Por estos días se dio un cruce de ideas entre economistas K por la receta para salir de la crisis. Emmanuel Álvarez Agis y Roberto Feletti difieren en que si hay que devaluar o no, pero coinciden en que hay que aumentar las retenciones a los granos.
¿Qué hacer para estabilizar la economía? ¿Cuál es la fórmula para recuperar dólares para las reservas del Banco Central? ¿Podría este Gobierno, con apenas un año por delante y ganado por la desconfianza, tener la capacidad para lanzar un plan de estabilización? ¿O lo mejor que puede hacer es aguantar hasta el final del mandato de Alberto Fernández para que la resolución quede en manos del próximo inquilino de la Casa Rosada? ¿Llega o explota todo antes? En todo caso, ¿cuáles son las herramientas?
Economistas del corazón del kirchnerismo plantearon sus propias recetas para pasar de página. Creen que es lo mejor que podría ejecutar el Gobierno para estabilizar el escenario económico y -supuestamente- mejorar sus chances electorales para 2023.
Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner, planteó hace algunos días que el Gobierno debería encarar un plan de estabilización. Y que ese programa debería arrancar por una devaluación (en el mercado oficial), que sea acompañada por una suba de las retenciones y un aumento de los salarios, que vaya por encima de la inflación provocada por la suba del dólar.
«Hay que devaluar y subir retenciones para que los precios de los alimentos no se vayan al demonio. Eso hay que combinarlo con suba de salarios el día uno de tal manera que el salario le gane a la devaluación pero pierda contra los aumentos de tarifas que hay que hacer», explica Álvarez Agis.
Para el exfuncionario, Massa no podrá cumplir con su objetivo de bajar la inflación al 3% mensual para el año que viene, en un contexto donde la devaluación administrada (crawling peg) es del 7% mensual y los salarios corren en un nivel similar.
Feletti, al cruce de la devaluación
A seis meses de su salida del Gobierno, Roberto Feletti sale al cruce de la propuesta de su colega Álvarez Agis. Para el exsecretario de Comercio, la idea de una devaluación abrupta profundizaría la crisis, en lugar de ser un camino hacia la normalización.
«Esa idea nos llevaría a un escenario muy parecido al de 2002. A un overshooting cambiario que, en aquella época, nos llevó a una tasa de desempleo del 23% y a una pobreza por encima del 50%», plantea Feletti. «El golpe sobre el nivel de actividad sería tremendo», completa.
El exfuncionario, también kirchnerista como Álvarez Agis, cree en otro tipo de fórmula, que de hecho fue la que planteó cuando todavía encabezaba la secretaría de Comercio.
Las medidas deberían incluir una suba de las retenciones a las exportaciones, pero de ninguna manera debería incluir una devaluación.
La variable, siempre en la versión de Feletti, debería ser «el grifo de las importaciones». De hecho, una de las claves de la gestión del actual ministro, Sergio Massa.
«Hay que cuidar los dólares y hacer acuerdos, como el que se acaba de proponer con China para la utilización de los yuanes para financiar el déficit comercial con ellos», argumenta Feletti.
El exsecretario es muy crítico de Martín Guzmán. Considera «insólito» que el exministro haya desaprovechado el superávit comercial de u$s12.000 millones que la Argentina registró en el año 2020. «De ese total, acá no quedó nada», apunta.
Dólar y reservas: la apuesta de Massa
El actual ministro de Economía cree que con una gestión eficiente se pueden «cuidar los dólares» de las reservas. Se trata de su objetivo central. Massa sigue creyendo que si las reservas del BCRA se estabilizan, entonces caerán las expectativas inflacionarias.
Por eso festejó el dato de ayer, cuando el INDEC anunció que el superávit comercial alcanzó los u$s 1.827 millones en octubre. Fue el volumen más elevado del año.
La clave de ese resultado hay que buscarlo en lo sucedido con las importaciones. Las compras al exterior acumularon un total de u$s 6074 millones, la cifra más baja desde febrero pasado, merced al control de las importaciones.
Está claro que en los próximos meses, Massa profundizará este camino, que tiene efectos secundarios nocivos para la economía. Por un lado, el recalentamiento de la inflación y, por el otro, el impacto negativo sobre la actividad económica.
Según el ministro, este tránsito será menos doloroso que si se habilita una devaluación, tal como proponen distintos economistas, incluyendo a Álvarez Agis, como forma de darle inicio a un programa de estabilización.
Dudas sobre el rumbo de Massa
Por ahora, los gestos de Massa al mercado no provocan el resultado positivo esperado. En las empresas y también los financistas no creen en un camino asfaltado.
Por ejemplo: el anuncio oficial de que China habilitará u$s 5.000 millones para engrosar las reservas de libre disponibilidad no evitó un recalentamiento del mercado cambiario, que ya se viene insinuando desde hace un par de semanas.
Las cotizaciones de todos los dólares financieros volvieron a estacionarse por encima de los $ 300 y el dólar blue llegó a $320, máximo nivel desde finales de julio.
En el mercado son mayoría los que piensan que la brecha cambiaria no tiene margen para achicarse. Y que, con ese diagnóstico, hay grandes jugadores que empezaron a dolarizar sus inversiones. La clave de esta dinámica hay que encontrarla en lo que está sucediendo con las reservas del Banco Central.