La participación de los impuestos nacionales, provinciales y municipales sobre la renta agrícola de una hectárea de soja es del 65,5%, en tanto que en el caso del trigo supera el 49%.
La medición del “Índice FADA” de junio 2024 marca una participación de los impuestos sobre la renta agrícola del 59,9% para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol.
Es decir, que de cada $100 de renta (que es valor de la producción menos los costos) que genera una hectárea agrícola, $59,9 es lo que representan los distintos impuestos nacionales, provinciales y municipales.
De dicho índice, elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), se desprende, además, que la participación del Estado en soja es del 65,5%, mientras que en el maíz es del 54,6%, en el trigo es del trigo 49,2%, y en el girasol es del 52,2%.
El índice de junio es 4,9 puntos porcentuales más bajo que el de marzo de 2024, que había marcado 65%. La renta agrícola es el resultado de descontarle al valor de la producción, los costos para producir.
El informe detalla que el primero de los factores que incidió en el guarismo del mes de junio fue la recuperación del precio de los granos; el segundo, fue la introducción del dólar exportación, también conocido como dólar blend, para la liquidación de exportaciones, que no se había contemplado en ediciones anteriores del Índice.
El dólar exportación es resultado de un 80% de dólar oficial y 20% de Contado con Liquidación (CCL), lo que mejora el ingreso percibido por el productor, actuando en el mismo sentido que un incremento de precios. Para junio 2023, el tipo de cambio oficial fue de 897,83 pesos por dólar, mientras que el dólar exportación asciende a 976,64 pesos por dólar.
En tanto que se si analiza el costo de la tierra dentro del esquema de costos, aquellos que son dolarizados en una hectárea de soja pasan a representar el 59%, señala el informe elaborado por la Fundación FADA.
En el caso particular del maíz, como los fertilizantes y semillas tienen más peso que en el caso de la soja, los costos dolarizados ascienden al 47% de la estructura, mientras que los pesificados alcanzan el 53%. Si se considera el costo de la tierra, el peso de los costos dolarizados asciende al 55%.
La caída de los precios, aún con mayores niveles de producción tras la recuperación de la sequía, hacen reducir el valor bruto de la producción. En este contexto, explican desde la Fundación FADA, con precios debilitados, costos en alza y actualizaciones de impuestos provinciales y municipales, como inmobiliario rural, tasas y guías, generan una presión mayor en la participación del Estado en la renta agrícola.
La participación del Estado en la renta de la soja es del 65,5%, mientras que en la del maíz es del 54,6%, en la del trigo es del trigo 49,2%, y en la del girasol es del 52,2% (Archivo)
El debilitamiento de los precios, acompañado del atraso cambiario, posterga en parte la liquidación de divisas que se observó en los primeros meses del año. A ello se le suman las condiciones climáticas que retrasaron la cosecha gruesa (maíz y soja).
Para mayo 2024, en base a CIARA-CEC, las exportaciones agrícolas alcanzaron los USD 2.612 millones, siendo 37% menor al mismo mes de 2023, que se encontraba vigente el dólar soja. En el acumulado enero – mayo 2024, se muestra una leve caída del 4% frente al mismo período del año anterior. En este punto el dólar exportador mejora levemente la ecuación para el productor, ya que genera un tipo de cambio superior al oficial, aunque no lo suficiente, frente al atraso cambiario.
Federalismo fiscal
El 59,9% de participación del Estado en la renta agrícola, está compuesto por impuestos nacionales, provinciales y municipales. Los impuestos nacionales no coparticipables representan el 63,4% del total de impuestos que afronta una hectárea agrícola en Argentina. El análisis realizado por FADA detalla que la composición central de estos impuestos son los derechos de exportación, a los que se le suma el impuesto a los créditos y débitos bancarios.
Los impuestos nacionales coparticipables entre el Estado nacional y los Estados provinciales, representan el 31,1% de los gravámenes medidos (ganancias, y saldos técnicos de IVA). En tanto, las provincias reciben parte del 31,1% como coparticipación, y también recaudan diversos impuestos; mientras que los impuestos municipales representan el 0,6% del total medido en el Índice FADA promedio nacional.