba la sociedad de masas urbana con el ideal siempre propagado del campesinado preindustrial como la «fuente principal del pueblo alemán». Por último, pero no menos importante, esto tenía la intención de frenar el dramático éxodo rural y la disminución de los trabajadores agrícolas, quienes, a pesar de todos los esfuerzos ideológicos y sociopolíticos, preferían trabajos más lucrativos en las ciudades.
Hay que tener en cuenta que existía abundancia de leyes para regular el mercado agrícola. Esto incluía el control de precios, la regulación de las importaciones, el registro de la producción nacional y su distribución en el Reich. Todo con la idea de crear autosuficiencia alimentaria.
Su caída
Sin embargo, en 1938, Darré comenzó a ganarse la enemistad de Himmler (Nº2 del nazismo y líder de las SS), quien llegó a pedir su renuncia en varias oportunidades.
Ocurrió que había perdido influencia en el transcurso de la guerra, dado que la economía de tipo industrial era el centro de atención del nazismo e incluso se lo hacía personalmente responsable del fracaso de hacer autosuficiente la industria alimentaria de guerra en el Reich alemán.
Finalmente, Ricardo Darré, acusado de fracaso, fue destituido de sus cargos el 16 de mayo de 1942, mientras las atrocidades de los nazis devastaban Europa.
Darré fue capturado en 1945 tras la caída del régimen nazi y fue condenado a 7 años de prisión en los Juicios de Nüremberg y fue liberado por un indulto 5 años después. Durante décadas el destino final de Darré fue objeto de muchas conjeturas, incluso se sospechó que regresó a Argentina para liderar la red Odessa, la organización clandestina de protección de ex nazis, empleando contactos en su tierra natal para garantizar refugio a sus ex compañeros. Incluso se dijo que gran cantidad de oro nazi llegó a la Argentina bajo su custodia.
Su hermano aseguró, hace ya unos años en Alemania, que murió de cáncer en Munich en 1954.
