Antes de que Juan José Bahillo se convirtiera en un referente político de Entre Ríos, su apellido estaba ligado a un producto: los helados Bahillo.
En rigor, en 2003, la heladería Bahillo fue una plataforma de lanzamiento para la carrera del ahora secretario de Agricultura de la Nación. Sergio Massa eligió para ese cargo a quien se venía desempeñando como ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de esa provincia. En aquel año, Jorge Busti, que había sido ya dos veces gobernador de modo alternado, buscaba dirigentes de toda la provincia para armar una lista de diputados provinciales que traccione la propia. Busti iba en busca de su tercer período como gobernador. En Gualeguaychú, el peronismo había sufrido un cisma y los dirigentes justicialistas de mayor peso de esa ciudad dieron batalla electoral a Busti. No en la interna, sino en la general. No con el peronismo, sino con otro partido: el Nuevo Espacio Entrerriano.
Amenazado por un peronismo dividido, pero también por la candidatura a gobernador del radical Sergio Varisco, que era intendente de Paraná y todavía contaba con buena imagen pública, Busti apostó a generar una nueva figura en el corazón del peronismo díscolo. Ahí comenzó la carrera política de Juan José Bahillo.
Su apellido, que hasta entonces era sinónimo de una marca comercial exitosa en la provincia de Entre Ríos, se incluyó en la lista de diputados de aquel 2003. Bahillo se convirtió en un referente ineludible del peronismo de Gualeguaychú, una comarca con características especiales dentro del PJ entrerriano. En 2007 hizo una apuesta política fuerte y le salió bien: tomó la candidatura a intendente de su ciudad, pese a que los pronósticos electorales le auguraban una derrota frente al candidato que llevaba el Nuevo Espacio Entrerriano, Luis Leissa. Leissa ya había sido intendente en sus años de peronismo, contaba con buena imagen, pero Bahillo ganó las elecciones y se convirtió, a los 39 años, en el nuevo dirigente fuerte de la ciudad del sur entrerriano más allá de su propio partido.
Crecimiento
Al carácter afable, que constituye un rasgo de su personalidad, Bahillo le sumó algo de lo que puede hacer gala: una gran cintura política que le permitió salir indemne de su apoyo a la lucha de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, pese a las fuertes presiones nacional y provincial para que se levantara el corte de la ruta 136, que durante dos años mantuvo cerrado el Puente Internacional General Artigas como oposición a la instalación de las fábricas de pasta de celulosa en el vecino país. Siendo diputado provincial justicialista, Bahillo marchó hacia el puente internacional junto a asambleístas y activistas de todo el país. En efecto, le tocó transitar el conflicto parte como intendente y luego como diputado provincial.
Otro momento de tensión que le tocó vivir a Bahillo, ya transitando su segunda gestión como intendente, ocurrió cuando Gualeguaychú se convirtió en el epicentro de las protestas contra la resolución 125, que enfrentó al gobierno kirchnerista con las entidades del campo en 2008. Desde la misma ciudad que estaba gobernando Bahillo, surgió la figura del actual senador y por entonces dirigente de la Federación Agraria, Alfredo De Angeli.
Enterado de la designación nacional de Bahillo, De Angeli habló en las últimas horas con radio Máxima, de Gualeguaychú, donde dio una definición del flamante secretario de Agricultura: “Juanjo es alguien que está desde hace tiempo en la política. Lo conozco de otras épocas, cuando repartíamos leche en calidad de protesta. Conoce bien y sabe bien. Es conocedor, pero hay que ver cómo va a ser la política de este gobierno. El éxito de Juanjo será el éxito de los productores”, afirmó el senador de Juntos por el Cambio.
Como diputado provincial supo ser el miembro informante de los presupuestos provinciales que se debatían en la Cámara cada año. Su contribución política al peronismo, en ese tiempo, consistió en ser el nexo entre un gobernador saliente, Sergio Urribarri, y uno entrante, Gustavo Bordet. Eso fue valorado por los dos sectores en momentos en que había mucha tensión entre ambos.
Ya consumada su imagen de fiel colaborador de Bordet, en 2015 Bahillo debutó como diputado nacional con un tema caliente: la reforma previsional impulsada por el gobierno de Mauricio Macri. El voto afirmativo de Bahillo fue parte del acuerdo del gobierno macrista con el entrerriano para que Nación enviara 2000 millones de pesos que fueron destinados a cubrir el déficit previsional entrerriano.
En las redes sociales, muchos militantes kirchneristas se mostraron ofuscados por su voto y hacían chanzas con su apellido: “Bahillo, me dejaste helado”. “No tomo más helado Bahillo”. Esas eran una de las frases con la que algunos peronistas cuestionaban el voto ordenado por Bordet. Fue, quizás, el momento más difícil que le tocó vivir en su carrera política a Bahillo.
La heladería, creada por su padres en 1965, hoy tiene ocho sucursales en la provincia, según su página de Internet. En Paraná desembarcó en su momento para disputar el mercado a la heladería fuerte de la capital provincial: Da Col. Llegó con nuevos sabores, nuevos productos, como los alfajores helados, y el atrevimiento de hacerse un lugar en la principal ciudad entrerriana, pero también en varias cabeceras departamentales. Como dato curioso, una de las heladerías, en Gualeguaychú, está al lado de un hotel que perteneció al empresario Alfredo Yabrán.
Al margen de los helados, Bahillo es productor lechero y, entre otras responsabilidades, fue directivo de la Sociedad Rural de Gualeguaychú. Fuente: La Nación