De acuerdo a un informe de Néstor Roulet, consultor y productor, esto ocurrirá por las retenciones y otros impuestos que se cobran más allá de la baja producción. El Estado nunca pierde: en medio de la seca, se lleva el 60% de la rentabilidad sojera.
En medio de una sequía histórica y nueve olas de calor extremo, el Estado se llevará en concepto de impuestos en general y retenciones casi el 60% de la cosecha de soja. Los productores que alquilaron tierras para producir perderán más de un 20%, muchos quedarán al borde del quebranto. Estos datos, se desprenden de un informe elaborado por el productor y consultor Néstor Roulet.
El trabajo, que consideró una cosecha de 29,8 millones de toneladas, producirá un ingreso de dólares que se ubicará en US$ 16.390 millones. De ese monto, US$ 9741,57 irán al Estado vía retenciones y otros impuestos. Se trata del 59,4% del total.
En la Argentina, alrededor del 60% de la producción se hace en campo alquilado y el 40% restante se realiza en campo propio. Para Roulet, quienes no produjeron, pero dieron en alquiler su tierra percibirán, sobre el total de lo generado por la producción de soja, un monto de US$ 1576,30 millones. Es el 9,62% del total.
Costos de producción con números en rojo
Para producir soja este año se necesitaron y falta gastar, de acuerdo al reporte, de US$ 6100,35 millones de gastos directos (insumos y servicios), además de US$ 2229,05 millones de gastos indirectos (cosecha, fletes y comercialización). A todo esto, se suman US$ 155,70 millones de gastos en puerto.
Según distintas proyecciones estimaron que la soja rendirá 20 quintales por hectárea, o menos, lo que significa una pérdida como mínimo del 50% comparado con el año pasado. En este contexto, los productores que alquilan las tierras, enfrentaron la inversión y ahora afrontarán quebrantos con rindes mínimos. Al respecto, según Roulet, los productores que alquilan tendrán, en el conjunto de la producción de soja, un rojo de US$3416,99 millones o del 20,85%.
El trabajo de Roulet también se detuvo a hacer el análisis por hectárea ya sea en campo alquilado y propio. En el primer caso, sobre US$1100 generados por una hectárea de la oleaginosa, el Estado se quedará vía retenciones y otros tributos (Ganancias, Ingresos Brutos, Impuesto al Cheque, entre otros) con el 64,9% o US$ 713,87 por hectárea. El contratista que alquiló, en tanto, tendrá un quebranto de US$ 360,10 por hectárea o el 32,70%.
Respecto del campo propio, el Estado embolsará vía los distintos tributos (a los ya mencionados se suman el Inmobiliario Rural y Bienes Personales, por ejemplo) con US$ 563,71 o el 51,24% de los US$ 1100 generados por la hectárea de soja. Sobre este caso dijo: “El productor invirtió en su campo US$558,87 por hectárea, de los cuales recupera US$ 525,29 teniendo una pérdida de US$ 33,48 por hectárea”.