Destacan que se usa solo un 30% de la tecnología que tiene cada sembradora

El ingeniero Santiago Tourn disertó en la UPA de la Regional Tres Arroyos de Aapresid, que estuvo enfocada en la calidad de siembra de los granos gruesos. Además de dejar claves para lograr una mejor implantación, el especialista advirtió en la necesidad de capacitar a los operarios. Más de 80 personas participaron de jornada realizada en la Chacra Experimental de Barrow

“Las estimaciones que yo tengo, y que se basan en las recorridas que hago por todo el país, es que no se está usando más de un 30% de la tecnología que uno tiene. Es decir, tu sembradora cuenta con una determinada carga tecnológica de la que no entendés más de un 30% de lo que tenés disponible. Ese es el promedio, claro que hay gente que la explota mucho más y otros mucho menos”.

La afirmación, con un alto grado de advertencia que marca que hay un claro déficit que impide trabajar en forma mucho más eficiente lleva la firma del ingeniero Santiago Tourn, especialista en mecanización agrícola, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce y titular de MecaTech Agroconsultora, quien participó de la jornada Un Productor en Acción organizada por la Regional Tres Arroyos de Aapresid que se llevó a cabo en la Chacra Experimental Integrada Barrow y contó con más de 80 concurrentes entre productores, ingenieros, operarios y contratistas.

La UPA llevó como título “Cómo impacta la calidad de siembra en la gruesa”, contó con la participación de varias empresas del rubro y tuvo además de la disertación de Tourn, la charla de Josué Alonso, técnico de Precision Planting. A cargo de la presentación del encuentro estuvo el ingeniero Pablo Errazu, Asesor Técnico de la Regional, quien destacó lo beneficioso y positivo que es el trabajo en conjunto -en este caso en la organización de la jornada con la Chacra de Barrow-, y que tiene que ver con la visión de Aapresid de fortalecer los vínculos con instituciones públicas y llegar a los productores, a los operarios y técnicos.

– ¿Qué se utilice apenas un 30% de la tecnología disponible, en este caso en una sembradora, a qué se atribuye? ¿Es sólo falta de capacitación?

– Sí, y hay que hacer un “mea culpa”. Es por falta de capacitación de las empresas que venden la tecnología, porque por ahí están desbordadas con las ventas y no llegan a tiempo. También se debe a que hay operarios que van rotando mucho en los campos, entonces se suben a la sembradora, terminan de sembrar y agarran la fertilizadora, después se pasan a la fumigadora y luego a la cosechadora. Entonces es como que nunca llegan a asentar los conocimientos porque sucede todo demasiado rápido.
Es un trabajo muy importante el de la capacitación de sembradores. Manejar un tractor lo hacemos todos, pero acá hay que hacer sembradores, y para eso necesitás tiempo, inversión y un equipo de trabajo, o sea un mando medio, y un empresario que apoye al operador, que hoy es fundamental.

– ¿Eso está relacionado también con que se ha ido complejizando la tarea de siembra a partir de contar con más tecnología para tener mayor eficiencia?

– No necesariamente. Por ejemplo, el cuerpo de siembra ha evolucionado en el tipo de material, en la durabilidad, no demasiado más que eso. Entonces el cuerpo de siembra es el mismo de hace 20 años. Lo que sí se le han agregado algunos periféricos, que son tecnologías que ayudan a medir y a entender lo que estamos haciendo para tomar una decisión. Hoy en día, cuando no tenés esa tecnología, es muy difícil poder tener una idea correcta de lo que estás haciendo.
La tecnología, sin duda, vino para mejorar la calidad de siembra, porque se ha desarrollado, todas las empresas pusieron su foco en los dosificadores, que son mucho más sencillos ahora, que se autoajustan, que hace que sea simple la densidad variable, que plantean muy bien, casi no hay fallos, de alguna manera le soluciona un poco la tarea y le saca un poco de carga al operador.


El ingeniero Santiago Tourn es especialista en mecanización agrícola. Se desempeña en la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce y es titular de MecaTech, la consultora con la que brinda asesoramiento.

Pero hay muchas otras variables que se están midiendo, que están en un monitor, pero es necesario que el operario entienda qué es lo que indican. Son un montón de variables que antes no existían. Entonces lo que se complejizó fue la interpretación y eso hace que la persona tiene que estar capacitada. Es fundamental. El operario capacitado es la columna vertebral.

– ¿Qué factores influyen en la calidad de siembra?

– Son muchos los que influyen, pero fundamentalmente lo podés dividir en tres: la configuración que hagas de la sembradora, el estado del terreno y la calidad de la semilla. Esas son las tres patas fundamentales. Vos podés hacer una muy buena siembra manteniendo profundidad y equidistancia, pero si tu decisión agronómica fue mala porque decidiste sembrar en un lote seco, no te puedo asegurar que la implantación sea positiva. Y si vos hiciste todo bien y tu semilla tiene problemas de vigor también te afecta. Pero cuando se suman problemas de vigor, un lote seco y una máquina mal calibrada, explotan las pérdidas que pueden llegar a ser más del 15% del cultivo.

– ¿Cuáles serían las claves básicas para lograr una buena calidad de siembra?

– Hablando de la sembradora, si adquiriste un dosificador con tecnología, usá una buena semilla. Después, que el cuerpo de siembra vaya copiando todas las imperfecciones que el suelo tenga o al menos que se generen las mínimas interrupciones posibles de la rueda limita profundidad. Eso significa que el cuerpo de siembra tiene que ir derecho, debe tener la carga suficiente para que las ruedas copien el terreno. Y si vamos a sembrar en una zona donde hay mucho rastrojo, tenemos que usar un buen barre rastrojo, y tener en cuenta que la cuchilla de microlabranza es sumamente importante, sobre todo donde hay pastoreo. En esta zona hay mucho planteo mixto, entonces tenés un suelo que está un poco apretado, de modo que necesitás laboreo previo para que después el cuerpo trabaje bien.
Entonces, es una suma de cosas: un buen dosificador, una buena semilla, un correcto control de carga con una adecuada posición del paralelogramo y una cuchilla bien usada ya te acerca mucho más al éxito que si no considerás ninguna de esas cuestiones.

– ¿Tenés medido un promedio de pérdida por no realizar una buena siembra?

– Sí, contamos con mucha información. Tenemos medidos algunos valores específicos. Cuando se habla, por ejemplo, de espaciamiento, de singulación, de coeficiente de variación, que de alguna manera te permiten caracterizar qué tan bien estás sembrando espacialmente (si todas las semillas colocadas están equidistantes), si no tenés dobles semillas o no te faltan algunas, tenemos medido que a partir de un 22% de coeficiente de variación del espaciamiento empieza a perder rendimiento el cultivo. Para maíz hablamos de 50 / 60 kilos, para girasol es un poquito más alto el valor porque compensa más y te da un nivel de plasticidad mayor.

Ahora lo que estamos midiendo, que tenemos ensayos en una red de calidad de siembra a nivel nacional de la que también participan el INTA y distintas facultades, es el impacto de la temporalidad: qué diferencia de días entre el nacimiento de una planta y otra te empieza a generar pérdida de rendimiento. A partir de una hoja de diferencia entre una planta y otra la pérdida en maíz es muy importante. En eso estamos trabajando. Fuente La Voz del pueblo campo de Tres Arroyos.

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